El pasado viernes por la mañana me lo encontré en las escuevas. Iba con dos bolsas de pan sobre los hombros a modo de cerones y acompañado como siempre por su nieta. Andaba de charla con unos paisanos y me acerqué a saludarlo.
- Cuando yo conocí a este hombre, dije al grupo, era así de grande, señalando con mi mano al cielo.
- Cuando yo te conocí, me respondió Juan, eras así de pequeño, colocando la palma de la mano a un metro del suelo, que ibas al Manchón agarradito de la pierna de tu padre que en gloria esté.
Seguro que en el cielo hay huertos que atajar y caos de agua limpia y cristalina.
¡Hasta siempre Juan!
Juan Solano en Setenil Rural:
Hermoso obituario, Rafa. Como siempre, das categoría literaria y humana a la anécdota. Descanse en paz. Pedro Andrades
ResponderEliminarSe ha ido un gran hombre...su marcha nos deja un poco "huerfanos" a todos los que le apreciabamos, que no eramos precisamente pocos...Descanse en paz.
ResponderEliminarLe apreciaba y respetaba de verdad, tanto por sus años como por lo buena persona que era. Descansa en paz amigo
ResponderEliminarQue tristeza, se marchó un hombre que tanto Raúl como yo respetábamos y admirábamos por ser tan buena persona.
ResponderEliminarRecuerdo cuando íbamos andar y pasábamos por su puerta, Raul le solía decir: que día mas malo hace hoy, día de " solano" y el siempre sonriendo contestaba: mas malo es la "yesca" que arde sola, y siempre nos sacaba una sonrisa. Descanse en paz...
Bonita historia Loli
EliminarTodos lo echaremos de menos, sobre todo cuando pasemos por La Molinilla
Tan solamente decir que descanse en paz, lo recprdare siempre que pase por la Molinilla apoyado en su pared y su sonrisa amable.
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