De CARTELES |
Es de corrido Francisco García "Perucho" el personaje setenileño más ilustre. Así aparece al menos en las páginas Web que hablan de Setenil, sin llegar a detenerse mucho más en la vida y milagros de este paisano nuestro dedicado a los toros, y cuyo verdadero mérito no resulta otro que ser uno de los primeros toreros de la historia en morir en la plaza. Cierto es también que Francisco García es uno de los primeros espadas de la historia de la tauromaquia, allá en la frontera de los Siglos XVIII y XIX, cuando Pedro Romero y Pepe-Hillo ponían las bases de lo que con los años se convertiría en la Fiesta Nacional.
Nos encontramos pues en los albores de la tauromaquia, en un momento quizás donde el toreo a pie, ejecutado por mozos de cortijos y mataderos, ya ha desbancado al aristocrático toreo a caballo, y los primeros maestros de la fiesta le dan el prestigio y la reputación que aún no tenía. Comienzan a definirse por aquellos entonces dos escuelas; La Rondeña, con un estilo sobrio y austero, y la Sevillana, más preciosista y espectacular.
Quizás, por proximidad, pertenecería nuestro Perucho a la primera escuela, La Rondeña, aunque lo cierto y verdad es que coincidió con la mayoría de las grandes figuras. Así, Rubén Amón imagina un hipotético cartel del siglo XVIII, en su artículo "Francisco el de los Toros", para La Revista de El Mundo:
"EL CARTEL DEL XVIII. Costillares, inventor del volapié, Pepe-Hillo, torero
pinturero y alegre, y Pedro Romero, que lidió más de 5.000 toros, fueron los
matadores de la época, pero además de ellos adquirieron cierto protagonismo un
hermano y un primo del propio Romero, Pedro y Juan, el malogrado Francisco
García, Perucho, el sevillano Francisco Garcés y dos espadas gaditanos unidos
por el apellido: Jerónimo José Cándido y José Cándido Expósito".
Para hacernos una idea de lo que era el toreo en aquellos entonces, resultan muy ilustrativas las serie de Francisco de Goya dedicadas a la Tauromaquia, donde se representan todas las suertes de la lidia, y que de la misma manera que otras series del genial aragonés, son capaces de impresionar al observador, pues representan todo el espectáculo, el dramatismo y la tragedia de la fiesta de los toros; Acto simbólico y teatral que encierra en sí mismo lo malo y lo bueno del alma de la condición humana.
Siven como digo estas láminas para entender esta tauramaquia del XVIII donde se desenvolvía Perucho, cuya vida, pese a lo notorio de su oficio, esconde más suposiciones que hechos constatados, siendo la circunstancia dramática de su muerte lo que hizo que su nombre perdurase en los anales del toreo. Así pues, aparece el diestro setenileño en el Cossío, auténtica enciclopedia del toreo, aunque será D. Juan J. Zaldívar en "Víctimas del Toreo", quién aporte algo de luz a la vida de Perucho, pese los pocos datos fidedignos que ha podido manejar.
Según este prestigioso aficionado del Puerto, Francisco García, debió nacer entre los años 1740 y 1745 en nuestra localidad, aunque lo corriente de su apellido y la ausencia del segundo hacen muy difícil su rastreo en los archivos parroquiales de Setenil.
Se sabe que fue un torero extremadamente valiente, aunque su falta de técnica hacía que estuviera unos peldaños por debajo de Pedro Romero o Pepe-Hillo, que no hay que olvidar son considerados como auténticos pilares de la tauromaquia. No se le conocen actuaciones en la Real Maestranza de Sevilla, y pocas corridas en Madrid, aunque no se le debe considerar como un torero localista que sólo torea en su zona de procedencia, ya que se le conocen actuaciones por Castilla y Levante. Así pues, Perucho adquiere cierta fama, que lo hace compartir cartel con las principales figuras del momento. El mismísimo Pedro Romero comenta en una carta; “El año que fue Perucho a Madrid de espada, fue a Valencia conmigo, y allí le maté al dicho un toro y en Orihuela le maté otro”. Según el autor portuense Zaldívar, pese a que Romero no cita el año de estas circunstancias, “podemos suplir esta omisión por constarnos que fue el de 1778, en que sirvieron las corridas de la Corte Juan Romero, de primera espada; Pedro, de segunda, y Perucho, de tercera; único año de que tenemos noticia que en esta Plaza torease el diestro gaditano”
Sea como fuere, lo que si queda claro, más por la tradición que por la presencia de documentos que lo aseguren, es que el 8 de Junio de 1801, en Granada, el toro Barbero de la Ganadería utrerana de Juan J. Bécquer, le da una cornada en la axila derecha causándole una terrible herida que le provoca la muerte tras veinte días de agonía.
Pese a la dificultad de encontrar documentos que atestigüen la noticia, en gran medida debido a la desaparición de los archivos antiguos de la Maestranza granadina, Zaldívar asegura la existencia de un grabado de la época con tres momentos de la cogida, lo cual puede considerarse una auténtica prueba de que la tradición es cierta.
Lamentablemente no he podido encontrar estos grabados, y estas láminas que colocamos en la entrada se refieren a la cogida y muerte de Pepe-Hillo, hecho que ocurrió un mes escaso antes de la cogida del diestro setenileño.
Hasta aquí lo poco que puedo contar de nuestro ilustre paisano Francisco García “Perucho”, un valiente torero de la época en que los grandes monstruos de la cosa cimentaban los pilares de la Fiesta Nacional, y de la que nuestro Perucho no hizo más que escribir con sangre y coraje parte de su historia.
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Para saber más:
¿Quién fue el primer lidiador víctima del toreo?La Gacetilla taurina; Don Juan José Zaldívar Oretega, Nº 56. 827 de noviembre de 2006)
Toros notables; 56.1Barbero. Don Juan José Zaldívar Ortega. Entrega nº 42 (12 de Febreo de 2007)
Víctimas del toreo. Toreros (Perucho) Don Juan José Zaldívar Ortega. Puero de Santa María. Julio 2009
Francisco García "Perucho". Wikipedia
Historia de las Ganaderías de lidia y Ganaderos. Escrito por Luis López Martínez. Ganadería Juan J. Béquer.
Historia de la Tauromaquia. Pepe-Hillo. Pedro Romero. Wikipedia
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