viernes, 12 de marzo de 2010

Tarde de toros en Setenil

De Fotos Antiguas
Plantado en su terreno, correcta posición de los pies, después de cuatro o cinco derechazos o naturales, un pase de pecho con la derecha, quizás un poco lejos del novillo al que el capote no nos deja ver como anda de cara, pero muy pinturera y torera la escena.
Siempre creí que esta instantánea fue tomada en La Plaza propiamente dicha de Setenil, con la subida a la Villa y la Justicia protegidas por una carreta, así como el portal de la preciosa casona blasonada, pero me aseguran que es imposible, que esta novillada se celebró en el molino de la familia Camacho, y la verdad es que tengo que reconocer que estaba equivocado, pues en el pórtico de la casa que tenemos en primera instancia ni hay escudo ni tiene el porte de la casa de la que hablamos, y los montones de capachos que hay a modo de burladero vienen a certificar que el lugar donde se desarrolla la escena es un molino de aceite. Quizás a principios de los 60.
El caso es que tenemos a [Pepe] el de Camila, con traje de luces y todo en una pose muy torera, culminado con este pase una tanda de derechazos ante un público atento y expectante, y me pongo a pensar yo que sería de este joven setenileño sucesor de nuestro malogrado Perucho en el arte de Cuchares. De lo poco que se es que [Pepe] el de Camila vivía en La Villa y que hubo en Setenil algunos aficionados, como Sebastian Porras y Pepe Sevillano que trataron de apoderarle, aunque evidentemente, este apoderamiento no llegó para conseguir el éxito que de seguro ansiaba el muchacho.
En estos momentos en los que la fiesta está pasando por un momento tan delicado, atacada desde dentro por unos toreretes de salsa rosa que se ríen de la afición y desde fuera por unos intereses que apoyados en un populismo barato quieren hacerla desaparecer, en este blog me declaro taurino, entendiendo la fiesta como uno de los últimos asuntos auténticos que quedan en esta Europa tan aséptica, y entendiendo la fiesta como el cenit de un animal único y mítico que nace y vive en el campo para morir en la plaza. Un tétrico matadero, rodeado de aterrorizados animalillos que ven como son desollados sus congéneres, sería una humillación para este noble animal.

2 comentarios:

  1. La loable y respetable defensa de los animales también se puede hacer en la puerta de un matadero o de un Mcdonald, pero claro, no luce tanto y no interesa, y estos políticos lo saben.
    ¡Ay Tío de la Vara! ¿Dónde estás cuando se te necesita?

    ResponderEliminar
  2. Yo me atreveria ha decir algo mas, aperte del toro de lidia, que sería de esas dehesas donde pasta el ganado bravo, y que tanto nos gustan a los que andamos de una forma ú de otra por entre encinas y montes.

    ResponderEliminar