lunes, 29 de abril de 2013

Sebastián "El Compañero"

De nombre Sebastián, como el patrón de tu pueblo, aunque todos te conozcamos por ese apodo tan sonoro y alegre que te acompaña. Tus apellidos tan setenileños como los tajos y la misma iglesia, de señorito que digo yo. Sólo, al ver tu rostro surcado de arrugas y tus manos encallecidas se ve que eres del oficio del campo, pero de los de hocino, legona y caños de sudor.
Dueño de dos palmos de tierra que en aquellos años te echaron por esos mundos de Dios, jornalero andaluz de mirada altiva, Séneca incorregible, obrero valiente que decía el otro.
Si estuviéramos en tiempos de la romana Acinipo, apartado dejarías tu hatillo de cabras y como Viriato te echarías al monte para combatir al invasor. A los franceses hostigarías desde las cumbres serranas, vestido quizás de bandolero como en los pasados carnavales. Denunciarías los tejemanejes de los caciques y atizarías con proclamas incendiarias la lucha campesina. Serías desde luego carne de cuneta, inquilino seguro de una fosa común en algún lugar del monte.
Todos te dicen comunista pero yo te veo más como un libertario de los de “ni dios, ni patria ni amo”, individualista a rabiar como buen setenileño, anarquista impermeable a encorsetadas doctrinas. La tuya es la moral natural de las cosas, de lo que es como tiene que ser, la sencillez del hombre del campo.
Eres desde luego la izquierda, pero aquella izquierda utópica que quería cambiar el mundo, honesta y honrada, la que no perdió el norte en despachos y nombrarías. Eres el setenileño valiente que te opones con vigor a la mediocridad endogámica del pensamiento único, durante décadas de las pocas voces discrepantes de un pueblo apático y complaciente. Un hombre que habla las cosas a la cara y no oculta su rostro entre la multitud, que dice lo que quiere decir, con sus palabras y refranes, tan antiguos y verdaderos como la tierra en la que labras tu huerto, que te puedes permitir el lujo de andar por la calle con la cabeza bien alta, y así, lúcido en todo momento, siempre te has negado a que te pasen la mano por el lomo.
Nos conocemos desde hace tiempo, por eso quizás has renunciado a intentar convencerme con tus ideas. Lo más seguro es que no lo hayas intentado con nadie, que respetas a cada uno por lo que son como personas, sin esteorotipos ni etiquetas, esa sea quizás tu mayor aportación a la política.
Aún así, hace un par de viernes no pudiste aguantar la tentación de darme un consejo al oído; "Si vas a comprar un plantón de tomatera coge el más pequeño, para que haga la raiz en la tierra"

¡Salud amigo! ¡Salud compañero!

6 comentarios:

  1. Sebastián, bonito artículo Rafael, persona de ideas bien claras.
    Un gran saludo.

    ResponderEliminar
  2. Cada día escribes mejor, Rafa. "...Eres del oficio del campo, pero de los de hocino, legona y caños de sudor", dices de Sebastián. Suena al Delibes rural, a "Las cosas del campo" del antequerano Muñoz Rojas... Poco a poco te estás haciendo una galería de personajes de Setenil que merecerán una recopilación, todos ahí sentados, en esa silla, con esa sonrisa sincera...

    ResponderEliminar
  3. Una persona, sin maldad y libre de pensamiento.

    ResponderEliminar
  4. Una descripcion inigualable, desde la sinceridad y el respeto que se merece. Digno de alagos, pero persona que no los acepta por su humildad... Pero que puedo yo decir de mi padre, si me siento mas orgullosa de él como la que más. Y como lo admiro poque no hay nadie como él para mí, solo me queda darte las gracias Rafael!!

    ResponderEliminar
  5. Una descripcion inigualable, desde la sinceridad y el respeto que se merece. Digno de alagos, pero persona que no los acepta por su humildad... Pero que puedo yo decir de mi padre, si me siento mas orgullosa de él como la que más. Y como lo admiro poque no hay nadie como él para mí, solo me queda darte las gracias Rafael!!

    ResponderEliminar
  6. Una descripcion inigualable, desde la sinceridad y el respeto que se merece. Digno de alagos, pero persona que no los acepta por su humildad... Pero que puedo yo decir de mi padre, si me siento mas orgullosa de él como la que más. Y como lo admiro poque no hay nadie como él para mí, solo me queda darte las gracias Rafael!!

    ResponderEliminar