domingo, 29 de noviembre de 2009

Setenil en el Catastro de la Ensenada




Con el nombre de Catastro de la Ensenada se conoce a una relación estadística pormenorizada, que desde 1749 hace un recuento de las propiedades habidas y por haber en los 15.000 lugares del Reino de Castilla, y confeccionar así un proyecto de Contribución Única en todo el reino.
El impulsor de este magno proyecto fue El Marqués de la Ensenada, ministro de Fernando VI, que siguiendo las ideas de la Ilustración, pretende una regeneración a todos los niveles de España y su monarquía, empezando por gravar las actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería, para incentivar de esta manera las actividades industriales y comerciales.
Conocer el Catastro es una manera de viajar a la sociedad española del Antiguo Régimen, sus peculiaridades jurídicas y las formas de vida. No en vano es un instrumento de primer orden no sólo para historiadores y otros estudiosos sociales, sino también para conocer la evolución de los ecosistemas, la naturaleza, las prácticas, usos y costumbres de las gentes y las singularidades de cada lugar.
Setenil entra de lleno en este catastro; son 77 páginas que nos sumergen de lleno en el siglo XVIII de una manera sobrecogedora.
Para la realización de esta magna obra, no se escatimaron en costes ni personal (a fin de cuentas era como una inversión a largo plazo), desplazándose los peritos, escribanos y jueces a las mismas localidades donde se realizaban las pesquisas. El Catastro funciona a modo de interrogatorio, es decir, se formulan unas 40 preguntas aproximadamente que las autoridades del lugar deben de responder. Entiendo yo que algunas de estas preguntas son bastante complicadas, por lo que las pesquisas durarían semanas e incluso meses.
Los interrogados además debían jurar ante la cruz la veracidad de las respuestas, y la mentira u omisión de detalles importantes estaba penado con la cárcel y la confiscación de los propios bienes.
La Curia Catastral inicia los trabajos en Setenil el 24 de Septiembre de 1752, comandados por Don Juan de Perea, juez subdelegado del Marqués de Campoverde, Intendente General del Reino de Granada. Por parte de la villa juran ante la cruz los siguientes setenileños: Don Bartolomé Villalón Delgado y Don Alonso Pasillas Guija, ambos Alcaldes Ordinarios, Don Fernando Cabrexas y Andrade, Alguacil Mayor del Santo Oficio de la Inquisición. Los Regidores Perpetuos Don Julián Molinillo y Don Francisco Villalón Delgado, el Regidor anual Don Joseph Montero, el Alguacil Diego Antonio de Almagro, además del Concejo de la Villa; Don Juan Joseph de Mesa, Don Francisco Joseph de Molinillo, Don Juan Sánchez Zamorano, Don Laureano Vicente Gamero y Don Lorenzo Vastida.
Como vemos un amplio grupo de hombres que tuvieron la complicada labor de presentar ante los servidores del Rey los pormenores económicos y jurídicos de Setenil.
Se buscaba una gran cantidad de declarantes para evitar el fraude, ya que poner a toda esta gente de acuerdo para exponer una falsedad era muy difícil. Además, el acta final era leída en público, con lo cual le ponían la cosa peor a lo defraudadores. Pese a todo, resulta conmovedor ver como los interrogados responden a todas las preguntas del fisco, aunque de vez en cuando sueltan la coletilla de lo pobre que es la villa y de la miseria que están padeciendo. El asunto era declarar lo menos posible para pagar menos impuestos (vamos, como hoy mismo).
De esta manera, los encuestados responden minuciosamente el cuestionario; Aclaran la situación jurídica de la villa, nos hacen una delimitación del término, incluso con un sencillo mapilla donde se distingue el río, determinan las lindes, definen los diferentes sistemas de pesos y medidas usados en el pueblo, aportan datos sobre las diferentes plantaciones del término, la productividad de las fincas y dehesas, los derechos que sobre las mismas existen, sus propietarios. Ofrecen un recuento de los diferentes oficios y las personas que los ostentan. Nos hablan de las Iglesias de la villa, del Hospital de Santa Catalina, de donde proceden sus fondos, los molinos harineros, los hornos de pan, las rentas, los diezmos e impuestos que se pagan en la villa; un resumen en general de la situación económica y social del Setenil de 1752.
Resulta muy curioso que unas personas, por muy autoridades locales que sean, declaren sobre el patrimonio de un pueblo. Eso en la sociedad del Antiguo Régimen era muy normal, ya que existían una serie de entidades jurídicas que hoy no existen, tales como los señoríos jurisdiccionales y los bienes comunales, es decir, que pertenecían al común, así como los diferentes derechos que sobre un mismo bien existen. Veamos por ejemplo este extracto del texto:
“…A la [pregunta] veinte y tres, dijeron que el común disfruta por propios de todos los pastos de las tierras y montes que enzierra en sí el término de esta villa, a excepción del fruto de bellota, que es propio y peculiar del que con justo título y verdadero instrumento lo posee…” Se aprovecha además para hacer antiguas reclamaciones; “… Así mismo posee esta villa todas las tierras fructíferas e infructíferas que injustamente poseen diferentes hacendados que como poderosos se han introducido en lo que no les pertenecía…”
Una característica de la propiedad en el Antiguo Régimen, es la duplicidad de derechos por un mismo bien, ya que como vemos las cosechas de unas tierras pueden ser de un propietario determinado, pero el derecho a usar los pastos era de todos los vecinos. La complejidad de esta duplicidad de derechos queda clara en ese otro fragmento:
“…Y que la dehesa del Texarejo que es de tierra y sementera, fue destinada para pasto caballar, y la del Burgo para Boyal y demás ganados de todas las especies en sus tiempos, ambas dehesas las cuales fueron compradas por el Común y su Concejo, y hoy las posee el Sr. Marqués de Casatavares, vecino de la ciudad de Cádiz, y sólo le queda el uso de los pastos de dichas dehesas al Común y vecinos de esta villa privadamente, sin que vecinos de otra jurisdicción puedan entrar a comérselos sin incurrir en pena…”
Este último ejemplo viene a representar muy bien el sistema de la tierra del Antiguo Régimen, donde un rico propietario poseedor de unas tierras recibe unas rentas fijas anuales por las mismas, pagadas por un labrador que las gestiona, existiendo otros derechos añadidos a las mismas por parte de los vecinos.
No sólo la nobleza era poseedora de tierras, también había tierras de la iglesia, heredades familiares propias de los vecinos y otras propiedad del Común, además de los derechos residuales que ya hemos visto.
La historia nos dice que el catastro no pudo conseguir los objetivos para los que estaba destinado, existió mucho fraude tanto por los encuestados como por los funcionarios, como es el caso del Juez Subdelegado Juan de Perea, que será encarcelado por supuestos delitos de corrupción, pero hoy día representa un elemento valiosísimo para conocer la España del Siglo XVIII, y por lo que a nosotros respecta, el Setenil del Antiguo Régimen, aquel que evoluciona desde la conquista cristiana de la villa por los Reyes Católicos hasta la enorme complejidad que acabamos de ver.
Por otro lado, el Catastro de la Ensenada es el punto de partida para comprender los cambios que un siglo más tarde desmoronan las bases del sistema, y la dinámica de las variaciones que ineludiblemente sacudirán el Setenil del siglo XIX.
Leyendo las 77 páginas de Setenil en el Catastro de la Ensenada, no sólo disfrutaremos de una deliciosa descripción de ese Setenil rodeado de encinares, viñas y huertas que se ofrece al mundo después de casi 200 años de letargo, si no que además empezaremos a comprender la historia y porqué las cosas suceden de una manera u otra. Todo está anotado en el catastro, simplemente hay que leer entre líneas. La tierra, siempre la tierra.
Hoy simplemente hemos hecho una somera introducción al catastro. Pronto trataremos de sacar algunos datos y conclusiones, así como algunas curiosidades, sirva como adelanto las vicisitudes que el Juez Subdelegado pasó por unas denuncias de corrupción y regalos...
Para saber más:
Archivos Españoles; El Catastro de la Ensenada. Buscador por localidades (marcar Setenil y pinchar en buscar para acceder al archivo íntegro)

No hay comentarios:

Publicar un comentario