
Incluso en la ajetreo de una maratoniana jornada laboral, el autor de estas imágenes ha tenido la sensibilidad y el gusto de parar su furgoneta en un arcén para fotografiar esta manada de cabras monteses paciendo a la altura del Cortijo Zaharilla, a pocos kilómetros de la estación de Setenil.
Puede que vengan de la Sierra de las Nieves o de Los Merinos y que la alta densidad de ejemplares y la consiguiente escasez de alimento y agua las haya empujado a buscar nuevos abrevaderos lejos de sus lugares de origen. Quizás el acercarse tanto a parajes de relativo tránsito humano sea algo coyuntural motivado por la necesidad, así que no deja de resultar una imagen curiosa a la par que emocionante ver a estos enriscados animales tan cerca de nuestras casas.
Sea como fuere, en ese trocito de carretera que hay de la estación de Setenil a Cuevas del Becerro, yo mismo al pasar con el coche he tenido la oportunidad de grabar a un grupo de buitres dando buena cuenta de los restos de una cabra, a un águila imperial bajar al suelo para capturar una presa, a búhos y cárabos devorando ratones después de que pasara la cosechadora, cernícalos, zorros, meloncillos, tejones y ahora estas cabras monteses. Desde luego, un lugar extraordinario para disfrutar de un encuentro con algunas de las especies más señeras de nuestra fauna.
¡Salud amigos!

Una zona rica en fauna. Pero éstas cabras se han pasado siete pueblos.
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