viernes, 28 de septiembre de 2012

Septiembre (II)

Efectivamente, trajo septiembre como por ensalmo el otoño de golpe; frescas mañanas de humedad y caracoles, cortinas de niebla enganchadas en los encinares, lluvia, agua, correntías que arañan como zarpas los olivares. Un mundo nuevo donde el cielo preña la tierra de vida, una segunda primavera donde despertamos de la quietud del terrible estío.
Suena constante el borboteo de canalones y acequias, ya no cruje el suelo mineral a nuestro paso cuando los pies se hunden en el piso húmedo. Un verde incipiente colorea la tierra que se convertirá en fértil abrigo para cuando aparezcan los primeros soles por levante, todo tornará en esmeralda y ante nuestros ojos, la naturaleza se dispondrá para iniciar un nuevo ciclo.

1 comentario:

  1. Ya era hora Rafael,que estaba todo tan seco como una tarama, ya estoy saboreando los champiñones, un gran saludo.

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