Verde como los campos de Setenil, aunque mañana estén secos y polvorientos, y verde como el verde que te quiero verde que dejó dicho el poeta.
Dos años ya que salimos a la calle con aquello de "que ver" y“que visitar” en plan guía turística y que poco a poco se nos ido de madre y nos ha salido por peteneras, que no se yo muy bien el rumbo que lleva esto. Y cuando marcas Setenil en el buscador a la tercera salimos nosotros, y tenemos más seguidores, más visitas, y sin embargo mi vecina no puede leer las cosas que pongo porque aún no tiene Internet. Y muchas veces se me hace agotador plantarme delante de ese espacio en blanco, otras no se me ocurre nada y pienso que lo dejo y otras tengo ganas de escribir, pero para gritar las cosas que veo, y pienso que es más prudente callarse y esperar a que pase la tormenta hasta que vuelvan sagaces periodistas, bandoleros románticos, valientes caballeros o bellas anarquistas a vagabundear por mi cabeza.
Y un día se nos cae la iglesia, otro se seca aquella majestuosa encina que antaño se levantaba a las puertas del pueblo, mañana se tirarán los tajos para que podamos llegar con mayor facilidad a nuestro destino y poco a poco, Setenil se nos convierte en un pueblo turístico, y yo no se si es el mismo que conocí cuando chico o soy yo que perdí la capacidad de impresionarme. Ya no existe ese río de mi infancia, ni aquella casa, ni el puente de piedra y aquellos viejos que parecían eternos fueron desapareciendo como sin darnos cuenta, llevándose con ellos ese Setenil romántico y primitivo.
Ya sólo nos queda visitar las viejas ruinas donde antaño orgullosa se levantaba una ciudad, recordar los ecos de batallas olvidadas, husmear en archivos polvorientos donde se describen pleitos, litigios y cédulas reales, curiosear quizás en las crónicas de viejos periódicos o pasearnos por La Clica para imaginar como sería aquel Setenil antiguo y primigenio, que surgiendo de los abismos de la tierra, tocaba con la punta de los árboles las nubes del cielo. Pienso que eso nos queda, imaginar el pasado, ese lugar donde seguro se encuentran las claves del presente y las bases para el futuro, y no permitir, no dejarnos caer en la insoportable mediocridad que nos quieren vender, porque entonces nos daremos cuenta de que nos la han metido doblada.
Y entonces, agarrense porque lo que voy a soltar no tiene desperdicio...Y entonces, paseando por el campo en una tarde cualquiera me doy cuenta de que el campo está verde y los almendros están floreciendo, de que los arroyos de las últimas lluvias han dejado al descubierto cuevas y tajos. Los calices sobrevuelan El Torreón y los Buitres recortan los cielos azules, un día me dejan una vieja fotografía donde sale mi padre y un anciano me cuenta una historia que le pasó de joven. Paseo por Las Cabrerizas, subo por El Carmen y por simple casualidad descubro una callecilla en el Cerrillo que no había visto en mi vida, y entonces me apetece ponerme a escribir y pienso; Quizás no haya perdido aún la capacidad de sorprenderme.
¡Salud! y gracias a todos
...ni Setenil de impresionarme.
ResponderEliminarHas ido mejorando con el tiempo y el contador de visitas da fe de ello. Eres muy elocuente al redactar tus historias, algunas de ellas muy trabajadas. Enhorabuena por tus dos años de blog.
ResponderEliminarRafa, la primera vez que hablamos sobre este blog, pensé que era imposible que nuestro pueblo pudiera dar tanto de si...Después de dos años, el blog nos sorprende a cada entrada...no sólo descubres Setenil a la gente de fuera sino también a muchos de nosotros. Sigue asi.
ResponderEliminarSaludos.
Me has puesto un poco melancolico, con el cambio del pueblo y recordando todas esas cosas que de chiquillos que soliamos hacer cada cual en su calle, con su gente. Al fin y al cabo, todos corriendo por las calles de Setenil jugando todos juntos a "palos", unos tiempos y unos lugares, que gracias a ti algunos recordaremos y otros los han conocido.
ResponderEliminarFELICIDADES.
Animo Rafa, no te desanimes, Setenil tiene mucho que contar. Seguro que cada rincón del municipio tiene su historia o suceso, cada calle, cada cortijo, bien en algunos de sus emblemáticos bares o tabernas, anécdotas de setenileños ocurridas en tiempos pasados o no tan lejanos, que también los habrá. Cualquier cosa, por muy insignificante que parezca, aleja por unos minutos nuestra mente del bombardeo continuo a que nos someten por todos lados con el fin convertirnos en maquinas de producir y consumir. El solo hecho de ver la foto del almendro, (que me parece está hecha desde el Manchón, creo) ya hace que uno se evada un poco.
ResponderEliminarUn saludo
¿Dos años? pos no te quea ná, a éste peaso Blog le queda muuuucha vida, muchas historias por contar, muchas anécdotas curiosas, muchos relatos por escribir, muchas fotos por publicar, le quedan muchos artículos por compartir... le queda mucho Setenil
ResponderEliminar¡¡¡ A por el tercero !!!!
Un abrazo
Si, la foto del almendro está tomada desde El Manchón. Es del año pasado y si te das cuenta aún se ven las arroyaeras que dejaron las lluvias en la tierra.
ResponderEliminarEse es uno de mis rincones favoritos, y casi todos los días estoy un ratillo en ese punto exacto.
un saludo
Quiero que no te falte mi aliento, para que sigas deleitándonos con tus escritos sobre Setenil, nuestro pueblo. Han pasado dos años y supongo y deseo que pasaran otros dos, y otros dos, y....
ResponderEliminarAsí que en tu puesto amigo, de cronista de la villa. Gracias y a seguir. Saludos amigo.