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Pese a no haber desempeñado nunca su profesión en Jerez, el hecho de que Sebastián Aguilera Villalón[1] fuera fusilado en esta ciudad, así como las circunstancias que rodearon su asesinato, son dos motivos que me han llevado a rescatar la historia de este maestro.
Los informes que he manejado no reflejan datos biográficos de Aguilera Villalón, tan solo que era oriundo de Setenil y que, según el informe de la Guardia Civil, podría haber sido fusilado en Octubre de 1936 “sin que se puedan precisar las causas”. Pettengui describe que era hijo de un zapatero y murió con 23 años[2].
Un documento de la Junta Municipal de Setenil le exculpa de haber desempeñado el cargo de interventor del Frente Popular, acusación que generalmente, como ya hemos visto, implicaba una sanción automática al expedientado.
El resto de informes de las autoridades locales no solo son favorables sino que presentan a Aguilera Villalón como un individuo “ejemplar”. El Padre de Familia describe que se le tenía “en muy buen concepto; socialmente era muy bien considerado y políticamente no se le conocía que perteneciera a ninguna agrupación política por dedicarse solo a la enseñanza”.
El esperpento llega en cuanto leemos el informe de la Alcaldía de Jerez, que contradice fulminantemente todos los anteriores:
“Maestro Nacional en Setenil, donde estaba considerado como comunista, teniendo referencias de que se hizo fuerte a las Tropas Nacionales a las que hizo fuego y siendo por ello detenido”.
Sin embargo, el posterior acta de la Comisión D) del día 6 de Noviembre de 1939 se referiría al caso de Aguilera Villalón en los siguientes términos:
“Vistos los informes de este Maestro en que no aparecen cargos concretos y hay algunos en que se estiman cualidades profesionales y sociales y que correspondía a los años de mil novecientos treinta y siete y treinta y ocho es criterio de esta Comisión no proponer sanción alguna por considerarlo en cierto modo como víctima de un proceso no bien esclarecido que determinó su muerte”.
Si la propia Comisión reconoció la inocencia de Aguilera Villalón ¿qué decir del informe de la Alcaldía de Jerez que le acusaba de disparar a las tropas franquistas? ¿Qué hay de cierto y de mentira? Desgraciadamente el secretismo que ya mencioné al comienzo de este apartado dedicado a los maestros fusilados nos impedirá conocer la verdad acerca de las causas de su fusilamiento. Por lo tanto considero muy arriesgado aventurarse en establecer hipótesis al respecto.
Posteriormente el Ministerio de Educación Nacional le “rehabilitará” en su puesto el día 27 de Mayo de 1940, es decir, cuatro años después de su asesinato.
[1] Archivo Histórico Provincial de Cádiz, Sección Instituto Columela, caja 29.998 y Archivo Municipal de Jeres de la Frontera, leg. 560, exp.13.224.
[2] PETTENGUI, JOSÉ: La escuela derrotada: depuración y represión del Magisterio gaditano en la Provincia de Cádiz (1936-1945), QUÓRUM Editores, Cádiz, 2005.
, p.112.
Un placer haberte ayudado y poder dar a conocer una historia tan dramática como la del maestro Sebastián Aguilera. Un saludo y enhorabuena por tu estupendo blog.
ResponderEliminarCarlos, lo tuviste que pasar mal escribiendo esta historia, pone la piel de gallina leerla. Salud y República.
ResponderEliminarSoy Sobrina de Sebastián Aguilera Villalón, historiadora y geógrafa por la Universidad de Oviedo. Mis padres emigraron a Asturias en la década de 1950. Os felicito por tener un blog que expone nuestra tragedia de la forma más clara y veraz que he conocido. Muchas gracias al historiador por investigar el pasado, la injusticia enorme que afectó a muchísimos maestros, sólo por estar a favor de los más desfavorecidos, apoyar a los que no sabían escribir y eran víctimas de la pobreza. Algún día la historia hará justicia a tantas familias que fueron destrozadas como la mía. Al sufrimiento siempre se le unió la lucha por la dignidad. GRACIAS
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