martes, 18 de diciembre de 2012

Setenil es de cine; La Historia Interminable

Hoy, al llegar la tarde, una lengua de niebla ha bajado de las alturas para cubrir Setenil bajo el manto de una densa cortina gris. Accinipo, La Mata, El Puerto del Monte han quedado difuminados y poco a poco un telón ha borrado las peñas y los tajos. San Sebastian, El Carmen, La Villa y El Lizón han desaparecido en la nada evanescente para fundirse en el vaho del río, mientras cielo y agua se han convertido en lo mismo. La Iglesia, El Torreón, las casas, los puentes, las calles, todo se ha diluido en esa nube etérea.
Como en aquella novela de La Historia Interminable, puede que mañana amanezcamos para darnos cuenta de que nuestro mundo ha desaparecido en la nada. Quizás el apocalíptico fin del mundo que predijeron los Mayas sea eso; la confusión, el pavor, la incapacidad de ver más allá de un palmo de nuestras narices...la desmemoria absoluta en definitiva.

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