Me manda un buen amigo esta foto: En un Setenil cubierto de nubarrones grises se traza perfecto un arcoiris. La luz de la mañana se desparrama sobre las fachadas blancas y una extraña claridad, casi dolorosa, sirve para crear un decorado de ensueño.
Como una metáfora, un anhelo y el mejor de los deseos, para Setenil y nosostros mismos.
Un abrazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario