sábado, 24 de septiembre de 2016

Una visita a la iglesia de Setenil

Visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de Setenil siempre es un placer, pero si esa visita la haces con personas especializadas, que pueden interpretar una obra de arte y que son capaces de transmitir las sensaciones que le produce la misma, esa visita gana enteros.
Juan, el Director del Museo  Arqueológico de Cádiz es una de esas personas. El Cristo de la Vera Cruz, la Casulla de Isabel La Católica y el resto del tesoro de la Iglesia, la misma Iglesia. No quedó objeto ni rincón sin su análisis ni comentario:
Una iglesia magnífica, dos iglesias en una, la mudéjar y la tardo gótica. Tras la conquista los cristianos construyeron sobre la mezquita una iglesia mudéjar. Luego, más adelante, la Diócesis de Sevilla, quizás para marcar el territorio frente a la de Málaga, pretende la erección de otra iglesia de mayor lustre, toda una iglesia catedralicia.
Se empieza por el ábside, el altar, derruyendo progresivamente la iglesia mudéjar  e ir construyendo la nueva, hasta que por alguna razón se queda hasta el corte que hoy todos vemos en el último tercio, a la altura de los brazos de la cruz. ¿Se acabó el dinero? Quizás, el caso es que Nuestra Iglesia Mayor presenta un aspecto achatado, el propio de un templo inacabado. Si se hubieran concluido las obras nuestra iglesia llegaría hasta la mitad de la Plaza de la Villa.
Iglesia con planta de cruz latina y una sola nave, dos estilos, el mudéjar, con esas pinturas cubiertas de mortero, sincretismo entre diferentes estilos cristianos y el musulmán, un fenómeno exclusivamente hispano, y el tardo gótico, el de un estilo indefinido a medio camino entre dos tiempos; bóveda de crucería con los nervios y la clave,  ventanas ojivales partidas por columnas renacentistas, vidrieras que serían en su día, altura y luz, la búsqueda de Dios a través de la piedra y el cristal, soportados por recias columnas que apuntan ya a los nuevos estilos del renacimiento.
Dos iglesias en una y un sincretismo de estilos y soluciones que la hacen única.  

Nota: como no soy experto en arte y el tema es cuanto menos complejo, esta entrada está abierta a otras interpretaciones diferentes.

lunes, 29 de agosto de 2016

Moros y cristianos en Setenil 2016


Los próximos días 7,8 y 9 de octubre celebramos en Setenil “La Fiesta de Moros y Cristianos”, un evento lúdico,  festivo  y  cultural que pretende rememorar el que sin duda es el episodio histórico más representativo de nuestro pueblo: La Toma de Setenil por los Reyes Católicos en 1484.
Mucho se ha escrito y hablado sobre este lance de la Guerra de Granada en la que Setenil entra con letras de oro en la Historia; sobre el uso de la artillería a gran escala para la toma de la villa, sobre el hospital de campaña conocido como “Hospital de la Reina”, hitos que aparecen en la historia militar como auténticas innovaciones tácticas y tecnológicas, sobre la presencia de los Reyes Católicos en “La Toma”, segura la del Rey Fernando, discutida la de la Reina Isabel, lo del Infante Don Sebastián, sobre el misterio de los cristianos cautivos, en fin, lo que si resulta indudable es la impronta que “La Toma” ha tenido en nuestra historia, como Setenil deja atrás ocho siglos de pasado musulmán para pasar al bando cristiano, y en definitiva al mundo moderno en el que los Reinos Hispánicos se aprestan a dominar el mundo.
“La Toma” viene a representar esto, el fin de una época, donde un mundo nuevo se abre paso frente a otro, el fin del medievo setenileño y la entrada de nuestro pueblo en el occidente cristiano.
En nuestro bagaje cultural y nuestra memoria histórica quedan sin embargo aquello que compartimos durante tantos siglos, unas veces en buena armonía y otras en franca lucha; mestizaje de lenguas y personas, una cultura densa y abigarrada, una música plagada de instrumentos comunes, una literatura, el romancero, con sus amores y querellas, una forma especial de hablar el castellano, la sensualidad y el gusto por la vida y un marcado carácter en definitiva que nos dice hijos de la frontera.
Así pues, Setenileños y visitantes, disfruten los próximos días 6, 7 y 8 de octubre de nuestras Fiestas de Moros y Cristianos y déjense transportar a una época de leyenda que es la  se cuenta en los romances. No pierdan la oportunidad de volver al Setenil del quince, el del Cordi, el Rey Fernando, el  Gran Capitán,  el Marqués de Cádiz y tantos otros, el de las cabalgadas, el de las talas, el de los escaladores, el de los enriscados moros afianzados en El Lizón, el Setenil en definitiva de “Moros y Cristianos”.

domingo, 22 de mayo de 2016

Setenil Romántico III (El Pellejero, un cuento romántico)

Pasamos en esta tarde de domingo una historia publicada en este blog el 18 de febrero de 2013, donde damos cuenta de un relato muy de la época romántica; franceses huyendo por esos montes y acosados por las partidas guerrilleras, desamores y despechos, suicidios por un desamor, la honra...en fin, un relato con todos los componentes románticos. Os dejo con las historias de El Pellejero.

El pellejero

El sueño de la Razón produce monstruos. Goya

Contaba hace años un viejo, que su abuelo le narraba una historia que cuando chico le referían los viejos, de un anciano al que todos llamaban el pellejero. Habitaba este hombre en una casa grande y destartalada en lo que yo pienso que hoy sería la confluencia de La Calle Triana con las Cuevas del Sol. Al parecer, el piso bajo era una planta diáfana a la que se accedía por un portalón de madera tan amplio como para que entrase una carreta. El suelo era una superficie sucia de arena albariza compactada por el continuo transitar de gente.
Contaba este viejo que aún en su niñez emanaban de aquel suelo de albero los efluvios añejos del vino, dando que pensar que aquella estancia en su tiempo sería un almacén de licores o bodega donde se apilarían barriles y pellejos. Vinos y caldos de aquellas cepas milenarias que se criaban antaño en los campos de Setenil y cuyos aromas, densos y pesados, rezumaban eternos como los fantasmas de antiguos parientes.
Sería el pellejero este un bodeguero o tratante de vinos, aunque quizás fuera su oficio el de tonelero o fabricante de odres y pellejos, trabajo auxiliar de lo que a principios del XIX aun sería una industria importante en Setenil.
El caso y es lo que nos trae, que el pellejero este refería una historia de cuando los franceses andaban por estos lugares con lo de la invasión, una historia que a fuerza de pasar de boca en boca resulta hoy más un folletín novelesco de esos que recitaran los ciegos ambulantes, que un suceso que hubiera ocurrido en realidad.
Sería por los años en que las tropas francesas se retiraban de la Serranía después de reiterados reveses militares y políticos. En el escenario de este repliegue estratégico donde el caos y el desorden se apoderan de Ronda y los pueblos limítrofes, eran muchos los que abandonaban la ciudad del Tajo por el temor a las represalias que pudieran tomar contra ellos la multitud exaltada. Eran los afrancesados, burgueses, profesionales libres y aristócratas ilustrados que colaboraron con los invasores, bien por obediencia debida, miedo, ambición o en gran medida por la convicción de que los franceses traerían el progreso y modernidad a aquella España anquilosada en ancestrales creencias que lastraban su futuro.
Huían los destacamentos imperiales por estas sierras buscando quizás la seguridad que le brindaban otras ciudades más grandes, siempre hostigadas por partidas guerrilleras que aprovechaban cualquier descuido para asestar una emboscada entre las breñas y recodos de esta escarpada geografía.
Contaba este viejo que refería aquel pellejero a quien lo quisiera escuchar, que un grupo de soldados franceses a caballo dejó la seguridad de la comitiva que abandonaba Ronda, para desviarse a Setenil. Venía con estos soldados un aristócrata rondeño que por una u otra razón, quizás el pago de una fuerte suma de dinero, los había convencido para que le ayudaran a recuperar a su mujer, que le había abandonado junto con su hijo pequeño y se había refugiado con su amante y familiares en un cortijo de Setenil, y es aquí como digo donde la historia toma tintes de revista romántica, de folletín de aventuras donde una brava e indómita mujer, bellísima por cierto, abandona a su adinerado marido, afrancesado e intelectual además, para huir y caer en brazos de su amante.
El caso es que la prófuga se refugia tras los altos y blancos muros de algún cortijo setenileño, protegida por su querido y hermanos que resistieron a trabucazo limpio el intento de rescate del marido despechado y aquellos soldados imperiales.
Finalmente no lograron su propósito y aterrorizados quizás por la proximidad de las partidas guerrilleras que perseguían a los franceses, optaron por desistir y dejar a esa brava mujer con su amante setenileño.
Termina la novelita con que para no sufrir el mal de los cuernos, el rondeño se descerrajó un tiro en la sien en cualquier recodo de su periplo.
Tiene esta historia de todo; amor, pasión, infidelidad, tiros, la vergüenza para aquellos que habían colaborado con los invasores y la bizarría de aquellos españoles que le habían hecho frente y les habían herido donde más les duele, en la cabeza. Subsiste incluso la rivalidad de Setenil con Ronda, que aún perduraría en el subconsciente popular después de tantas disputas y agravios. Queda además la presencia de ese niño, hijo de un aristócrata de altísima alcurnia y del que seguramente muchos se dirían descendientes décadas después.
Ignoramos los nombres de aquella bella mujer, de su pequeño e inocente hijo, del gallardo amante setenileño y del marido despechado, ignoramos incluso si las gentes y sucesos son reales o inventados, si esta historia no son más que los recuerdos de un viejo que cuando niño la oyó de boca de un anciano que gustaba de impresionar a los zagales. Yo la escuché hace muchos años en el puente de la Calle Ronda, desubicada temporalmente y adornada con toda clase de exageraciones y recreaciones. El anciano que me la contó hablaba además del pellejero como un ser mitológico que muriera centenario, sanador de huesos y recitador de ensalmos, cuyo espíritu morara aquella casa tiempo después de su muerte.
Imaginamos a aquel pellejero de Setenil escuchando cuando niño los romances de ciegos que cantaban estas historias tan del agrado del público en general, como las había adaptado, hecho suyas y finalmente como se las había contado a los niños que todos los días se apilaban en la solana de su puerta para verlo trabajar y oírle contar esta y otras extravagantes anécdotas, porque ¿no se trata de eso? De contar y escuchar, de poblar las imaginaciones de un niño, de crear un universo de seres y sucesos increíbles, de sentarnos alrededor del fuego para recrear fábulas y mitos, palabras y pensamientos, de parir héroes y monstruos, de tratar de entender el mundo en definitiva. Visto de esta manera, que más da que el cuento sea cierto o inventado.

"Cuando la razón dormita, los miedos despiertan, lo atávico se despereza, los temores primitivos nos poséen, las pesadillas plagadas de engendros y fantasmas, de seres imposibles y espectros que vagan errabundos nos invaden sin tregua..."
¡Salud amigos!

Setenil Romántico II (La Constitución de 1812)

Sin duda, uno de los hitos de la historia política de España es la Constitución de Cádiz de 1812, popularmente conocida como La Pepa, desde luego un hecho imprescindible para conocer el convulso siglo XIX en el que desarrolla el movimiento Romántico.
Os paso una entrada publicada en Setenil Rural el 19 de marzo de 2012. 

La Constitución de Cádiz de 1812


Foto: Cortes de Cádiz. Salvador Viniegra (1862-1915)
Hoy, 19 de marzo de 2012 día de San José, se cumplen 200 años de la jura de la Constitución de Cádiz. ¿Alguien no se había enterado? Pues sí, doscientos años hace que, en plena Guerra de la Independencia contra los franceses, se jurara en el Oratorio de San Felipe Neri este hito de la historia de España; ¡la Pepa!
Aunque habría que matizar tanta información con la que nos han bombardeado en los últimos días, lo cierto es que la Constitución de Cádiz es una autentica revolución política que sienta las bases de los futuros modelos liberales en España; Las Cortes representaban a la Nación Española en la que reside la Soberanía Nacional, división de poderes, independencia del poder judicial, sufragio, monarquía parlamentaria, la igualdad de los españoles de "ambos hemisferios" y libertad de prensa son algunos de los principios que se recogen en esta densa norma de 384 artículos.
Quizás la principal virtud de La Pepa reside en su capacidad de aglutinar la extraordinaria heterogeneidad de los diputados de las Cortes, no por ello de la sociedad española en su conjunto; liberales y tradicionalistas, burgueses, nobleza de alcurnia y nobleza de nuevo ingreso, el clero, incluida la representación de la Santa Inquisición, representantes de todos los territorios de la corona, "los españoles de ambos Hemisferios".
"La legislación de las Cortes de Cádiz no sólo representaba un golpe mortal para la estructura social y económica que definía el antiguo régimen. Al romper el orden estamental, preparaba el terreno para que la burguesía liberal asumiera el papel dominante que hasta entonce había correspondido a los antiguos estamentos privilegiados. Ello suponía introducir modelos de carácter esencialmente revolucionario, para los que el país no estaba preparado ni la burguesía, muy débil aún, era capaz de desarrollar con éxito.
La obra de las Cortes de Cádiz marcó los rumbos del liberalismo español del siglo XIX, pero sus ambiciosas reformas tuvieron una plasmación imperfecta y muy lenta, permanentemente obstaculizada por la resistencia de las fuerzas tradicionales y la presión de aquellos sectores sociales (el campesinado sin tierra y el proletariado industrial), que sufrieron las consecuencias negativas del proceso de liberalización"
Historia política y Social Moderna y Contemporánea.
Universidad Nacional de Educación a Distancia. Madrid 2001 (por cierto, aprobé esta signatura con sobresaliente)
Desde luego, aún quedaría mucho tiempo, cerca de un siglo, para que la voz de los desheredados se oiga.
El extraordinario ambiente que se vive durante estos años en la cosmopolita y liberal Tacita de Plata, hace que surjan gran cantidad de publicaciones, gacetillas y periódicos que informan sobre el proceso constituyente y los avatares de la Guerra de la Independencia. Setenil andaría por aquellos entonces con sus guerrillas y su cura Lobo luchando contra el invasor. En El Conciso, un mes escaso después de la proclamación de la Constitución de Cádiz, nuestro pueblo aparece como teatro de operaciones de la guerra:
"Sábado 18 de Abril de 1812. Año V. de la gloriosa lucha del pueblo Español contra la tiranía.
Algeciras 14 de Abril. Las últimas noticias que tenemos del general Ballesteros son, que estaba su cuartel general en Setenil de las Bodegas, (dos leguas de Ronda): la vanguardia en Algodonales, y la primera y tercera división marchaban sobre Osuna. De Gausín y Casares había salido la artillería gruesa para batir el castillo de Zahara. Quedan embarcados en esta bahía en trasportes ingleses 800 quintos, y se esperan otros tantos, que seguirán al depósito de Cádiz. Ha fondeado en Gibraltar una fragata de guerra francesa apresada en el Adriático. Ha pasado el convoy de Malta para Inglaterra, y para Alicante el español, escoltado por el navío de guerra América.
Cádiz 17 de abril. Ha llegado a Gibraltar, entre otros artículos, una gran remesa de fusiles, de los 900 que parece se destinan para España"
¡Todo un cuartel general en Setenil!
Quizás el ejemplo que deberíamos sacar de La Constitución de Cádiz de 1812, es que su nacimiento significa la capacidad de unión de aquellos españoles en un momento tan crítico como era la invasión del país por ejércitos extranjeros, independientemente de su ideología y forma de entender la vida, el proyecto común de una nación que deja atrás sus atávicas y estériles disputas partidistas para salir del atolladero en el que se encontraba.
Por todo eso ¡Salud amigos! y ¿por que no? ¡viva La Pepa!

Foto: Boceto para la jura de la Constitución de Cádiz.1812Juan Manuel Blanes (1830-1901) Fecha 1872

sábado, 21 de mayo de 2016

Setenil Romántico I (El Cura Lobo)

En plena celebración de la Fiesta de los viajeros, arrieros y bandoleros de la Serranía de Ronda, lo que conocemos como Ronda Romántica, reeditamos algunas entradas de Setenil Rural donde se evocan estampas de aquellos finales del XVIII y XIX que tanto marcaron el carácter de nuestra comarca.
La historia de Setenil está llena de hitos y personajes románticos; contrabandistas, bandoleros, guerrilleros, relatos de viajeros que recorrieron nuestros campos y refieren Setenil, pueblo sorprendente y misterioso, un Setenil romántico.

El Cura Lobo: Un Guerrillero en Setenil
Me van a perdonar ustedes pero vamos a dar un salto de siglos en la historia y nos vamos a plantar en los albores del siglo XIX, en plena Guerra de la Independencia, cuando los franceses andaban por estos andurriales metiéndonos la liberté, igualité y fraternité por donde la espalda pierde su casto nombre. ( me recuerda esto a otra guerra mucho más reciente).

Así, dejamos por el momento a ese Setenil recién conquistado que se desparrama fuera de sus murallas, a los hidalgos, sus pleitos y sus archivos pendientes de ser retomados, que la cosa lo merece. La actualidad manda, y la Guerra de la Independencia está muy de moda con el tema de su bicentenario.

Después de varios siglos de humildes y provincianas crónicas, Setenil y su comarca vuelven a asomarse a la historia durante la invasión de España por los franceses, donde nuestros valles y montes sirvieron de escenario a esa estampa tan romántica y nuestra de la guerra de guerrillas contra el invasor. No vamos a tratar en esta entrada de la razón por la cual los ejércitos de Napoleón irrumpieron a saco en España, pero el caso es que este episodio histórico ha sido considerado por no pocos historiadores como el verdadero inicio de una auténtica conciencia nacional española, curiosamente idéntica en toda nuestra geografía, sirviendo como elemento cohesionador el odio al invasor y el amor a nuestras costumbres. Lástima que la proverbial impericia de nuestros gobernantes, con su rey a la cabeza, no hiciera buen uso de esta chispa, y convirtieran entre todos al siglo XIX en el más desastroso de nuestra historia.

El caso es que los franceses plantaron las Águilas Imperiales en la Serranía de Ronda, ocuparon nuestros pueblos y ciudades y aplicaron un férreo control a la vida diaria de los serranos. Sirva de base para nuestro relato el siguiente documento extraído de la publicación BAETICA de la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA, titulado Vida Cotidiana en Ronda durante la Ocupación Francesa, ponencia presentada por la Dra. Marion Reder Gadow. Aconsejo su lectura, muy amena por cierto, para conocer como se desarrollaron los acontecimientos relativos a la ocupación y posterior liberación de la Ciudad del Tajo y su serranía, como ocurrieron los hechos, con fechas, nombres y cifras, dando detalles de las cosas más simples.
De la lectura de estas páginas de sacan varias conclusiones ya conocidas por todos:

La Lucha contra los franceses no surge desde ninguna instancia jerárquica en forma de orden o proclama, sino que aparece de forma dispersa en diversos puntos de la geografía nacional, para más adelante confluir bajo un mismo mando. Además, la resistencia no se produce como una situación predeterminada, sino que se va gestando conforme los serranos comprueban en sus carnes los desmanes e injusticias a los que son sometidos.

Pese a la fría acogida que las clases altas ofrecen a los franceses, son las clases populares las que plantan feroz resistencia a los invasores y las que llevan a cabo la mayoría de actos de lucha y heroísmo, pagando así mismo el mayor peaje en la guerra.

Queda claro, que pese a que los focos de lucha se dieron por diferentes puntos y que las principales batallas se desarrollaron en otros lugares, La Serranía de Ronda se convirtió en un auténtico cementerio para las tropas imperiales; ¡Los franceses las pasaron canutas por estas tierras!

A cuento de esto último tenemos el relato de Jean Michel Rocca (178?-1818) “Memories Sur La Guerre Des Francais en Espagne” Londres 1815. (pongo un enlace del mismo original en Inglés). Nos cuenta este hombre como muy cerca de Setenil fué atacado por un grupo de guerrilleros al mando de un cura, y como por pedir confesión le fue perdonada la vida cuando fue herido y hecho prisionero. No serían tan crueles nuestros tatarabuelos como los pintaban. Un extracto de este relato fue publicado en la última revista de Los Blancos.

JEAN MICHEL ROCCA (178?-1818)
EL HOMBRE.
La Guerra de la Independencia, al tiempo que obstaculiza el paso a los visitantes
tradicionales, pone en escena a otro tipo de viajero diferente, al que llamaríamos obligado, que llega
formando parte del ejército invasor y al que la contienda da la oportunidad de narrar los
acontecimientos bélicos a la par que describir el país y las costumbres de sus habitantes.
Entre estos últimos se encuentra Rocca, oficial de húsares de las tropas francesas. Las
heridas recibidas en España le obligaron a abandonar su carrera militar. Se casó en secreto con su compatriota, la escritora Madame de Stael.
SINTESIS DEL RELATO.
Ante todo el joven Rocca es una persona instruida, que habla a la perfección nuestro idioma, y al que sus proyectos de formarse una brillante carrera militar, le han puesto en una situación comprometida, al ser testigo y protagonista a la par de una guerra, como el mismo nos confiesa, “injusta”, y aunque todas, en el fondo, lo sean, él no encuentra otra calificativo más apropiado para, sin comprometerse demasiado, ondenar la desmedida ambición de Napoleón, su jefe y el sueño de incorporar Europa a su futuro imperio.
Por lo pronto, la empresa de doblegar a España no es empresa fácil y las tropas napoleónicas lo están sintiendo en carne propia. Rocca, que había llegado a la Serranía un 19 de marzo de 1809, quince días después de que José Bonaparte abandonara Ronda, es uno más entre los franceses que sufren las iras de los habitantes de los pueblos serranos al paso por sus tierras, y él puede dar buena fe de ello. De hecho, entre escaramuza y escaramuza, entre emboscada y emboscada (y siempre son los gabachos los atrapados, los diezmados), entre sobresalto y sobresalto, cuando tiene un respiro que casi nunca es tal, Rocca toma notas y medita sobre los acontecimientos, siempre cruentos del día. Aquí permanece hasta el 22 de junio y en todo este tiempo ha aprendido una lección que tenazmente han tratado de repetirle por todas partes, en Olvera, en Setenil, en Cañete, en Teba, en Campillos, por toda la agreste Serranía : que estos serranos se han tomado la guerra como una cruzada religiosa en defensa de su patria y de su rey. Para más certeza de sus intenciones, de lo que les espera, las mujeres llevan cintas rojas en el pelo con la leyenda de vencer o morir por España y por Fernando VII, cuando no pintados en sus vestidos la propia imagen del rey y la de los generales españoles que se están destacando en la contienda. Y es que las mujeres se han tomado, también las batallas como suyas, y como espectadoras, sentadas en las rocas más altas, jalean a los hombres para que no se dejen avasallar por el enemigo e incluso participan a veces con una ferocidad inusitada, sin que les tiemble la mano si de rematarlos se trata.
LA OBRA.
MEMOIRES SUR LA GUERRE DES FRANCAIS EN ESPAGNE, Londres, 1815.
Bibliografía:

http://www.colectivoginer.com/htm/viajero.pdf
Memoirs of the War of the French in Spain (Edición Original en Inglés)
Escrito por Rocca, Maria Callcott. Londres 1815


Para el conocimiento de esta época tan convulsa de nuestra historia, los historiadores buscan en los archivos municipales, pese a que el fuego francés se llevó por delante gran parte de ellos, pero como podemos ver abundan tambien las crónicas de viajeros como la que acabamos de leer. Además de Rocca tenemos a otros como el británico Willian Jacob, al oficial imperial Farinelli, el oficial franco-polaco Stanislaw Broekere, Zygmunt Sulima etc. Todos ellos, imbuidos del espíritu romántico de la época, nos hablan en sus escritos de recuerdos de la guerra en la comarca rondeña, apareciendo en no pocos casos mención a Setenil.
Así pues, el 10 de Febrero de 1810 las tropas imperiales hacen su entrada en Ronda para pesar de su población , a cuyos oidos han llegado noticias de los desmanes que la soldadesca comete con la población civil, como ocurrió unos días antes en Málaga, pese a la nula resistencia de la gran ciudad portuaria:
"... a pesar de la indiferencia y pasividad que les dispensaron los rondeños, los soldados franceses mantuvieron una actitud violenta, cometiendo saqueos que provocaron algunos muertos entre la población civil. Victima de esta violencia fué el farmaceútico José Aguilar, que al no entregar la totalidad del dinero..."
Los invasores pronto organizaron la ocupación de la ciudad, cuyo control era imprescindible para dominar toda su comarca. Así, la Jerarquía rondeña, con su nobleza al frente (salvo en contadas y notables excepciones), colaboró bien con su pasividad o bien con su manifiesta adhesión, con las autoridades francesas:
"...también la nobleza rondeña se mostró complaciente con los mandos militares franceses durante los primeros meses de ocupación. Como en otras ciudades de España, la nobleza y la burguesía se sentían más próximas a los franceses, adoptando sus modas y hábitos como un tono de distinción."
Los franceses necesitaban dinero para fortificación de las viejas defensas de la ciudad, así que a alguien se le ocurrió demandárselo no sólo al cabildo rondeño, sino también a otros pueblos de su comarca:
"...que se pida un préstamo de 250.000 reales repartidos: 150.000 a Málaga, 30.000 a Ardales, 30.000 a Alcalá del Valle, 15.000 a Teba, 10.000 a Cañete y Setenil y 6000 a Arriate."
Bibliografía: Archivo Municipal de Ronda, Actas Capitulares, Cabildo de 27 de Marzo de 1810.


El caso es que los franceses no sólo les tocaban la moral a los serranos, sino que además les tocaban los bolsillos. Los desmanes se suceden por toda la serranía. Destacar aquí que el escudo de Algodonales es una casa ardiendo, con el lema: por la Independencia Nacional. ¿Adivinan quién prendió fuego a la casa y se pasó por la piedra a centenares de sus vecinos?
Como dije al principio, los franceses no tuvieron demasiado respeto por nada ni nadie en nuestras tierras, donde las ideas revolucionarias de legalidad, igualdad y fraternidad aún no sonaban mucho. La reacción de la brava población serrana no se hizo esperar.
Partidas de guerrilleros se echaron al monte por toda la serranía, hostigando al enemigo allá por donde mostrara un punto débil. Desde todos los pueblos surgían espías para pasar información y fieros bandoleros dispuestos a destripar a cuanto gabacho se le pusiera delante.
Hay que destacar la historia del famoso cura Lobo, un guerrillero de Setenil:
"...El Obispo Lamadrid destinó a Francisco Lobo y Olid al curato de Setenil en el año 1805, Según una certificación, observó en su destino la mejor conducta, predicó el evangelio y practicó los cultos que su ministerio exigía. Incluso se hizo dueño de la voluntad de la feligresía. Llegó la Guerra, y Lobo se negó a obedecer cualquier orden que no viniera de la Junta Suprema de Sevilla. Apenas supo el guerrillero que en Ronda se encontraba José I, intentó sublevar a Setenil, Olvera, Torre-Alháquime, Osuna, Alcalá del Valle y otros pueblos. Supo que una partida de dragones había salido hacia Olvera, y cque se hallaba cerca de Acinipo, por lo que convocó a los serranos y se presentó en aquellos parajes para enfrentarse a ellos. La sorpresa del ataque facilitó que muchos murieran y otros llegaran a Ronda huyendo hasta las afueras de la ciudad. presas del pavor, los franceses evacuaron la ciudad. Al regresar los franceses a Ronda, Lobo ideó un plan para apoderarse de un cañón que el general Horacio Sebastiani enviaba. Reclutó a vecinos aptos para las armas y se enfrentaron a los franceses, cerca de la Venta de Parchite. El socorro de un destacamento de dragones fustró el plan del cura Lobo, que no dejó de fraguar guerrillas hasta que se estableció en Olvera una fuerte guarnición. Los franceses proclamaron una orden de captura contra Francisco Lobo, ofreciendo una recompensa a quién lo entregara vivo o muerto. La prudencia encaminó al eclesiástico a buscar refugio en Gibraltar. Regresó en 1813, y recibió una acogida entusiasta por parte de su feligresía ( es decir, por los setenileños), en la cual permaneció hasta que fué promobida al curato de Estepona. EN 12 de Agosto de 1815, el Ayuntamineto de Setenil hizo constar en sus acuerdos todos los méritos realizados por el cura Lobo y que han servido de fuente a este informe."
Bibliografía: Pascual, P.,OP.Cit
Tengo la duda si es este primer encuentro de las partidas setenileñas con los dragones cerca de Acinipo es donde fue herido Rocca. No lo se. creo recordar que en el relato se habla de un paraje parecido al que hoy serían Los Escarpes del Río Trejo, además de tratarse Húsares y Dragones de cuerpos muy diferentes, pese a pertenecer ambos a la caballería Imperial. Pese a la crueldad de la que hablan estos afectados oficiales galos, los lugareños sólo defendían lo que ellos creían que era justo: sus casas, sus haciendas y sus sagradas costumbres, y que él mismo salvó su vida por pedir confesión tras su captura por los guerrilleros, siendo curado de sus heridas y libertado más adelante.
Recomiendo encarecidamente la lectura del texto del cual he sacado estos extractos. No puedo poner un enlace directo, pero pinchad en Googlee los datos de la bibliografía y acceder sin ningún problema. A mi me parece conmovedor leer como estos abuelos de nuestros bisabuelos le plantaron cara al mismísimo Napoleón y se las hicieron pasar canutas al más poderoso ejército del mundo. (siete u ocho generaciones nos separan de estos valientes). Así mismo podemos volver a admirar los grabados de Goya titulados "Los Desastres de la Guerra", lo cual nos da una idea muy certera de lo dura y cruenta que llegó a ser esta contienda.
Se dieron en esta guerra grandes batallas, como la de Bailén, y una constitución a las que los gaditanos llamaron La Pepa, de clara inspiración liberal. Tristes ilusiones de un pueblo que quizás no estubiera aún preparado para la libertad.

Bibliografía:
Revista BAETICA, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA: "Vida Cotidiana en Ronda durante la Ocupación Francesa", ponencia presentada por la Dra. Marion Reder Gadow en el curso: Ocupación Francesa de Ronda y su Serranía, en los Cursos Universitarios de Verano organizados por la UMA y Fundación Unicaja en ronda del 28 de Junio al 1 de Agosto de 2003. coordinados por el profesor Emilio de Diego.

El Húsar. Arturo Pérez reverte. 1983