martes, 9 de abril de 2013

El Tejarejo; Una visión restrospectiva (I)


He estado a punto de titular esta entrada "Historia de un cortijo", que es como el dueño de estas fotos las titula en una pequeña exposición que tiene en su casa, un reportaje que comprende casi un siglo de la vida de este emblemático cortijo setenileño.
Cuando Manolo Guerra y su mujer me las mostraron me quedé sin palabras; unas imágenes sorprendentes y de una gran calidad del edificio, las tierras y las gentes que allí moraban y trabajaban, un pedazo de su vida y la de su propia familia que hoy gracias a su generosidad todos podemos disfrutar.
Me contó Manolo algo de la historia de ese cortijo, de su fundación en 1835, de la familia Opelt, grandes latifundistas que además del Tejarejo tenían propiedades en Álora, ¡más de dos mil fanegas! de las familias que allí trabajaban, entre ellas la suya propia, de las labores agrícolas, de los incesantes trabajos, de la vida en el cortijo, de esos pinos gigantes que se podían divisar casi desde cualquier punto del término, de las tinajas de aceite diseminadas por la finca para eludir el expolio de los bandoleros, de las piezas arqueológicas que surgian de aquellas tierras milenarias... en fin, una auténtica retrospectiva del Tejarejo y de una vida rural y agrícola que hoy vemos como una ventana abierta al pasado.
"Ubicado en el poniente de Setenil, allá donde la sierra empieza a hacerse campiña, remarcado por la solemnidad de esos pinos gigantes que rozan el cielo como ancestrales altares, se presenta El Tejarejo en superior altura al casco urbano del pueblo cercano, entre Acinipo y Setenil, desafiante, destacando desde una privilegiada posición su porte aristocrático y patricio, pero sin perder la esencia rural y agraria que le es propia"
En la imagen de 1920 que encabeza la entrada podemos ver la fachada del edificio que mira a levante, con la huerta y los frutales en primer plano de cerca de fanega y media, una artística foto que muestra a las claras la presencia altiva y señorial del Tejarejo.


Una de las puertas de acceso al cortijo donde un trabajador posa tras la fachada deciochesca junto con un enorme mastín. Fechada en 1932.


Esta es la foto más antigua del reportaje. Vestidas con hábito religioso, las señoras propietarias del cortijo que abrazan uno de los enormes pinos del Tejarejo. Junto a ellas Emilio Opelt del Castillo, Magistrado de la Audiencia de Madrid y futuro heredero. Sentados algunos de los niños que vivían en los alrededores del cortijo.


El pinar del tejarejo visto desde uno de los balcones de la vivienda. Sorprende ver la gran cantidad de pinos que había en aquellos entonces cuando hoy tan sólo quedan seis o siete. Al fondo, casi oculto e invisible, imaginamos un Setenil esbozado entre tajos y encinas. Año 1977.

Para saber más:
Una visita al Tejarejo (I). Setenil Rural
Una visita al Tejarejo (II). Setenil Rural
Cortijo el Tejarejo. Setenil, Historia y Numismática

5 comentarios:

  1. Preciosas instantáneas Rafael, gracias a D. Manolo Guerra y a ti por compartirlas , un gran saludo.

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  2. Hola Rafa, somos Manolo Guerra y Alegría, que decir, pues que nos gusta mucho tu blogs y esta entrada en especial nos ha encantado.
    Gracias.

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    1. Manolo y Alegría, gracias a ustedes por compartir con todos nosotros estas fotos tas bonitas.
      Un abrazo

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  3. Rafa, te repito lo que ya he escrito en Facebook: con entradas como ésta demuestras que eres la pluma que mejor interpreta Setenil

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  4. increibles imagenes de un sitio que ha marcado historia en setenil.son de un valor muy importante.te felicito por este reportaje.

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