lunes, 8 de julio de 2013

Los Águilas

 

 Recuerdo perfectamente el momento en la que certificamos nuestra amistad. Fué, como tantas veces, una noche de risas y alcohol. Sobre cinco posavasos como este estampamos nuestras firmas y nos juramos amistad eterna, sin fisuras, a tumba abierta, como sólo pueden hacerlo unos chavales de diecipocos años.
Recuerdo que desde aquel día me sentí más fuerte, más valiente, que por muy dura o difícil que se pusieran las cosas allí estarían Los Águilas para ayudarme. Luego llegó la realidad para sacarnos de aquella adolescencia interminable y la vida nos puso a cada uno en nuestro sitio, pero el camino ya estaba andado; Noches de verano viendo el discurrir de las estrellas por el firmamento, bravuconerías y fanfarronadas, risas y llantos, carreras por las calles y caminos de Setenil, anocheceres y amaneceres... en definitiva, los años más maravillosos de nuestra vida.
Cuando después de tanto tiempo volví a ver este posavasos me acordé de ti amigo mío, me acordé de todos nosotros y sentí no poder abrazarte en ese mismo intante.

(Tienes el balón en tus manos. El aro está lejos, parece muy pequeño, el defensor no te deja ni respirar, pero tú saltas, estiras los brazos, giras la muñeca y ¡zas! ¡tripleeeee! Ganamos el partido)

¡Un fuerte abrazo amigo mío!
 

2 comentarios:

  1. Rafa el camino todavia no está andado. Lo seguimos andando y lo seguiremos haciendo juntos, aunque la vida nos ponga zancadillas. No dudes de que ese triple va a entrar y dentro de unos años nos juntaremos a comentar este partido como un mal sueño.
    UN AGUILA.

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  2. me alegra leer esto y saber q aquello aun sigue no solo en mi corazon si no en el de todos es maravilloso saber q no fue un sueño si no una realidad q estemos ay para ayudarnos en los momentos dificiles...un abrazo rafa y mucho animoooss y fuerza ANONIMO...un aguila

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