jueves, 16 de agosto de 2012

Este soy yo





En un momento de descanso, de esos que dicen los excombatientes que tantos hay en la guerra, estos soldados del ejército regular republicano posan para la cámara.
Verano madrileño en plena Guerra Civil, ausente toda señal de marcialidad militar estos doce hombres exhiben un papel entre las manos, imaginamos que una carta que acaban de recibir de la familia.
La foto sirve de postal para que Antonio Marín, un muchacho de Setenil, escriba a un buen amigo que anda lejos:
"En prueba de la buena amistad que siempre nos ha unido te dedico este recuerdo.
Tu buen amigo Antonio Marín Camacho
Frente del Pardo 18 de agosto de 193(7)"
Bajo la imagen de un hombre recostado, un expresivo "este soi yo" 
Después de la Batalla de Madrid (noviembre-diciembre de 1936), el Frente del Pardo se convertiría en la línea de contención para evitar una invasión franquista de Madrid por el norte. En esta población se establecería el cuartel general de una división del Ejército Republicano así como la sede de la XII Brigada Internacional.
El frente se mantendría inalterable durante casi toda la guerra, cuajado de trincheras que separaban a los contendientes los metros suficientes como para evitar el fuego de mortero. Esta situación hizo que El Pardo fuera escenario de una guerra de minas donde se excavaban túneles para dinamitar desde abajo las posiciones enemigas.
Imaginamos a estos muchachos inmersos de un constante trabajo de pico y pala como si de un destacamento de zapadores se tratara, buscándoles los bajos a los soldados nacionales y durmiendo más que con un ojo abierto, con los oídos de par en par por si se escuchaban ruido bajo sus pies.
Como a tantos españolitos, la Guerra Civil partió la vida de estos hombres, muchos de ellos voluntarios por convicción política pero otros simplemente estaban allí haciendo la mili. Los que no perdieron la vida en el frente tuvieron que enfrentarse a un proceso que en el mejor de los casos les llevaría a la cárcel o al exilio.
Mientras tanto, este setenileño posa ufano y satisfecho diciendo "este soi yo", ajeno quizás al largo periplo que tendría que soportar cuando definitivamente “cautiva y desarmada” la República, “Las tropas Nacionales alcanzan sus últimos objetivos militares”

2 comentarios:

  1. Bonita foto cargada de historia Rafael, seguro que muchos de ellos perecieron en esa batalla final, saludos.

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  2. Si, aunque no fue el caso de nuestro paisano que se tuvo que enfrentar a un proceso que lo llevó varios años a la cárcel, según consta en las cartas y documentos de la familia.

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