viernes, 29 de abril de 2011
Sobre la tromba de agua en Setenil
jueves, 28 de abril de 2011
Setenil en las Respuestas Generales del Catastro de la Ensenada (I)
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Abordar una investigación exhaustiva y pormenorizada del Catastro, incluso particularizada a una pequeña Villa como era el Setenil del XVIII, supone una labor de gran calado que escapa a mis posibilidades e incluso al objetivo de este blog, máxime si a nuestro alcance tenemos una publicación como Arriate en el Siglo XVIII, de Sergio Ramírez González, de la Editorial Serranía, y que supone uno de los trabajos más extensos, exhaustivos y conseguidos sobre la vecina localidad malagueña desde luego, y sobre toda la Serranía de Ronda.
Leyendo esta obra comprendemos la complejidad que supone indagar en la estratificada sociedad del Antiguo Régimen. Son muchos los matices a tener en cuenta y pese a la ingente cantidad de documentos sobre la época, siempre habrá detalles que escapen a nuestras pesquisas.
Dejaremos por tanto a los especialistas esta labor, pero no por ello nos quedaremos con las ganas de curiosear un poco por esos antiguos legajos de una prosa técnica y añeja, donde salen nombres, fechas, datos, curiosidades e incluso dibujos. Desde luego acercarnos a las Respuestas Generales del Catastro de la Ensenada supone abrir una ventana al Setenil de hace tres siglos.
El extracto que presentamos hoy, corresponde a las primeros seis páginas del documento (Serían tres copias digitalizadas). Las respuestas generales de los pueblos suelen comenzar con la fecha, los datos del Juez Subdelegado encargado de la instrucción, para seguir a continuación con los cargos públicos de la Villa y los peritos nombrados, así como el sacerdote encargado de tomar juramento.
En las disposiciones del catastro queda expresamente dispuesto que al eclesiástico no se le tomase juramento. En este caso, se trata de un cura sustituto del titular (theniente cura) y los presentes juran ante la Cruz.
Imaginamos la solemnidad el acto, quizás en la Antigua Casa Consistorial dela Villa, bajo ese artesonado mudéjar que da fe de la conquista a los moros por el 1484, y a todos esos señores serios y circunspectos rodeando la Cruz. Su vida cotidiana, su futuro y el de sus paisanos dependían en gran medida de las respuestas que le dieran al Juez Instructor.
Respuestas generales dadas de la Justicia y los peritos nombrados de ella
En la Villa de Setenil a 24 días del mes de septiembre , de mil setecientos, cincuenta y dos (...) el señor Don Juan de Perea Juez subdelegado por el M. I. Señor Marqués de Campoverde, intendente general de este Reino de Granada para la justificación de los caudales en que debe consistir una sola contribución en consecuencia de lo mandado en los autos particulares y el proveido a hojas ocho vuelta y de lo proveido en los capitulos quarto y quinto de la (R instrucción por ante mi el presente servicio) juramento por Dios Nuestro Señor y una señal de la cruz en forma de (cetro) a los señores Don Bartolomé Villalón Delgado, Don Alonso Pasillas Quijada, alcaldes ordinarios, Don Fernando Cabrexas y Andrade familiar Alguacil Mayor del Santo Oficio de la Inquisición de este reino, Regidor Perpétuo, Don Francisco Julian de Molinillo que lo es también Don Francisco Villalón Delgado Regidor Anual, Don Joseph Montero Alguacil Mayor, Diego Antonio de Almagro ss de Cavildo, y Concejo de esta villa, Don Juan Joseph de Mesa, Don Francisco Joseph de Molinillo, Don Juan Sánchez Zamorano, Don Laureano Vicente Gamero y Lorenzo Vastida (...) de albañil expertos nombrados para que respondan a las preguntas generales, unos electos por la justicia, y otros nombrados por su merced, los cuales habiendo jurado la presencia de Don Francisco Guzmán Beneficiado de la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación de esta villa, (theniente) de cura por ausencia de Don Manuel Justo Cornejo, Cura de la (dicha), y de dicho Señor Juez ofrecieron decir la verdad, y siendo preguntados al tenor del interrogatorio impreso letra A dijeron lo siguiente...
En próximas entradas conoceremos las respuestas que las autoridades setenileñas dan a las preguntas del Catastro.
Fuentes:
Respuestas Generales. Catastro de Ensenada. Ministerio de Cultura. Gobierno de España
Arriate en el Siglo XVIII. Sergio Ramírez González. Editorial Serranía
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martes, 26 de abril de 2011
Ad Septem Milia: Setenil Antiguo
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Portada del Blog Ad Septem Milia: Setenil Antiguo |
Crónica de la Semana Santa 2011
El jueves, el Amarrao hubo de permanecer más de una hora refugiado en las Cuevas de la Sombra mientras su Virgen volvía atrás por la calle Alta. Carreras de penitentes guardando enseres en casas particulares y madres recogiendo a sus pequeños empapados.
El Silencio no tuvo problemas, pero recorrió unas calles de Setenil mojadas y frías.
El Viernes Santo, la lluvia que cayó durante toda la mañana alternó con claros y momentos de auténtico calor a primeras horas de la tarde, así que, tras largas deliberaciones, Padre Jesús salió a la calle para tener que refugiarse en las Cuevas mientras que su Virgen lo hacía en El Callejón, produciéndose imágenes inéditas al tener que volver esta imagen por sus propios pasos, bajar el pecho de la Plaza en pleno aguacero, encontrarse con el trono del Nazareno en la cuesta y entrar en tropel en San Benito. La verdad es que casi nos matamos por la cuesta. Una escena dantesca y surrealista.
Por la noche, la procesión del Santo Entierro pudo lucirse, siendo la única a la que no le sorprendió la lluvia en su itinerario.
Lo del Sábado Santo no tiene nombre: Toda la tarde noche lloviendo, y por primera vez en su historia la Soledad y los Negros se quedan sin salir. Llantos en la iglesia, aglomeraciones y momentos de gran emotividad cuando la mantillas y el resto de hermanos rodearon a su Virgen para cantarle y rezar el rosario. Luego, la banda de Trebujena nos deleitó a todos con parte de su repertorio dentro de San Benito.
Musicalmente hablando, como es natural, la cosa quedó descafeinada, al no poder lucir los Negros sus dos bandas emblemáticas; La Legión y Regulares de Melilla. Al menos pudimos escuchar a la de Trebujena, quizás lo mejor que ha venido a Setenil en los últimos años. En la procesión del Santo Entierro descubrimos una muy buena banda también de a provincia, concretamente de Vejer, y el Domingo de Resurrección quedamos gratamente sorprendidos con la Banda de Gaiteros de la Diputación de Orense, preciosa y muy original, de la que disfrutamos todos los setenileños hasta que entre muñeiras y otros bailes regionales, La Virgen y el Resucitado incluidos, el personal hubo de salir por piernas huyéndole a la tromba de agua que se presentó de repente. Más carreras y de nuevo tronos y penitentes corriendo para no mojarse. Greeras en las Cuevas, donde la caída de unas pitas destrozó un coche, y en la Cooperativa de Aceite donde se desprendió parte de la calzada.
El Lunes, por si acaso aún quedaba algún santo en la calle, tromba de agua, granizo y riada, sótanos inundados, calles y tramos de carretera cortados, salidas de Protección Civil, bomberos y policía, y es que la naturaleza parece haberse vuelto loca.
¡Salud!
miércoles, 20 de abril de 2011
Una instantánea muy peculiar
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Domingo de Resurrección. 6 de Abril de 1969. Miguel Martín |
Este hecho trivial, que hubiera quedado en una simple anécdota destinada a olvidarse en el tiempo, supone sin embargo un dato que se recuerda nítidamente en mi familia; En esa lluviosa tarde del abril de 1969, después de una larga enfermedad, finiquitaba sus últimos instantes de vida mi abuelo José Villalón. En su agonía, aún le quedaron fuerzas para asomarse a la ventana de su habitación y persignarse al paso del trono de su Padre Jesús Nazareno, para resignarse a morir, como si de un rito se tratase, justo después de que pasara por la puerta de su casa Jesús Resucitado.
martes, 19 de abril de 2011
Boletín de Los Negros. Semana Santa 2011
Presentación
Este boletín que tiene entre sus manos, que por fin está listo, es el resultado de un ingente trabajo realizado por los miembros de Esta Hermandad. Por el ya lejano mes de noviembre nos planteamos editar una publicación en la que todos los negros tuvieran voz, expusieran sus inquietudes, su manera peculiar de sentir y de vivir la Hermandad, que pusieran negro sobre blanco todas esas ideas, sugerencias, proposiciones, y por qué no, sus quejas sus críticas, sus propuestas de mejora Sólo pactamos una condición, el tema único era la Hermandad y su Semana Santa. Durante estos meses hemos hablado con unos y con otros solicitando su colaboración, gracias a los que nos la han prestado y gracias también a los que por una razón u otra no lo han hecho este año, seguro que en años venideros si lo harán.
Al tener la maqueta a punto de imprimir el sentimiento es de clara satisfacción, los escritos, las fotografías, las sugerencias son formidables, y lo son porque casi todas se han escrito desde el corazón, y se han escrito con tinta negra sobre papel morado, y de esa manera ¿cómo puede estar algo mal escrito? Los negros y negras no se han limitado a relatar hechos, a contar batallitas, han abierto su alma al mundo y nos han explicado porque la Hermandad es tan importante para nuestras vidas. Han contado lo que sienten, lo más sencillo, lo más sublime, lo más natural de nuestras vidas, nos han expresado lo que para cada uno es ser negro, como dice una negra en el artículo del Besapies del Señor, lo más sencillo es la más bello. Nos han hablado de ellos y ellas y de sus familias, de esas familias que son las nuestras en esta gran familia que somos los negros.
La mayoría de los artículos rezuman amor a la Hermandad, a Nuestro Padre Jesús Nazareno y a Nuestra Señora de la Soledad, están llenos de la alegría de ser negro, como decía aquella anciana, de ser negro por la Gracia de Dios. Los escritos describen la satisfacción por ser de Esta Hermandad y también nos hablan de la necesidad de seguir avanzando, mejorando, de ser cada vez más una Hermandad, nos hablan de que a los pies de Padre Jesús y entre los Brazos de la Soledad no caben disputas, polémicas y discusiones baldías y estériles que nos alejan de nuestro verdadero fin, vivir y actuar como Él nos enseñó.
Gracias a los anunciantes, sin ellos no hubiera sido posible sacar el proyecto adelante y a los grupos que han contribuido sin querer aparecer en la publicación. Gracias a todos los colaboradores, a los que nos han cedido sus fotos, Loli, Mario, Pedro, Rafa. Gracias a ese Hermano especial que tanto ha trabajado. Gracias a la Revista Alfa y Omega por cedernos ese cuento tan bonito y a D. Antonio Burgos por poder contar con su ingenio, su inteligencia y su profundo conocimiento de la Semana Santa. Gracias a todos los negros que con su interés y su aliento nos han ayudado a superar esos momentos en los que el tanto trabajo te hace dudar de poder finalizarlo.
Hemos terminado este boletín y empezamos a pensar en el próximo, a buscar más datos, más fotografías, más vivencias, más sentimientos y sobre todo más negros y negras que enriquezcan este canal de comunicación que es el Boletín Nazareno y Soledad.
Que nuestro Padre Jesús Nazareno y su Santa Madre Nuestra Señora de la Soledad les colmen de Gracias y felicidad.
El Hermano Mayor
lunes, 18 de abril de 2011
Visita recomendada
Siempre hay una primera vez (II)
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Siempre hay una primera vez (II)
Recuerdo una escena de mi infancia tan nítidamente como si fuera hoy mismo. Tendría yo seis o siete años, cuando mi madre me dejó a cargo de mi abuela mientras ella subía a la iglesia por la calle Triana. En la oscuridad y silencio de la noche algo me despertó. Tenía miedo y nadie atendió a mis llamadas, pero la curiosidad de saber de donde venía una extraña melodía me hizo salir de la cama.
Puede que fuera el inusual y repentino silencio, quizás la negra oscuridad en la que se sumió mi habitación, lo más seguro es que fueran las guturales notas del Miserere que, retumbando entre las piedras, sonaban en la noche como el coro en una catedral, el caso es que desvelado me levanté para asomarme a la ventana.
Desde la habitación podía distinguir extrañas luces que, reflejadas en los tajos de la Cantarería, dibujaban enigmáticas imágenes y figuras que alucinaron mi imaginación. Con mis pocos años, nada sabía yo del Jueves Santo, sólo un día más, una noche de tantas y que algo extraño e inusual ocurría fuera. Poco a poco, fantasmagóricos seres con la cara tapada dan la curva y encaran el inicio de la Calle Ronda. Sólo se oye el rítmico arrastrar de pies descalzos sobre el suelo e inquietantes y acompasados sones de ininteligible significado. La perturbadora procesión pasa en silencio. Un grupo de hombres porta una cruz liada en un sudario blanco, alumbrados únicamente por una escolta de antorchas resplandecientes. La comitiva para bajo el balcón de la casa mientras una señora se le acerca y vierte un líquido sobre la mortaja, luego prosiguen con paso quedo mientras reanudan su canto, tristes, obedientes, rompiendo el velo de la noche y llevándose con ellos el silencio y la oscuridad, como el gótico decorado móvil de una función espectral de la que son actores.
Nadie que haya visto por primera vez la Procesión del Silencio puede permanecer indiferente ante esta expresión ancestral y primigenia de la religiosidad popular, que poco o nada a perdido de su forma original, aquella en la que los setenileños de hace tantos siglos bajaban a Cristo yaciente desde la ermita de San Sebastián.
Quizás la mayoría tengamos una imagen semejante a esta que cuento de esa primera vez que la vimos. Puede que, como me pasó a mí, lo hicieran medio dormidos desde la ventana de su habitación, puede que la vieran en la calle refugiados entre los brazos de sus mayores, pero estoy seguro que esta dramática escena, esta representación con sus imágenes, olores y sonidos, quedaría grabada en su memoria para siempre.
Indefectiblemente escuchar los sones del Miserere me retrotrae a las calles de Setenil, a los olores y sonidos de la incipiente primavera, al gusto de una templada noche bajo la luna llena, a las llamadas de los ruiseñores entre los tajos y por que no, a lo inquietante y misterioso. El Miserere, como melodía única y primordial, es Setenil mismo.
Muchos años después de aquella experiencia, tuve ocasión de acompañar a ese Cristo liado en el sudario desde la iglesia a la ermita de San Sebastián. Aún se realizaba el acto en una estricta intimidad. Recuerdo el frío de la noche, la luna colgada en el firmamento, el silencio y respeto de la gente. Pude portar la cruz y asistir al rezo en la ermita. Fue una experiencia extraordinaria que me hizo comprender lo ancestral de un rito inalterable en el tiempo, como si hubiera sido conservado en ámbar, fui partícipe de una escena evocadora, espiritual, romántica si queremos denominarla, ser actor en definitiva de esa función. Consciente de haber asistido a algo irrepetible, quizás recordara mientas bajaba por el Peñón de los Enamorados aquella lejana noche cuando siendo aún un niño, me asomé a esa ventana de mi habitación y sobrecogido vi pasar por primera vez en mi vida la Procesión del Silencio. Estoy seguro de que parecidas sensaciones embargaban el ánimo de todos mis acompañantes.
(Rafael Vargas Villalón. Setenil. Enero 2011)
(Publicado en la revista Vera+Cruz 2011)
(Foto: Revista Vera+Cruz)
viernes, 15 de abril de 2011
Padre Jesús Nazareno en las calles de Setenil
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jueves, 14 de abril de 2011
La patirroja
miércoles, 13 de abril de 2011
Pregón y presentación de la revista Vera+Cruz 2011
lunes, 11 de abril de 2011
Los Villalones: Una pedanía de Ronda
viernes, 8 de abril de 2011
Presentación del Blog "Setenil; Historia y numismática"
jueves, 7 de abril de 2011
Las Semanas Santas de Setenil
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Las Semanas Santas de Setenil
Cuando echa uno la mirada hacia atrás y nos ponemos a recordar las Semanas Santas de nuestra infancia y juventud, nos damos cuenta de los buenos momentos vividos durante esos días de primavera y cuantas sensaciones y recuerdos de alegría y camaradería hemos compartido durante un día de sol radiante o bajo una inmensa luna llena. ¿Quién de nosotros no ha tenido un momento tan señalado en su vida, que no hace más que desear que llegue el año siguiente para volver a vivir algo semejante? Este momento es para muchos la Semana Santa, una fiesta tan especial que transciende cualquier campo en la que la queramos encasillar.
De hecho, según la tradición cristiana de la que somos herederos, la Pascua es un momento de penitencia, donde celebramos la muerte y resurrección de Jesucristo, por tanto se nos exige constricción y recato, y sin embargo, pese a los indudables momentos piadosos y de compostura que le son propios, la Semana Santa andaluza, a diferencia de la castellana por no irnos muy lejos, es un periodo particularmente festivo y alegre. ¿A que se debe esta presunta incongruencia?
Analizar esta situación puede llevar a adentrarnos en aspectos históricos y sociológicos más allá de lo que la extensión de este artículo permite, pero tratando de sintetizar diremos que se trata de un fenómeno realmente antiguo, mucho más quizás que el propio nacimiento de Jesús.
La Pascua tiene lugar el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera del hemisferio norte, y literalmente viene a significar paso, es decir, avance en el tiempo para dejar atrás el invierno y meternos en la primavera. La Semana Santa por tanto ha sido un momento de festividad donde las culturas antiguas celebraban el fin de los meses oscuros y la llegada de la primavera, con la consiguiente regeneración de la vida y la naturaleza. Es en primavera cuando la tierra se cubre con un manto verde, retoñan los árboles, nacen camadas y nidadas, empieza a brotar la siembra ¿Duda entonces alguien de que no merece la pena celebrarlo?
Como decía al principio, los momentos vividos en la Pascua parecen perdurar en la memoria de una forma especial, ya que después del letargo invernal, como una metáfora de la primavera, la Semana Santa es una explosión de luz, color, música y sensualidad.
Siempre me ha llamado la atención la forma que tenemos los setenileños de vivir nuestra Semana Santa, donde un pueblo entero se vuelca de una manera tan singular a vivir y a celebrar. Es por estas fechas cuando se encalan las fachadas, se estrena ropa nueva, vuelven los parientes que están lejos, se abren las casas y se saca lo mejor de las despensas, y es que la mayoría de las procesiones en Setenil se celebra en unos horarios nada intempestivos, como si el comer, beber y disfrutar estuvieran ligados inexorablemente a las mismas.
En ningún otro lugar se disfrutan las bandas como sucede en Setenil, cuando blancos y negros rivalizamos de manera tan peculiar por traer lo mejor para nuestra hermandad. ¿Quién es capaz de negar que el corazón no se le sale del pecho cuando oye una banda entrando por Las Cuevas?
La Semana Santa de Setenil es una expresión de lo mejor de nosotros mismos. Es un reflejo del alma viva de un pueblo que sabe aunar como ninguno la fe y la devoción con la exaltación y la alegría de vivir, combinando en pocas horas el entusiasmo de ver una buena banda, con el comedimiento y misterio de alguna de las procesiones más singulares de Andalucía.
Así, la misma rivalidad entre negros y blancos forma parte de este juego, un espectáculo donde realzamos nuestras diferencias y la competición se entiende como algo inherente a la propia fiesta.
Fiesta, espectáculo y devoción; Que no le quepa a nadie duda de que nuestra Semana Santa sea hija de esta dualidad donde lo estrictamente religioso se encuentra con lo auténticamente festivo, sin que ningún aspecto se superponga al otro, pues suponen distintas formas de celebrar lo mismo. Privar a la Semana Santa de Setenil de una de ellas supone dejarla huérfana de lo que la hace tan singular.
Pronto los días se harán cada vez más largos y como todos los años, un ruiseñor llamará a su pareja entre los tajos para deleitarnos todas las madrugadas con su melodía, anunciando de esta manera el fin del invierno. Entonces la primera luna llena de la primavera aparecerá en el firmamento, y el corazón nos dirá que por fin vuelve la semana en que las cosas parecen perder su lógica. Por fin ha llegado La Semana Santa.
Rafael Vargas Villalón
(Publicado en la revista Vera+Cruz 2010)
miércoles, 6 de abril de 2011
La colonia de buitres en el Manchón de Rosas
lunes, 4 de abril de 2011
Domingo de Resurrección en Setenil a principios de los 80
Mi amigo Pepe me manda este vídeo familiar cedido por su padre, Don Antonio García Guzmán. Parece ser que estas imágenes están tomadas con uno de esos tomavistas en película super 8 que hoy son auténticas piezas de coleccionista.
domingo, 3 de abril de 2011
El estandarte de los Negros en Olvera. Año 1970
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En el año 1970 en la procesion de NTRO.PADRE JESUS NAZARENO procesionó en OLVERA el estandarte principal de la Hermandad de Padre Jesus Nazareno deSETENIL DE LAS BODEGAS, ésto sucedió gracias a las buenas relaciones entre las dos hermandades de pueblos vecinos,que con los mismos titulares y advocaciones mantenian una estrecha relacion.
Por un lado el Hermano Mayor de la Hdad.de Ntro Padre Jesus Nazareno de "Setenil "
D. ANTONIO CAMACHO y por otro D.FELIPE ACEDO TROYA Hermano mayorde la "hdad. de ntro padre jesus nazareno de Olvera", acompañados por otros dos hermanos de la hdad tuvieron una charla en la que el Hno. Mayor de Olvera pedia la cesion del estandarte para el desfile procesional de aquel año de 1970 y posterior guia para la confeccion de uno para la hdad olvereña, ya que el estandarte setenileño era muy hermoso y ademas coincidia con el escudo de la Hdad de Olvera.Despues de un desfile muy lucido y con la admiracion de los olvereños hacia el estandarte, obra bordada que gustó tanto a nuestra Hdad y pueblo en general, que se mando bordar uno por encargo, muy similar y basado en el de Setenil, que seria estrenado al año siguiente 1971.El señor Hno Mayor D.ANTONIO CAMACHO muy amablemente cedio el estandarte a la Hermandad de PADRE JESUS NAZARENO DE OLVERA, para que participara en el desfile procesional del año 1970.
A lo largo de todos estos años se sigue admirando el estandarte que partió del diseño de aquel que "vino" de SETENIL,siendo aquella junta de la Hdad muy agradecida, por la cesion y la amistad compartida durante muchos años.
Solo me queda añadir que tras 41 años de este momento de la historia de nuestras hermandades, queda en activo y como Hno Mayor. despues de casi 35 años D.JUAN ANTONIO CABRERA OLID , que entonces era un chaval muy pegado a la hdad y que ese día tambien acompañó a estos señores de este momento tan cordial y digno de recordar .
Un saludo ,de un hermano cofrade de la Hdad de Padre Jesus Nazareno de olvera, en este caso su segundo capataz de paso.
En OLVERA a 1 de abril de 2011
fdo. MIGUEL ANGEL CABRERA RUIZ
Un saludo también a ustedes, parientes. ¡Nos vemos en Semana Santa!