La vida en la frontera (II): Las treguas de 1450

A mediados del siglo XV, la situación en la frontera granadina distaba mucho de ser tranquila. La debilidad castellana, motivada por disputas dinásticas, permite una intensa actividad militar nazarí en tierras cristianas que causan gran daño en esta "...tierra e su comarca", según carta del propio Juan II fechada el 6 de Junio de 1450.
La frontera castellana queda reorganizada en dos sectores correspondienstes al obispado de Córdoba y al de Cádiz, correspondiendo la capitanía mancomunada de este último a Juan de Guzmán, Duque de Medina Sidonia, y a Juan Ponce de León, Marqués de Arcos, que serán los verdaderos dominadores de la escena política en este sector de la frontera.
La guerra civil castellana es la causa por la cual Juan II de Castilla se ve obligado a solicitar treguas al sultán grandino Muhammad IX al-Aysar, el cual, pese a la excelente ocasión que se le presenta de presentar batalla a los castellanos, no tiene más remedio que prestarse a conversaciones cuando el infante Yusuf ibn Ahmad se levanta en armas contra el poder nazarí.
"Por manera que el dicho rrey de Granada acatando estas discordias que en su rreyno eran, obo por buena la tregua, tanvien como el Rey de Castilla, por causa de las divisiones que eran en su rreyno" (Crónica del Halconero de Juan II).
Por otro lado, las fuerzas militares y políticas castellanas en la frontera, gozando de gran autonomía en la toma de decisiones y lejos de actuar coordinadas frente al enemigo, actuan en ocasiones según sus intereses personales, apoyando a unas u otras banderías según se diera el caso particular.
Se supone que durante ese invierno se llevaron a cabo las conversaciones entre los granadinos y los capitanes que cuajaron a finales de febrero en una tregua, con la mediación del Alonso García, Alcaide de Olvera, como agente del Duque y del Marqués:
"Os saludan vuestros amigos, conocedores e vuestro alto rango, linaje y mérito, el alcaide de Ronda Ibrain b. Muhammad al-Qabsani, el jeque Abd al_Haqq b. Abd al-Rahman y el alguacil Muhamad b. abu-l-Quasin al-Hakim, y el alcaide de Setenil Abu-l-Qasim b. Muhammad al-Kurdi, ayúdeles Dios desde la alcazaba de Ronda, guárdela Dios. Pues bien, Dios os honre, os informamos, gran caballero y bienamado nuestro, que nos ha llegado Alonso García y nosha hecho saber que vos habéis sido nombrado Gran Capitán de toda esta zona y nos hemos alegrado mucho con ello, ya que vos sois honorable y grande; y nos llegó con el una carat del alcaide de Morón acerca de lo que habíamos hablado con él, y él con nosotros en nombre vuestro y del gran caballero el duque, sobre esta tregua con la que satisfacemos y satisfacéis a musulmanes y cristianos, y nos ha complacido el que esta tregua sea por vuestra mediación; con motivo de vuestro nombramiento y el del gran duque ocurrirá lo mejor para musulmanes y cristianos. Alonso García os lleva esta nuestra carta y el registro de lo que hemos decidido y acordado hacer y dónde y cómo será esta tregua; ojalá lo leáis y pongáis en él una conclusión...sabemos y reconocemos todos los de esta región, que vos sóis honorable y grande y a vos corresponde sancionar esta tregua y todo lo que nosotros puntualizamos en esta tregua y ojalá Alonso garcía vuelva a nosotros pronto con la respuesta"
En "La capacidad militar de la nobleza en la frontera grandina. El ejemplo de Juan Ponce de León..." el autor señala que los capitanes castellanos, el Duque de Medina Sidonia y el propio Marqués de Arcos, ya llevaban adelantadas estas negociaciones pero que el repentino cambio geoestratégico ocasionado por el alzamiento del infante contra el Sultán provoca un cambio de planes. En principio habría que entender que los castellanos optaron por dar tregua al rebelde para debilitar el poder nazarí, al menos en la frontera occiental del reino.
Así, el 23 de febrero de 1450, el Duque de Medina Sidonia anuncia al concejo jerezano las coversaciones de tregua "...les dar treguas que por un año demandan...", que según el autor del citado artículo prospera en favor de los rebeldes.
Precisamente, en esta carta fechada el 20 de Marzo, las autoridades de la comarca de Ronda, las más proclives a la rebelión, se felicitan de manera muy ceremoniosa por el sobreseimiento de la guerra en el tramo fronterizo que va desde Antequera a Tarifa:
"Al muy alto, verdadero fidalgo, cavallero don Juan Ponce de León, conde de Arcos, señor de Marchena, Capitán Mayor de la Frontera [...].
Amigo, Abrahen AlcabÇani, alcaide de la Çibdad de Ronda y alcuaÇiles e cavalleros e omes buenos de la dicha cibdad, e AbolcaÇin el Cordi, alcaide la villa de Setenil, vos enbiamos muchos saludos, como a quien somos prestos a vos complacer en todas las cosas que a vuestra honra conplideras sean [...]
A nos plase y plogo mucho otorgar por nuestra parte el sobreseymiento de la guerra, desde Antequera a Tarifa, por el tiempo limitado en la dicha vuestra carta la cual, mediante Dios, por nos será guardada y mandamos guardar en todas nuestras comarcas y a pregonar a quien devemos y por lo mayor a quien devemos fesimos saber con nuestras y vuestras primeramente escrituras en la horden y manera que el traslado de vuestra carta vimos y esperamos breve respuesta de la horden que de nos demandásteis y nos otorgamos y demientras que cobro nos viene vos enviamos esta vuestra carta fyrmada de nuestros notarios y syllada con el syllo de dicho alcayde y juramos a Dios y a nuestra ley de guardar y mandar guardar la dicha tregua segund es recontada en vuestro traslado de nuestra misiva que en nuestro poder tenemos".
Como podemos comprobar, la situación en la frontera a mediados de siglo era harto complicada, y capitanes como el Duque de Medina Sidonia y Juan Ponce de León, II Marqués de Arcos, actuaban en sus ámbitos de acción como auténticos príncipes. Por otro lado, la aparición en estos documentos históricos del alcayde AbolcaÇin el Cordi, viene a darnos una idea de la importancia de Setenil y sus hombres en el entramado geopolítico de la frontera occidental castellano-granadina.
Fuentes:
La capacidad militar de la nobleza en la frontera con Granada. El Ejemplo de Don Juan Ponce de León. IIConde Arcos y Señor de Marchena. Manuel Rojas Gabriel. Universidad de Extremadura.