jueves, 11 de agosto de 2011

La quinta del 36 en Setenil


Estos chavales de 18 ó 19 años forman parte de la quinta del 36 en Setenil. Cueto, Ordoñez y Villalón (de pie de izquierda a derecha) y Sebastián (sentado), se fotografían de traje y corbata para la talla de los quintos, una fiesta masculina que hunde sus raíces en los tiempos de las movilizaciones obligatorias de mozos para las campañas militares de la Corona, y que representa una clara reminiscencia de celebración del paso de la edad juvenil al hombre hecho y derecho.
En toda España encontramos vestigios de esta fiesta anual que venía a celebrarse por el mes de Febrero y que hoy, por no existir la mili obligatoria entre otras cosas, ha desaparecido casi en su totalidad, aunque aún perdura en algunas localidades de nuestra geografía como una fiesta donde los jóvenes del pueblo celebran su mayoría de edad, al modo de los ritos de paso de las culturas antiguas.
Era tradición en Setenil que los quintos del año acudieran al Ayuntamiento acompañados de sus padres, para una vez realizada la talla, pasearse por los bares del pueblo y beber hasta que el cuerpo aguantara. Se cuentan casos en que ese era el día en que muchos jóvenes perdían la virginidad gracias a unas señoras que montaban mancebería o lupanar a las afueras del pueblo, corriendo en la mayoría de los casos con los gastos del dispendio los padres de las criaturas.
Algunos años después, parada obligatoria de los quintos setenileños era la tasca de Picamín, en la Calle Triana, donde eran famosos los chatos de vino con tapa de pimientos con melva.
La fiesta de esta quinta fue sonada desde luego ya que duró todo un fin de semana, y los mozos acabaron rociados en pleno coma etílico por Las Calañas y Los Caños, a donde supongo yo que bajarían a beber agua fresca, para ser devueltos posteriormente a sus casas a lomos de bestias. De hecho el padre de mi abuelo se trajo a unos cuantos en una reata de mulos que tenía para el transporte de mercancías. Desde luego ¡una buena mirla!
Pocos meses después, algunos de los miembros de esta quinta se vieron inmersos en uno de los mayores fregados de la historia de España. La mayoría no fueron llamados a filas hasta bastantes meses después, dado el desbarajuste en el que se encontraba el país, aunque es seguro que la mayoría hizo la mili durante la Guerra Civil.
Para saber más:
Los quintos. Wikipedia.



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