lunes, 31 de enero de 2011

Historias de cuando chico en Setenil (III)

El río a finales de los años 80
Un susto en el Río:

Ignoro la razón por la cual ese día me dió andar descalzo por el río, el caso es que me quito los zapatos y cojo contracorriente para tratar de pasar por debajo del puente. Poco a poco se hace más profundo y cuando paso junto a la casa de mi abuela, me doy cuenta de que está asomada a la ventana de la cocina:
-¡Rafael! ¿Qué estás haciendo?
Y yo del susto me caigo de espaldas en el agua con zapatos y todo. No podéis imaginaros la tunda que me dieron cuando llegué a casa.

Por una antigua enemistad:

Esa tarde de verano hay comilona en el bar. Toda la familia y muchos amigos y vecinos. Los viejos se sientan juntos, los niños no paran de jugar y de pedir refrescos, mientras que los hombres se afanan en preparar la paella, como está mandado.
Por la puerta de la Calle Ronda entran un joven con su madre mayor que son familia de los anfitriones. La señora y su hijo ven a dos ancianos sentados en una punta de la mesa, se quedan paralizados por unos segundos, dan las buenas tardes y se largan. Los ancianos se sienten responsables de esta situación tan violenta, así que piden excusas a todos los asistentes y sin probar bocado también se van.
Viejas rencillas, disputas que se pierden en el tiempo. Desde luego que hay cosas que no se olvidan.

El deporte es salud:

Gran desafío en el campito de fútbol del río, justo bajo la parada. De un lado y jugando como locales Las Escuevas Junior; Alfonso, Javi, Jose Antonio, Rafael y yo mismo entre otros. Por otro lado y como visitante El Cerrillo Chico, con el Pintiño, El Chuster, Antoñito etc. Sin comentarios; Partido de alto riesgo en las mismas entrañas de Setenil.
Ocasiones por ambos lados, Fútbol diagonal por una de las bandas, por que por la otra estaba el río y no se podía pasar, patadas, golpes, lesionados. Partido parado por el continuo desagüe de una alcantarilla. Yo empiezo de centrocampista pero acabo de portero porque al titular lo llama la madre y tiene que abandonar. Al final 3:2 para nosotros, pero el equipo rival no acepta el resultado y después de unas palabrillas (querido amigo no fue un empujón, fue carga legal...pues entonces lo mío no fue una patada, sino una toma de contacto fortuita etc, etc. Entonces los niños estábamos muy preparados) nos liamos a pedradas, ellos desde el Puente y nosotros desde la bajadilla. Balance; dos escalabrados por bando y un niño castigado.

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