sábado, 31 de marzo de 2012

Lejos de Setenil en primavera


"Cariño te mando este Padre Jesús para que te libre de todo lo malo y siga dándonos la felicidad que hasta ahora tenemos, y que cada vez sea mayor.
Quien mucho te quiere
Con cariño"
A.M.


"Te mando la Virgen de la Soledad para que siempre nos cobije bajo su manto y nos llene de felicidad como hasta ahora y te libre de todo lo malo. Con cariño. Tuya siempre"
A.M
14 de Abril de 1964, un novio o un marido en algún frío país de Centroeuropa. Había que buscarse la vida lejos de la tierra que lo había visto nacer a uno. Atrás quedaba la familia, unos padres ya mayores, el pueblo con sus fiestas y tradiciones, el azul radiante de los días soleados, las primaveras floridas, los eternos atardeceres de junio y la persona amada.
Hacia un lejano y próspero país viajaron las fotos de esas imágenes tan queridas para que, bajo su protección, los dos enamorados pudieran volver a estar juntos.

3 comentarios:

  1. Juan Manuel Romero Salgado7 de abril de 2012, 12:02

    Despues de muchos años he vuelto a vivir la ¨madruga¨en Setenil. Diferente donde las haya, la oscuridad de la noche, con las luces apagadas, la claridad de la luna llena, que asomaba de entre las nubes y el silencio de tanta gente congregada invitaba a la reflexion. Nada de luces, de ruidos de tambores ni cornetas, solo una voz grabe, rompe el silencio en la noche, que inicia el rezo en latin del requien, cuando sale a hombros por la puerta de la hermita ¨El silencio¨, sudario blanco que envuelve el cuerpo ya sin vida de Jesus de Nazaret, que es portado a hombros por los hombres del pueblo y lo acompaña el rezo de estos. En penitencia y delante de el, un rosario de luces de velas encendidas, portadas por los penitentes, serpentean por las calles y las cuestas de un pueblo totalmente a oscuras. Una mano se levanta de entre los que portaban la cruz, y hace un gesto de negación, a este le acompaña otro de igual signo, nada de fotos a una cámara que quería inmortalizar dicho momento, habrá que guardar en la retina y en la mente este instante y contarlo como lo viviste a otros, sin imágenes que acompañen tus palabras. Nos confunde el silencio y la oscuridad y se nos pierde uno de los que en grupo iba, no se distingue el rostro de los que nos rodea y la preocupación por que se haya perdido no llena a todos, pronto aparece ante nosotros y nos alivia saber que no se perdiera. Acompañamos en un breve recorrido detrás de las gentes al cristo yacente no desviamos para observar el serpentear de luces de velas .El frío intenso va calando y decidimos dejar de procesionar. Hasta otro año para vivir lo que solo puedes retener en tu interior. Gracias a Rafael Villergas Fernnadez que me hizo conocer y vivir estas mismas experiencias hace ya muchos años.
    M.R.

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  2. Juan Manuel Romero Salgado7 de abril de 2012, 12:04

    Despues de muchos años he vuelto a vivir la ¨madruga¨en Setenil. Diferente donde las haya, la oscuridad de la noche, con las luces apagadas, la claridad de la luna llena, que asomaba de entre las nubes y el silencio de tanta gente congregada invitaba a la reflexion. Nada de luces, de ruidos de tambores ni cornetas, solo una voz grabe, rompe el silencio en la noche, que inicia el rezo en latin del requien, cuando sale a hombros por la puerta de la hermita ¨El silencio¨, sudario blanco que envuelve el cuerpo ya sin vida de Jesus de Nazaret, que es portado a hombros por los hombres del pueblo y lo acompaña el rezo de estos. En penitencia y delante de el, un rosario de luces de velas encendidas, portadas por los penitentes, serpentean por las calles y las cuestas de un pueblo totalmente a oscuras. Una mano se levanta de entre los que portaban la cruz, y hace un gesto de negación, a este le acompaña otro de igual signo, nada de fotos a una cámara que quería inmortalizar dicho momento, habrá que guardar en la retina y en la mente este instante y contarlo como lo viviste a otros, sin imágenes que acompañen tus palabras. Nos confunde el silencio y la oscuridad y se nos pierde uno de los que en grupo iba, no se distingue el rostro de los que nos rodea y la preocupación por que se haya perdido no llena a todos, pronto aparece ante nosotros y nos alivia saber que no se perdiera. Acompañamos en un breve recorrido detrás de las gentes al cristo yacente no desviamos para observar el serpentear de luces de velas .El frío intenso va calando y decidimos dejar de procesionar. Hasta otro año para vivir lo que solo puedes retener en tu interior. Gracias a Rafael Villergas Fernnadez que me hizo conocer y vivir estas mismas experiencias hace ya muchos años.
    M.R.

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  3. Amigo rafa,curiosos y muy emotivos los recuerdos que aportas a nuestra vida con tus imagenes y sobre todo con tus articulos,yo quiero ayudar un poquito con los mios de esta imagen,aun conservamos ese cinturon que luce en la foto nuestra señora asi como el pecho bordado con pequeñas pidrecitas...y el bordado de ese manto que fue azul oscuro fue pasado a distintos terciopelos y colores hasta acabar en el que hoy luce nuestra señora en color rojo....sigue aportando cositas rafa,para que nuestros jovenes cofrades no olviden de donde viene nuestra aficion semanantera.

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