lunes, 20 de agosto de 2012

La venganza de los abejarucos


¿Recuerdan que hace unos días les dije que, como si de un barco de vela se tratase, estábamos a merced de los vientos? Solano o poniente, cálido y seco o fresco y atlántico. Pues bien, si siguiéramos con el símil marinero, hoy sería uno de esos días de calma chicha, de calor sofocante y sin nada de aire. Es como si el barco estuviera anclado al fondo del mar, ardiendo, achicharrándose bajo un sol inclemente e inmisericorde.
A estas horas de la tarde en la que les escribo, no se mueve ni una brizna de hierba, ni las ramas de los olivos y de la tierra seca y polvorienta emana una película gaseosa que distorsiona la imagen, y sin embargo oigo un gorgoteo inconstante, sonoro y alegre. Sobre la chimenea de un viejo tejado veo una nubecilla de pájaros saltar de un almendro a la casa y de la casa a una higuera. Afino la vista y distingo vivos colores en el aire. Azules, amarillos, negros, alborozada tropical entre los olivos. No cabe duda, son abejarucos.
Hace unos días, quizás a las horas de más calor del día, pasaba junto a la casa en dirección a una alberca cuando de pronto me atacaron unas feroces avispas, de forma violenta y sin provocación previa por mi parte. De las tejas salieron de improviso y alguna llegó a picarme, que no fueron más porque cogí las de villadiego. Desde ese día me cuidé de pasar al medio día junto a la casa pues se ve que a las avispas no les hacía gracia mi presencia.
Hoy veo a esa mesnada de pajarillos haciendo cabriolas en el aire y dibujando arabescos de colores, dando buena cuenta en fin de esas avispas que con tanto genio se señoreaban en el tejado. La naturaleza tiene estas cosas, donde las dan las toman y si no es por un lado será por otro y esta vez la venganza ha venido en forma de bellísimos pajarillos multicolores como el arco iris.
Así pues, mientras dura esta tarde terrible de verano, me entretengo oyendo el sonoro gorgoteo de los abejarucos y disfruto maliciosamente de mi vendeta.
¡Salud amigos en esta africana tarde de agosto!

4 comentarios:

  1. Las abispas se vuelven locas en las horas centrales del dia. Lo tengo comprobado, el otro dia me picaron seis, que afortunadamente no fué grave la cosa. Pues fué pasar cerca de un abispero y eso les molesta. Tuve que hacer lo mismo, tomar las de villadiego, así evité que me picara el abispero entero. Estoy esperando a los abejarucos para vengarme. Saludos amigo, de ésta ya nos hemos salvado.

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  2. Las abispas se vuelven locas en las horas centrales del dia. Lo tengo comprobado, el otro dia me picaron seis, que afortunadamente no fué grave la cosa. Pues fué pasar cerca de un abispero y eso les molesta. Tuve que hacer lo mismo, tomar las de villadiego, así evité que me picara el abispero entero. Estoy esperando a los abejarucos para vengarme. Saludos amigo, de ésta ya nos hemos salvado.

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  3. Hola Pacorbe
    Aquí los abejarujos andan a cientos en bandadas, y es de lo más bonito que se puede ver en pájaros. además, hacen un gorgoteo muy curioso.
    ¡Un gran saludo! como dice mi amigo Rafael D.C.

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  4. Amigos cuidado con las abispas y sus picaduras en este tiempo ya que es un animalito muy carroñero y anda en todo lo podrído y por tanto cuidado , el año pasado recuerdo que en las primeras aguas hice una salida al campo con un amigo para recoger setas de chopo y acabemos en el médico los dos , a él le picaron unas 25-30 ya que no le dio ni tiempo a coguer las de villadiego y las abispas que eran en este caso terrizas se emplearon en el y lo tiraron al suelo , tuvo que correr dando giros en la tierra , le tuvieron que poner dos inyecciones ya que parecia una bota hinchada, a mi me picaron unas 14 o 15 y eso que yo sali como un rayo , el médico nos dijo que suerte que no éramos alérgico que sino ....,ah, los abejarrucos sin duda son una buena solución , bonita esta ave.
    un gran saludo.

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