Imaginen ustedes a un rico señor que a lomos de caballo baja desde sus tierras hacia el pueblo, posiblemente al atardecer para evitar el calor ya que los hechos suceden a finales de Julio. Aquellos que conocen la finca La Preciada, podrán comprender lo fácil que sería emboscar a otra persona entre encinas y matorrales, máxime si nuestro protagonista bajaba cuando el sol se ponía ya por La Campiña. Fue entonces cuando dos desconocidos abren fuego contra este hombre y lo dejan herido en el campo. ¿Un ajuste de cuentas? ¿Un intento de robo? ¿Una venganza? Así se cuenta la noticia en el diario ABC:
“La situación social en el campo andaluz
(Agresión a un labrador)
En Setenil (Cádiz), cuando regresaba a caballo de su finca La Preciada el hacendado y labrador D. Sebastian Guzmán Zamudio, y al pasar por un espeso arbolado, dos enmascarados le hicieron varios disparos de escopeta, ocasionándole heridas en el brazo derecho y en la pierna del mismo lado, resultando también el caballo herido de una de las perdigonadas. Al llegar al pueblo, distante unos tres Kilómetros del sitio de la cobarde agresión, dio cuenta del suceso a la Guardia Civil saliendo inmediatamente fuerzas del instituto en persecución de los criminales”.
ABC. Martes I de Agosto de 1933. Edición de Andalucía. Pág.24
Poco más se cuenta de lo sucedido y sería muy aventurado pensar en la razón de este atentado, aunque teniendo en cuenta que estamos en el año 1933 y que este rico hacendado fue alcalde de Setenil a principios de siglo (si no me equivoco), bien podría lo ocurrido ser fruto de la tensión social y política que vivía España y que pronto degeneraría en la Guerra Civil, el momento más trágico de nuestra historia reciente.
Viejos conflictos, antiguas reclamaciones, eternas e hirientes diferencias que ya por aquellos días de 1933 sólo tenían en las armas su vía de solución.
Sirva esta anécdota que le ocurriera a un antiguo personaje de este blog, que fue fotografiado desafiante allá por 1905 en la Posada de la Victoria cuando lo del Vivillo, para hacer la introducción a la segunda parte de La Causa General en Setenil, donde trataremos de conocer algunos de los datos que aparecen en estos papeles amarillentos por el tiempo, con la esperanza de que pronto puedan ser contrastados y completados con testimonios de aquellas personas que conozcan los hechos.
Si comparamos los documentos de La Causa General en Setenil con los de otros pueblos vecinos, podemos observar lo escaso de los datos aportados, máxime si podemos ver los de Olvera, Villaluenga o El Gastor, por ejemplo, donde los familiares de los fallecidos no omiten ningún detalle sobre los pormenores de la muerte de sus seres queridos. De esta manera, esa primera página que pasamos en la anterior entrada, pese a darnos unos datos precisos, deja en el aire una serie de cuestiones que sólo la memoria popular o familiar son capaces de dilucidar, como tantas cosas de la contienda que no aparecen en los archivos ni en los libros de historia.
Estos documentos están fechados el 3 de Octubre de 1942, con el membrete del Ayuntamiento de Setenil y del Partido Judicial de Olvera, firmadas por Don José Domínguez, como alcalde de Setenil y un secretario cuyo nombre no distingo.
Don José Domínguez fué un hombre muy popular en Setenil, pues llegó a ser Hermano Mayor de la VeraCruz.
Sea como fuere tenemos una serie de nombres en la lista donde destaca lo reiterativo de los apellidos, pudiendo entenderse que algunos pudieran ser hermanos, aunque no tengo más información para precisar este dato. Así tenemos a Pedro Guzmán Zamudio, 64 años, labrador, Nicolás Guzmán Zamudio, 58 años, propietario, José Guzmán Zamudio, 49 años, propietario y Francisco Guzmán Zamudio, 60 años, labrador. Este último aparece señalado con 2, pues luego aparece otro Francisco Guzmán Zamudio también de 60 años y labrador. Ignoro como digo si estos señores eran hermanos, aunque queda claro su parentesco.
Todos están adscritos como miembros de partidos de derecha y fueron asesinados el 24 de agosto de 1936 en El Puerto del Monte, aunque algunos de ellos son muertos en el término de Ronda, al igual que los zapateros Francisco Martín Barea, 57 años, y Marcelino Martín Avilés, de 24 años, el propietario Enrique Zamudio Ortega, 59 años, y los labradores Manuel Izquierdo Marín, (2)5 años, Francisco Ferrnández Guzmán, 30 años, Antonio Tirado Vargas, 45 años, José Porras Cueto, 60 años, y Francisco Tirado Vargas de 53 años.
En esta lista aparece el nombre de Pedro Guzmán Zamudio, labrador de 64 años, que si no me equivoco, no es otro que aquel muchacho que en 1905 fue secuestrado en la Cañada del Boquerón por Joaquín Camargo “El Vivillo”, y que fuera retratado por el reportero Campúa para la revista Nuevo Mundo. Casualidades de la vida; quien le iba a decir a estos dos señores, al periodista y a Don Pedro, cuando la noticia era lo de las fechorías de un forajido por estas sierras del sur, que treinta años después los dos serían asesinados en parecidas circunstancias.
Dejo para el final a Sebastian Guzmán Carrasco, labrador de 32 años, que pese a ser conocida la terrible muerte que tuvo a manos de sus verdugos, donde se cuenta que su cuerpo fue atado a la cola de un caballo y arrastrado desde sus tierras hasta el pueblo, el acta de la Causa General nada dice del asunto. Se señala, como en los otros cinco casos, que su cuerpo fue encontrado en Ronda. Quizás los declarantes generalizan el lugar, para evitar dilatar el procedimiento, y cuando se dice en Ronda, muy posiblemente señale los diferentes lugares del término rondeño donde fueron encontrados los cadáveres, en contraposición de los otros trece cuerpos que fueron encontrados juntos el mismo día en El Puerto del Monte. Es una suposición mía.
(aclaracion: el libro "Socialistas de Torre Alháquime" aportará datos a este suceso).
Como pueden comprobar, Sebastian Guzmán Zamudio, antiguo alcalde de Setenil, primo de Don Pedro y posiblemente padre del desafortunado muchacho del que hablamos, no aparece en la lista. Quizás, por el hecho de no dar con él, los verdugos se cebaron en su hijo. (
aclaración: leer comentarios)
En la penúltima página del atestado, bajo el epígrafe de
“Setenil; Relación de tormentos, torturas, incendios de edificios, saqueos, destrucciones de iglesias y objetos de culto, profanaciones y otros hechos delictivos que por sus circunstancias, por la alarma o el terror que produjeron deban considerarse como graves, con exclusión de los asesinatos, que fueron cometidos en este término municipal durante la dominación roja”, tenemos una breve referencia a los incendios y la quema de santos:
“El día 24 de Abril de 1936, con motivo de una manifestación que celebraron los elementos marxistas, destrozaron estos todas las imágenes de las iglesias de esta villa y objetos de culto, cuyos daños fueron [instipreciados] en más de 400.000 pesetas, y los restos que quedaron e imágenes que sufrieron poco daño fueron metidos en dichas iglesias, las cuales fueron quemadas por la horda marxista durante el tiempo en que este pueblo estuvo en su poder”.Como pudimos ver en aquella entrada de la quema de santos, la impresionable imaginación de unos niños y un muchacho eran más pródigos en detalles que la frialdad del atestado.
De la autoría de estos hechos ya hablamos en la anterior entrada, pese a que poco se dice en la Causa General; elementos anarquistas de Málaga y su provincia, muy probablemente de Ronda y Benaoján y Montejaque. Al respecto hablar del artículo “
Resistentes y Refugiados: La militarización de la Columna Pedro López en San Pedro de Alcántara, 1936” de Pablo Benítez Gómez, donde se dice que
"Previa a la caída de Ronda, los hermanos López Calle contaban con un grupo de milicianos que fueron responsables de la defensa y contraataque de algunas zonas de la Serranía de Ronda, Olvera y Setenil, además de intervenir en pueblos de la serranía gaditana como Villaluenga del Rosario o Grazalema". Estos hermanos eran naturales de Montejaque y el grupo que crearon fue el germen de la famosa Columna Pedro López
, "responsable del papel desempeñado en la contención de los frentes hasta el inicio de la ofensiva sobre Málaga, así como su responsabilidad en la violencia política en la zona bajo su dominio". Supone este artículo de Pablo Benítez Gómez un elemento indispensable para conocer la situación político- militar en la Serranía de Ronda durante la Guerra.
Muy posiblemente, este destacamento fuera el responsable de muchos de los hechos que aquí se relatan.
(el libro "Socialistas de Torre Alháquime" aportará nuevos datos sobre los responsables de muchos de estos sucesos).
Quedan muchas cosas por contar, detalles que como decimos no aparecen en la Causa General ni en los libros. Historias de personas que pudieron huir, que se salvaron milagrosamente de una muerte segura, alguno que en el último momento y apuntado por una pistola suscitó la compasión de su verdugo y salvó la vida, de niños que sollozando se agarraban a las piernas del padre para que no se lo llevaran. Casos de solidaridad, como la de aquel destacado político republicano que salvó la vida de algunos paisanos setenileños perseguidos escondiéndolos en su propia casa. Luego, alguno de estos tuvo la ocasión de devolverle el favor, porque como ustedes bien saben, esto no ha hecho más que comenzar y pronto habrá otros verdugos y nuevas víctimas; manchas de sangre en las encaladas paredes del cementerio y largas listas de setenileños muertos por esas cárceles de Málaga y Jerez. Más asesinatos, más viudas y más huérfanos que unir a los anteriores. Lamentablemente esa es otra historia.
Para saber más:
“
Resistentes y Refugiados: La militarización de la Columna Pedro López en San Pedro de Alcántara, 1936” de Pablo Benítez Gómez
La Causa General y Terror Rojo en Setenil (1) (Setenil Rural)La quema de Santos en Setenil (Setenil Rural)Para saber más:
"Víctimas de la violencia revolucionaria en la retaguardia republicana gaditana (1936)". Fernando Romero Romero. Grupo de Investigación "Patrimonio Documental y Bibliográfico de Andalucía y América"