jueves, 29 de diciembre de 2011

Rehabilitación de la ermita de San Sebastián de Setenil

No soy muy amigo de dar publicidad en este blog y menos en este caso, donde un banco está de por medio, pero la causa lo merece.
Se trata del proyecto Obra Social de Cajasol “Tú decides, tú eliges” donde hay que elegir el proyecto al que quieras que vaya destinado un porcentaje del movimiento de tu cuenta.
El procedimiento debe ser completado antes de fin de año y el número del proyecto es el 45547, indicando que se trata para la rehabilitación de la ermita de San Sebastián de Setenil.
¡Salud amigos! y buena entrada de año.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Setenil en la Consolatia de Castilla de Juan Barba

He dudado en etiquetar esta entrada en Historia por la sencilla razón de que no aportamos ningún dato nuevo a la historia de Setenil, ya que la conquista de la villa por los Reyes Católicos en 1484 es hecho bien conocido y además muy tratado en este blog.
Pero lo cierto y verdad es que la fuente que usamos y con la que titulamos es La historiografía en verso en la época de los Reyes Católicos. Juan Barba y su Consolatoria de Castilla , de Pedro M. Cátedra, así que en definitiva estamos hablando de un documento histórico que usa el verso en vez de la prosa para narrar unos hechos más o menos verosímiles, y de los que el estudioso puede sacar importantes datos.
No obstante, hay que ser cautelosos pues mucho más que la realidad, lo que prima en estos textos hagiográficos es un claro sentido de propaganda, tanto para las personas de los Reyes, como para la ideología que imprimen a su reinado y la empresa de conquista del Reino de Granada. Se trata por tanto de un género literario con carácteres propios y definidos, donde los hechos históricos se mezclan con exaltaciones de tipo profético o mítico y de los que tenemos varios ejemplos en la Castilla del XV (y durante toda la reconquista). Así lo expresa el propio autor;
“...Lo cierto es que la ejemplificación de una ideología nacional de diverso cariz era, desde muy antiguo, el último objeto de la historia en verso... y la España de los años 80 (del siglo XV), ofrece a los cronistas más palpables resultados que la de los tiempos de Juan II... Rompe el fuego, a punto de iniciarse la campaña, un romance en el que se canta la toma de Setenil (Septiembre de 1484). El anónimo romancerista de cámara expresa un deseo típicamente mesiánico:
Pues no creas que se aparten
De lo que han comenÇado,
Fasta que dexen el reyno
Que Dios se a otorgaddo,
Y destruyan la morisma
Toda de cabo a cabo,
Y ganen la casa santa,
Según es profetizado
Y pongan al santo Sepulcro
Su real pendón cruzado"
...Profetismo y mesianismo que andan juntos desde este momento en toda la literatura más o menos oficial emanada desde las acciones militares.
Trata el autor algunas de las obras de este subgénero literario que vieron la luz en esta Castilla de finales del XV, sirviéndole de introducción para un estudio más detallado de la obra de La Consolatia de Castilla de Juan Barba, autor de Carmona que encarna como tantos otros la figura del poeta soldado que cuando no puede ya servir a sus reyes con el arnés, lo hace con los bureles.
El caso es que Setenil aparece en este y en otros poemas y romances como un importantísimo logro de los Reyes en su empresa de conquistar el Reino de Granada, compuesto además muchos de ellos en pleno proceso bélico. Posiblemente se trataría enzalsar los logros para justificar el enorme esfuerzo que soportaba el reino con la guerra. Esto es parte de lo que se extrae del texto y así se cuenta en la Consolatia:
Nos entera luego el autor de que poco después se inicia el cerco de Setenil, principiado por el marqués de Cádiz (6/9/1484), hasta donde llega luego el Rey y emplaza su artillería, efectiva como siempre, y se entra en la villa el día de san Mateo (21/9/1484) (como también señala D. Varela. –Cf.j. de m.Carriazo, historia de la guerra de granada, pág. 565- en A. Rumeu de Armas, Itinerario de los Reyes Católicos, se data la toma en día 20, que será seguramente la fecha de rendición, mientras que entraría Don Fernando en la ciudad el día 21) Era esta una toma en la que no pocos confiaban, a causa de su fortaleza y por ciertas experiencias anteriores, de donde surgieron ciertas murmuraciones, aunque gracias al concejo del de Cádiz acaba cayendo la fortaleza. En fuentes oficiales y muy cercanas a los hechos, como puede ser considerado el romance Setenil, ay Setenil del Cancionero musical de Palacio, la narración corre pareja con la de Barba, hasta con coincidencias verbales, como las que se pueden hallar entre la copla 193 y aquellos versos del romance:

Socorrió el rey de Castilla
Ese buen rey don Fernando
Con pertrechos y lombardas,
Grandes combates te á dado
(Cancionero musical de palacio, ed. De J.Romeu, nº 143, pág.316)

Así, finalmente, se cuenta en la Consolatia de Castilla la toma de Setenil por las tropas cristianas, las incertidumbres previas, los concejos del Marqués de Cádiz y la importancia de la artillería, nada que a estas alturas no conozcamos pero que contado por uno de los protagonistas no puede dejarnos indiferentes:

CXCII

Y dende a muy poco quiso su alteza
A Setenil el sytio ponerle,
Por ser tan fuerte, pensando dáverle,
Que era de Ronda mucha firmeza;
Y el marqués de Cádiz suplica que sea
El Çerco allý puesto por su señoría
Y que, Dios queriendo, luego lávrýa,
Que él lo profiere y que asý lo crea.


CXCIII

Y el cerco le pone el rey poderoso
Y dan los combates muy diligente
Y manda tiralle muy reziamente
A las lombardas en son espantoso;
Asý queén el dia del muyh glorioso
Apóstol san Mateos lo ovo déntrar
Y plugo a dios trino de ge lo dar,
Aunque dezían que era dudoso.

CXCIV

Muchos tenían por duda ganilla
El señor rey aquella villeta
Qu,en su frontera es tan perfecta
Para defensa y para dexalla;
Que era de Ronda la guarda entera,
Que algunos reyes cristianos Çercaron
Y allý tan segura se la dexaron
Por ser sobre peña de fuerte manera.

CXCV

Y andavan dicciones por el real
Quel rey estaría allý más dún año
Y que perdería syn fazer daño
Algunos hidalgos, que era gran mal,
Más el buen consejo daquel yrial,
Noble marqués, el rey informó
Con graÇia el ardid con que la ganó,
Porqu´es de la guerra el más espeÇial.

CXCVI

Y en pocos días syn muerte de gente
Ni gasto de tiempo y sin ocasión,
Dándole priesa de gran afiÇión,
De tiros combates enteramente
Al rey se le dieron los moros daquella
Setenil fuerte, su muy amada,
Y junto con esto la villa entregada,
Que fue para Ronda triste querella.


Setenil, nuestro pequeño pueblo, como llave para conquistar Ronda, la ciudad del Tajo que ahora queda desguarnecida ante el avance cristiano. Además del extracto de un romance anónimo y la propia Consolatia, nos queda un detalle del Romance Setenil, ay Setenil, del Cancionero musical de Palacio (que aún no he podido encontrar en su totalidad), paradójicamnete una composición poética sin música, posiblemente de las pocas de estas características de este compendio, una auténtica pena porque entonces podríamos haber presumido de un romance de quinientos años con su partitura incluida.

Fuente:
La historiografía en verso en la época de los reyes católicos
Juan Barba y su Consolatoria de Castilla
Pedro M. Cátedra
Ediciones Universidad de Salamanca
1º edición, septiembre 1989
Para saber más:
Cancionero musical de Palacio.

martes, 27 de diciembre de 2011

La Cueva del Gato



No, este año no hay broma de los inocentes, que con la "gamba" de Miguel Ángel ya hubo bastante, así que no busquen en la entrada de hoy algo raro porque, la verdad sea dicha, no se me ha ocurrido nada que pudiera ser factible, así que simplemente les muestro esta pintura que muy posiblemente ya conozcan.
Se trata de la obra Cueva del Gato, de Manuel Barrón y Carrillo, un pintor sevillano del siglo XIX. Concretamente esta obra es de 1860 y la podrán disfrutar in situ en el famoso Museo Thyssen de Málaga, un auténtico lujazo de pinacoteca que tenemos a sólo una hora de Setenil.
El cuadro representa una escena típicamente romántica de unos bandoleros en actitud más bien defensiva que acechante, con las indumentarias propias de Andalucía a mediados de siglo, y una visualización de la sierra de Montejaque, con El Hacho al fondo, y lo que todos identificamos como la entrada de la cueva, aunque fíjense bien; ¿notan algo raro en la perspectiva? Parece que el espectador mira desde dentro, aunque la parte exterior de la cueva parece más bien la entrada. Además, si la escena transcurre en el interior, ¿por qué la luz viene de dentro y el exterior está más oscuro? ¿Tenía Don Manuel Barrón y Carrillo ya por 1860 unos potentes focos de iluminación?
Bueno amigos, bromas a parte, disfruten de esta pintura y no dejen de visitar el Museo Thyssen que seguro les gustará mucho, y si tienen tiempo, vayan a la misma Cueva del Gato que se encuentra a muy pocos kilómetros de Setenil; Una auténtica maravilla de la naturaleza.
¡Feliz día de los inocentes! y cuidado con las bromas.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Navidad en Setenil


Foto: Setenil. Navidad de 1981
Algo tiene un Portal de Belén que a todos nos gusta; La cotidianidad de las figuras, la humilde y a la vez solemne imagen del recién nacido en el pesebre, el escenario del campo invernal, los animalillos, el río, las notas de humor, la historia que representa. ¿Recuerdan el Nacimiento que ponían todos los años en la Iglesia o la visita para ver el de los Remedios, tan grande que cogía todo el patio del santuario? Quizás sea que nos transporta a esa niñez en la que, ilusionados, sacábamos las figuras de algún cajón y nos pegábamos la tarde colocándolas, o cuando salíamos al campo a buscar piedras y musgo.
Es curioso como cada pueblo imagina la escena de la Natividad según sus usos y costumbres; En Nápoles, donde muchos ubican el nacimiento de esta tradición, decoraban las imágenes con los ropajes de la época, usando como decorados réplicas de sus construcciones y edificios emblemáticos, así como los paisajes propios del sur de Italia, tal como podemos ver en pinturas medievales o renacentistas. Así, un Belén que recogiera las tradición de Setenil debería contener casas blancas entre tajos, un río que baja de la sierra serpenteando y mujeres que lavan la ropa en su cauce, olivos y aceituneros, carboneros y caleros en el monte, recias encinas y cochinillos de montanera, quizás alguna matanza. Los pastorcillos pasarían la noche en las Cuevas de la Sombra, el torreón podría ser el Palacio de Herodes, los Reyes Magos vendrían Escalante abajo y el portal estaría bajo el Tajo Lizón, al resguardo de las frías heladas de Diciembre, y al caganer, como hacen los catalanes en sus belenes, que cada uno le ponga la cara que quiera.
¡Feliz Navidad a todos!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Un pueblo sobre la roca misma


Foto: Construcción de las escaleras de El Carmen

A pico y pala, como se suele decir, o con un mazo en la mano y el cigarro en la boca, como el paisano de la foto, era como se construía antes en Setenil. Sobre la roca misma, rebajando el tajo golpe a golpe, abriendo heridas en las entrañas mismas de la tierra, sacando a la luz toneladas de arenisca fosilizada y comprimida durante millones de años.
Como en otros lugares se le gana terreno al mar para poder construir, en Setenil había que oradar la misma piedra y conseguir el espacio necesario para levantar un pueblo durante generaciones.
El casco urbano de Setenil está sobre la piedra, la misma que cimenta y recubre los trazos de muralla y los viejos edificios que aún se mantienen en pie, los tajos dan forma a las calles, pared y techo a las cuevas, piedra es lo primero que ven los visitantes cuando llegan a Setenil y muy posiblemente lo único que guardan en su retina cuando se marchan, de ahí que en otros lugares nos apoden toscos, como esa piedra caliza y basta de la que está hecha Setenil, aunque la verdad sea dicha, no me imagino a nadie, por muy fresco que sea, pasarse a la vera de estos obreros que rebajan el tajo a mano y decirles ¿Qué pasa tosquito? ¿Cómo va la vida?


Foto: Rebaje del tajo en la curva del Carril

Foto: Explanación del terreno bajo El Carro (¿?)

jueves, 15 de diciembre de 2011

El Referendun de 1966 en Setenil



Imaginen un país donde los ciudadanos llevan más de treinta años sin votar a los candidatos que deben representarlos en las instituciones. Un país donde todos sus órganos mantienen una estructura jerarquizada y centralizada, gobernada por una persona al que todos llaman El Caudillo que desde su palacio de El Pardo controla el país como si fuera un cuartel; las Cortes, la judicatura, el gobierno, el ejército, la iglesia, los entes provinciales y locales...todo un engranaje político nacido tras la Guerra Civil conocido como El Movimiento y que a principios de los años sesenta empieza a dar señales de agotamiento. El Régimen envejece de la misma manera que lo hace su creador, Francisco Franco.
Imaginen entonces, para sorpresa del personal, que se convoca al pueblo a votar; Las Cortes han desarrollado la Ley Orgánica del Estado, un instrumento jurídico que pretende dar una apariencia moderna al Estado para garantizar su continuidad más allá de la vida del propio Franco, y ahora toca refrendarla mediante referéndum. En la convocatoria se indicaba que “Todos los ciudadanos españoles mayores de 21 años, sin distinción de sexo, estado o profesión, tienen el derecho y la obligación de tomar parte en la votación del referéndum, emitiendo libremente el sufragio a favor o en contra del proyecto legislativo consultado”.
El Régimen se lanza entonces a una campaña para enzarzar sus virtudes y la necesidad de aprobar la LOE, el mismo Caudillo sale en el NODO pidiendo el SI para la ley. En todos los pueblos y ciudades de España se lleva a cabo la "campaña electoral".
Estas fotos representan a un Setenil inaudito; En la Plaza, entonces de José Antonio, lucen los balcones decorados con estandartes y banderas rojigualdas, corrillos de hombres en las puertas de los bares, como si de un día de fiesta se tratase, carteles con eslóganes tan pegadizos como "Setenil está con Franco" y "a Franco debemos la paz", quizás un mitin desde el balcón del Callejón al que asisten gran cantidad de señores bien abrigados y niños, pancartas con lemas como "viva Franco y su Ley", "Franco nos dio la paz", "Setenil votará SI". Entre los asistentes, un Guardia Civil y un municipal.
El 14 de diciembre de 1966 se celebró el referéndum y no hace falta decir que un SI abrumador refrendó la LOE, la ley con la que el Régimen pretendía remozar su imagen de cara al exterior.
Sería curioso preguntar a aquellos que participaron en aquellas jornadas como sucedieron los hechos. Imaginen ustedes a los más mayores que vivieron la Guerra acercarse a la urnas papeleta en mano, temerosos y asustados, porque una cosa era que te dijeran que podías votar lo que quisieras y otra muy distinta llevarle la contra al Caudillo.
Desde luego que estas fotos son importantes de verdad y pueden ser consideradas todo un documento histórico. Agradezco de corazón a la persona que me las prestó la posibilidad de compartirlas con todos ustedes.
¡Salud amigos!




Para saber más:
Ley orgánica del Estado de 10 de Enero de 1967. Wikipedia.
Franco y el Referendun de 1966. Dailymotion.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los jerarcas provinciales del Régimen



Alcaldes, secretarios, Jefes Locales del Movimiento, Delegados del Sindicato Único, algún mando militar, etc, muchas camisas azules... prietas las filas posan disciplinados estos señores en el salón de algún ayuntamiento gaditano, ¿de la Sierra o de cualquier punto de la provincia? No lo sabemos.
Los retratos de Franco y de Jose Antonio presiden esta reunión de jerarcas del Régimen que se posicionan en torno a la figura de Santiago Guillén Moreno, Gobernador Civil de Cádiz al que ya conocemos de aquellas visitas a Setenil para la inaguración de las obras. Estamos a mediados de los sesenta. Representa a Setenil su alcalde, José Aguilera Valle, que aparece en cuclillas el tercero por la derecha de la fila de abajo.
Una elegante señora, flanqueada por todos lados por señores encorbatados, es la única representación femenina. Por aquellos entonces lo de la paridad de sexos era un concepto inverosímil.
Ilustrativa foto extraída de un archivo que, gracias a la amabilidad de un amigo, podemos disfrutar todos los setenileños.

Para saber más:
Fiestas y obras en el Setenil de los XXV Años de Paz. Setenil Rural.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Conduciendo bajo la lluvia


Todo se ralentiza bajo un sosegado aguacero, como si fuéramos hipnotizados por el rítmico y cadencioso vaivén de los limpiaparabrisas. Las gotas de lluvia dibujan extraños recorridos en la luna del coche mientras los paisajes se difuminan en una acuarela de grises. El cielo, las encinas, la carretera, todo torna a un estado líquido y acuoso.
El fulminante paso del tren por el paso a nivel parece romper esta magia.






Fotos: Paso a nivel de la Estación de Setenil, en la línea Algeciras-Bobadilla

sábado, 10 de diciembre de 2011

Una bisabuela de Setenil en 1981


Foto: La protagonista con algunos de sus biznietos

En la anterior entrada relativa al periódico escolar de 1981, dejamos para otra ocasión la entrevista que le hacen a María Teresa Mariscal Harillo, una señora de 101 años que vivía por aquellos entonces en la casa de su hija Isabel Tornay, mi abuela.
Independientemente de las buenas sensaciones que me trae recordar a mi querida bisabuela, a la que todos llamábamos cariñosamente la abuelita chica, leer las palabras de esta mujer nacida en 1880 son un auténtico ejercicio de optimismo y alegría de vivir.
María Teresa era una persona afable y muy buena. Cuentan sus nietos, que en su casa de La Viña Alta siempre había un puchero calentándose al fuego para quellos que quisieran hacer un alto en el camino, pues aquel cortijo estaba en el camino de Setenil a Sevilla, y era lugar de paso de arrieros, guardias e incluso bandoleros y contrabandistas. En aquella casa había siempre había café y puchero para todos, pero también una escopeta cargada colgada de la pared.
Sobre una mesa de madera a la que se arrimaban todos los que pasaban la noche en aquella casa, sus nietos la recuerdan leyendo historias de santos a la luz del candil. Su voz, su manera de recitar, la dulzura de sus gestos y su bondad con los más necesitados eran proverbiales. En la vieja casa donde pasó sus últimos años aun se guardan muchos de esos libros, así como aquellos pañillos de croché que hizo hasta el último día de su vida.
La recuerdo vestida de riguroso luto, fueron muchos los seres queridos que dejó en el camino, pero nunca perdió las ganas de vivir. Nos contaba viejas historias; sus viajes por la Serranía de Gibraltar a Setenil, los terribles sucesos de la guerra , la vida en la Viña Alta, y de su boca escuché palabras tan antiguas y arcaicas que era capaz de trasladarnos a aquellos lejanos años de su juventud.
Así narran el encuentro con ella estos jóvenes reporteros en aquel mayo de 1981;

Se llama María Teresa Mariscal, nace en Benaoján el día 2 de Mayo de 1880. Llega a Setenil a la edad de 28 años dedicándose a vender diversas cosas. A pesar de las dificultades que a lo largo de su vida ha ido encontrando, la nota característica de su expresión y de su rostro, es el buen humor. Hemos estado hablando con ella durante una hora. Nos ha hablado de muchas cosas, todas muy interesantes; Nos ha enseñado a vivir con alegría y a tener ganas de vivir. Resumimos brevemente lo más importante de su conversación:
p-¿Qué hacía usted cuando tenían 11,12 años? ¿Cómo se divertían?
r- A mí eso me ha gustado muy poco...Me gustaba rezar, ir a la escuela, leer libros, muchos libros de iglesia.
p-Entonces ¿antes había escuela?
r-claro, pero en vez de ser como ahora, antes heran personas que sabían leer y escribir e iban de casa en casa...eran maestros ambulantes.
p- ¿Qué hechos más importantes recuerda en su vida?
r-He viajado mucho y sobre todo a La Línea y Gibraltar. Allí compraba cosas para vender; medias de nailon, telas de seda.
Para entrar teníamos que pagar dinero y para salir. En Ceuta no he estado. Me he caído muchos porrazos, más que años tengo. Ya no me caigo porque nunca salgo. Antes iba a todos lados, pero ya estoy muy vieja.
p-No que va, está usted muy bien. Todavía le quedan muchos años.
r-¿Más años me va a echar usted?
p-¿Y aquí no vendió usted?
r-Claro, en todas partes. Ibamos en caballería
p- entonces no había coches?
r- ¿Coches? de caballos. Una vez ibamos por la playa y estaba la tierra muy húmeda, y la carreta volcó y todos al agua.
p-¿Cuantos hijos ha tenido usted?
r-Cinco hijos, cuatro se me murieron de repente...ventidós nietos y biznietos, y tataranietos, piojos dicen que me faltan.
p-¿Que opina usted de los niños de ahora?
r-Los de antes eran más malos, menos instruidos. Ahora son más buenos, sacando algunos días...son niños.
p-Usted, con la experiencia que ha ido acumulando a lo largo de su vida, ¿que nos aconseja?
r- Que aprovechéis el tiempo y leáis y estudiéis mucho.







Buenos consejos desde luego. ¡Salud amigos!

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Merienda de la Inmaculada en Setenil

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y el gabinete de prensa de la Casa Real de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, tienen el gusto de invitar a todos los setenileños y a los que vengan a visitarnos el 8 de Diciembre, a la merienda que se celebrará en el lugar conocido como La Ruinera, sito en las Cuevas de La Sombra, justo a la altura del Puente.
Además de la merienda se procederá a la recogida de las cartas para los Reyes Magos y Papá Noel.
¡Os esperamos a todos!
(El evento se celebrará el 8 de Diciembre a partir de las 16:00 horas)

domingo, 4 de diciembre de 2011

Periódico escolar Setenil de 1981


Amarillento ya por sus 30 años, las páginas de este boletín escolar de marzo de 1981 no pueden resultar más curiosas. Editado en el Colegio Nacional Primo de Rivera como una actividad escolar de los alumnos, se presenta con un bonito dibujo del Lizón y la fortaleza a modo de portada, una presentación del director o coordinador, pasatiempos, tira de humor, unos cuentecillos, una descripción del medio físico de Setenil ("La Ladera de Setenil", sacada literalmente de un manual) y algunos dibujos firmados por sus jóvenes autores. Así mismo aparecen unos recuadros de publicidad, algo candorosa desde luego pero efectiva y clara, que serviría para financiar el asunto.
Ignoro las unidades que vieron la luz en aquel lejano marzo de 1981, ni si hubo más números que continuaran el proyecto. El caso es que en casa siempre se guardó a buen recaudo este ejemplar, quizás por las dos páginas que conscientemente he dejado para una próxima entrada; Un reportaje a modo de entrevista, con foto incluida, realizada a una mujer muy singular que por sus muchos años mereció entonces ese honor.
Es probable que alguno de ustedes pueda recordar haber trabajado cuando niño en algún rincón de estas páginas.















martes, 29 de noviembre de 2011

Setenil en planos del siglo XVIII


[Plano de la comarca de Ronda. Pedro Jacinto Villalón
Presbítero de Setenil. 1780. B.N.E.]


Gracias a la fabulosa obra "Arriate en el siglo XVIII", de Sergio Ramírez González, tenemos ocasión de conocer no sólo el devenir histórico de la vecina localidad malagueña, sino también, y aunque sólo sea de soslayo, detalles interesantísimos del resto de pueblos de la serranía y de Setenil.
Así, entre la densidad de páginas de este libro imprescindible, podemos encontrar copias de planos de los caminos de la comarca de Ronda y un croquis realizado por el presbítero setenileño Pedro Jacinto Villalón, ambos de finales del siglo XVIII y extraídos de la Biblioteca Nacional de España.
En el primero que tenemos sobre estas líneas, se representa de modo esquemático la comarca con especial detalle en los accidentes geográficos, distinguiéndose los arroyos por el color azul y los caminos por el gris.
Setenil aparece representado con sus edificios principales en La Villa bajo cuyo promontorio se distribuyen el resto de casas. Bordeándolo y en azul, El Guadalete, por atrás el Arroyo de Alcalá y el camino Real de Sevilla y por el sur la carretera de Ronda a Osuna. En un verde atenuado por el tiempo los Montes de la Villa de Setenil, justo en el sureste del pueblo, porción de terreno que ocupa gran parte del plano.
Caños Santos, Los Remedios, Arriate, Cuevas del Becerro, Ronda, Torre Alháquime, Cañete la Real, Alcalá, Algámitas, Pruna, Olvera, Grazalema, la Laguna de Alberca, La Dehesa de Tomillos, Sierra Mediana y otros lugares se distribuyen alrededor de Setenil.
Llama poderosamente la atención la posición privilegiada de Setenil en el centro del mapa, como si fuera la capital de la comarca. Podría tener mucho que ver desde luego que Don Pedro sea setenileño, pero en los planos siguientes nuestro pueblo aparece como eje en la red de caminos de la comarca rondeña.
Así lo cuenta el propio autor; "...Setenil, verdadero cruce de caminos secundarios hacia Sevilla, Olvera, Ronda la Vieja y Cuevas del Becerro. Pero la vía objeto de nuestro estudio, con su punto final en Ronda, continuaba hacia el sur por medio de los campos de Setenil hasta llegar a la villa de Arriate, en lo que podría equipararse a la actual carretera que separa ambas localidades"
Es este plano quizás menos rico en detalles y topónimos curiosos, pero más fiel a la hora de representar la red de caminos de la serranía y la verdadera localización de pueblos y accidentes físicos. Aún así, Setenil y sus montes se ven señalados, pudiéndose percibir incluso lo que a mi entender son los caminos de Osuna y Málaga entre el Puerto del Monte, Escalante y Conejito.
Los detalles que se aprecian en estos planos, así como los datos que aporta el autor, no pueden ser más jugosos y nos dan una idea de la distribución de los caminos en la comarca de Ronda, donde Setenil, como podemos comprobar, aparecía como eje fundamental de los mismos.
Sobre algunos asuntos de esta obra y sobre Don Pedro Jacinto Villalón hablaremos en próximas entradas.
¡Salud amigos!

Fuente: Arriate en el Siglo XVIII. Sergio Ramírez González. Ayuntamiento de Arriate. Editorial Serranía. Ronda 2009.





[Plano general y detalle de los caminos de la
comarca de Ronda a finales del siglo XVIII. B.N.E.]

lunes, 28 de noviembre de 2011

Setenil, citta aperta

Apura Juan el café de la mañana, cargado y muy caliente, como a él le gusta, escuchando las conversaciones de sus compañeros de barra. Los monos de trabajo y las pergañas de barro delatan su condición de gente del campo. Después del asunto de los disparos, ahora de lo que toca hablar son de las inspecciones de trabajo. Juan afina el oído...esto le interesa.
Alguno de ellos se llegó a la Seguridad Social a preguntar y allí, ya se sabe; Si no quiere usted tener problemas, papeles en regla, pero claro, ¿cuales son esos papeles?
Donde de verdad han hecho estragos ha sido en Olvera y Algodonales, aquí, quieras o no, hemos tenido suerte. Comenta otro. Por ahí han pillado a familias enteras sin asegurar. Les ponen una multa, le quitan el paro y le obligan a devolver todo lo que hayan cobrado. Una ruina.
¿Pero eso cómo va ha ser?
¿Que no? En Olvera dicen que uno cuando vio lo que le venía encima se ha suicidado. La cosa está mala de verdad.
Pero bueno, lo que hay es que trabajar como Dios manda y ya está, luego, cuando se terminen las aceitunas das de alta el paro.
Sí, pero con el que tiene cuatro palmos de tierra ¿Que pasa? Deja que las aceitunas se queden en el campo, porque entre lo poco que valen y el gasto que tienen no te salen las cuentas.
Todos callan.
El camarero le pone a Juan una copita de machaco. Aún es temprano.
Sigue la conversación
Dicen que los inspectores esperan a los aceituneros en la puertas de los molinos, donde no tienen escapatoria.
Bueno, y en el campo van acompañado de dos guardias, y corretean a la gente por esos campos, como en los tiempos de la guerra. Cuentan que en Olvera pillaron a un abuelo haciendo unas sopas y también lo querían emplumar, y le dijeron que le iban a quitar la paga y el hombre lloraba que era una pena de verlo.
Y encima, los controles de la guardia en todos los cruces. Como te vean con un tractor o un remolque te paran seguro, y como ahora te pueden multar por lo que quieran... Lo que te digo, la cosa se está poniendo fea.
Juan asiente con la cabeza. A él mismo le metieron hace unos días cien euros de multa por llevar un faro fundido del cuatro ele... Como está la cosa tan buena, encima.
Después de un prolongado silencio acaba la tertulia. Uno a uno salen del bar en busca de sus labores. Con inspectores o sin inspectores hay que ganarse el pan.
La mañana está fría. Hoy ha caído una de las primeras helás y en el campo aún se ve blanco de la escarcha. Tenues columnas de vaho ascienden cuando los rayos de sol inciden sobre la hierba y la tierra mojada. Esto ya huele a invierno.
Juan se monta en su cuatro ele y se dirige a lo suyo. Él, gracias a dios, ya no tiene esos problemas. Desde hace unos años tiene la paguilla, que aunque escasa les da para ir tirando en casa, y luego con la huerta en el campo siempre tiene la alacena llena. Este año, quizás no haga matanza, que es mucho trabajo y encima hay que arreglar un montón de papeles. Ya mismo nos van a cobrar hasta por respirar, musita Juan cuando empieza a carrilear.
En el camino ve a los aceituneros que ya han metido mano. De todas formas, por mucho que se quejen los jóvenes, nuestros tiempos fueron peores con los suyos.
Juan tiene poca faena; dar de comer a los bichillos, quemar unos ramones. Hace unos días plantó su huerto de invierno y matas de lombardas y coliflores asoman entre lomos milimétricos. Ahora sólo hace falta verlas crecer, animarlas y darles calor con la vista.
Hoy quizás coja algunas aceitunillas pintonas para sajarlas. Allí, junto al arroyo hay un olivo viejo que las da de escándalo, y por estar fresco y en umbría aún le lucen verdes.
Hasta él se llega Juan cubo en mano y empieza a ordeñar los racimos de aceituna. De pronto, un escalofrío le sube por la nuca; ¿Y si los inspectores me pillan ahora mismo? ¿Cómo le explico yo que lo hago para sajarlas? Mira que si me quitan la pagilla con el trabajo que ha costado que me la den....
Juan mira a su alrededor, a los chopos amarillentos, a los tajos, al cielo. Le ha parecido escuchar el motor de un coche por el camino. La perrilla, que tan bién le conoce, husmea el aire. Habrá que estar alerta.
En la lejanía se oye el cansino y monótono ronroneo de las vibradoras. ¡Bah!, eso era, una vibradora. Ahora tienen máquinas para todo. Antes si que era duro coger la aceituna, sentencia nuestro amigo mientras vuelve a su quehacer.

martes, 22 de noviembre de 2011

Sobre tiros, heridos y otras noticias



Estas son las noticias que transcienden, que pasan fronteras, que serán recordadas durante generaciones y que alguien, dentro de muchos años, publicará o dará a conocer en vaya usted a saber que invento tecnológico.
Nadie recuerda quien era el alcalde de Setenil en 1860, difíciles son de conseguir los datos de las elecciones que por aquellos años se celebraran, ni los nombres de los mayores contribuyentes, quienes eran los maestros etc. Salvo casos aislados, pocas son las noticias que sobre estos asuntos aparecen en la prensa y poco o nada lo que tenemos publicado en libros especializados.
Sin embargo, esta noticia que aparece en el periódico liberal El Clamor Público, debió causar una enorme conmoción no sólo en Setenil, sino en toda la comarca; ¡Un asesinato! nada más y nada menos que el asesinato del escribano de Setenil, un tal Joaquín Moreno que fue asaltado en su casa por seis forajidos que lo maltratan y matan después de una terrible lucha.
La casualidad ha querido que otro dantesco suceso ocurra también en noviembre, me refiero a la noticia del tiroteo en La Gabriela. Cuentan las crónicas que uno de los que se llevó la peor parte del pastel, con un tiro en la cabeza como iba, se tiró por esos tajos pidiendo ayuda hasta las huertas que lindan con el río. En una noticia que narraba el suceso, el periodista, mal informado como suele suceder, decía que el pistolero era natural de Setenil de las Bodegas, cosa que era desmentida en un comentario que aclaraba que eso no era correcto, que el autor de los disparos era de Alcalá del Valle.
Hoy mismo, en la Voz Digital, el articulista proclama que ha podido contactar con la persona que sufrió los disparos; ¿El herido? Al aparato. Está usted hablando con él. Nada que no puede uno ni robar tranquilo sin que le peguen un tiro en la cabeza... Como se está poniendo la cosa.
Lean la noticia que aparece en el enlace, no tiene desperdicio. El mismo autor se queja de que la exclusiva ha sido demasiado fácil. Ayer como hoy, escabrosos asunto de tiros y quebrantos, mantienen en vilo durante un tiempo la apacible vida de las gentes de nuestros pequeños núcleos rurales. Tema de conversación seguro en las puertas de la cooperativa mientras se espera el turno para descargar y molturar la aceituna.
Quizás, dentro de muchos años, la gente seguirá recordando el asunto; ¿Te acuerdas del tiroteo de la Gabriela?



Fuente: ¿El herido? Al aparato. Malagente que camina. Por Miguel Domingo García. La Voz Digital

lunes, 21 de noviembre de 2011

Setenil en el Suspiro del Moro

Transcurre la escena en alguno de los salones de la Alhambra. Hacén, el sultán nazarí, departe con el visir Venegas y con su favorita Zoraya, la antigua cristiana renegada bautizada al nacer como Isabel de Solís.
Pocos días antes, la florinata del ejército granadino ha caído en la batalla de Lopera ante las tropas cristianas y Zahara, aquel castillo fronterizo con el que empezó la guerra, ha vuelto a manos de los Reyes Católicos.
En el palacio nazarí sólo hay lugar para ayes y lamentos de desesperación;

"...Tienes razón Hacem, ¿Quién puede contar nuestras desgracias? Doce mil infantes y seis mil caballos se han reunido en Antequera, para emprender la más asoladora tala que han visto los siglos. No han quedado en Coín, en Almegía, en Cártama, ni las raíces de un árbol por los campos, ni la piedra de una quinta por las ruzafas. Los cielos claros de las malagueñas costas se han oscurecido al espeso humo; y las pobres madres moras han gritado, al ver arruinadas y hechas cenizas las viviendas de sus hijos, como gritan las gaviotas cuando se lleva el huracán sus nidos. Cuarenta días de terrible desolación y exterminio han dejado como un desierto de África los edenes más viciosos y más bello de Andalucía. Aquella incomparable Álora, engarzada como brillante regio en áureas colinas, a cuyos pies los palmerales y los naranjales se dilatan, han caído en manos cristianas. Los pesadísimos cañones han acertado a subir donde solamente llegan las nubes, y desde allí, han puesto en aprieto a Setenil, a la inexpugnable Setenil, de quien dijeran los poetas que solamente podían llevársela en sus garras las águilas".
Este es el argumento del Suspiro del Moro, un relato de estilo romántico dedicado a las leyendas, tradiciones e historias referentes a la conquista de Granada, escrito por Don Emilio Castelar, político y escritor andaluz que llegó a ser presidente en la I República.
La verdad es que hoy día resulta un poco pesado leer esta prosa recargada de expresiones rebuscadas donde los protagonistas se pierden en divagaciones interminables, pero resulta interesante echarle un vistazo a estos cuentecillos basados en antiguos romances y leyendas. Como es habitual, Setenil aparece como prototipo de atalaya escarpada e inexpugnable, de lugar inaccesible, sólo al alcance de las águilas, quizás una de las imágenes con las que nuestro pueblo a pasado a la posteridad.
Sobre la batalla de Lopera tenemos una breve referencia en el manual de los hermanos De Las Cuevas, que sacan la información de La Historia de los Reyes Católicos don Fernando y Doña Isabel , de Bernáldez, ese cura de Los Palacios que ya conocemos de otras entradas y donde por cierto, el alcaide de Setenil y los suyos sufren una aparatosa historia cuyas visicitudes dejaremos para otra ocasión... Merece la pena.
¡Salud amigos! en este tardío pero lluvioso otoño.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Las casas cueva de Setenil (IV): Las Cuevas de San Román



Las Cuevas de San Román... o quizás deberíamos llamar a este otro barrio troglodítico por su nombre autóctono; Las Escuevas Román.
Venía yo desde luego avisado; Mira Rafael que esto no está como en las fotos de los años 60 que publicaste hace un mes, ni tampoco como lo podrías recordar de pequeño.
El caso es que yo, en mis excursiones lacustres por los campos y cañones de Setenil, pocas veces me atreví a adentrarme más allá del Charco de los Caballos, quizás subir al Tesorillo, aquella oquedad natural donde el goteo constante había tallado una obra sin igual, pero más adentro no.
Tengo en mi mente esas fotos de los años veinte de un tenebroso claroscuro que te hacen dudar de si esas imágenes son reales o forman parte de un decorado lunar. Pero no, eran reales. Las Cuevas de San Román no pueden dejarnos indiferentes ni hace ochenta años ni hoy día.
Aprovecho la ocasión que nos brinda nuestro amigo Rafael Domínguez Cedeño de ejercer de cicerone por estos escenarios que fueron de su niñez, por este incomparable parque temático de cuevas, veredas y charcas que forma el río Martín en su penúltimo tramo antes de entrar en el pueblo.
Accedemos al paraje desde La Ventosilla, bajando por lo que antaño fue una preciosa bajadilla empedrada, como podemos ver en aquellas fotos antiguas. Pitas y chumberas delimitan el camino hasta llegar a los primeros habitáculos, donde construcciones de moderna factura comparten el entorno con otras cuya antigüedad parece indudable. Atravesamos un canuto de roca tan acentuado que parece que la piedra pretende engullirnos. El barrio se distribuye a ambos lados del río, dándose la circunstancia de existir una especie de explanada o solana a modo de plazuela, eso es al menos la sensación que podría transmitir al evocar Las Escuevas de Román habitadas por familias enteras, imaginando el humo saliendo de los hogares, a los hombres con sus piaras de cabras, a las mujeres lavando en el río y montones de chiquillos correteando por aquí y por allá. Hoy día, son jaurías de podencos los que nos siguen curiosos por la presencia de extraños.
Y el caso es que estos parajes siempre han estado habitados, quizás desde tiempos prehistóricos y seguro que hasta bien entrado el siglo XX, pero, ¿que buscaba la gente viviendo en aquel lugar tan extraño? Quizás la cercanía del río, pero si lo que querían era agua, en abundancia la podemos encontrar en todo el casco urbano de Setenil. Puede que el acceso a una pequeña parcela de tierra que les era negada en otras partes. Quizás buscaran aquellas gentes un refugio natural y confortable que los protegiese de la amenaza de incursiones enemigas o lo que es más probable, un entorno alejado de la autoridad que podrían suponer Acinipo o la cercana fortaleza de la Villa. Un lugar donde permanecer alejados del rigor y la opresión moral.
El caso es que no se me ocurre un hogar más recóndito y escondido que estas cuevas naturales a ras del río.
Protegidos de la intensa lluvia bajo el paraguas de los tajos, me cuenta Rafael con nostalgia donde estaban los lugares de juego de su infancia; La poza de la viga, la peña donde se secaban al sol, el huerto de Gumersindo, la casilla de Manquera, la peña donde anidaban los calíces. Me habla de peces, galápagos y culebras, del lugar donde la leyenda dice que había escondido un tesoro. Hoy día, prosigue, todo está sucio y abandonado.
Antes, aquello era una prolongación de su propio barrio, era el acceso natural de la gente del Carril y La Ventosilla al río, y el lugar lucía limpio, arreglado, las veredas accesibles y libres de matorrales, las vivendas en buen estado. Yo permanezco en silencio. Aún de esta manera, sucio y abandonado, aquello me parece un lugar soberbio y majestuoso.
Si de Setenil se ha dicho que es una lección de geología al aire libre, Las Cuevas de san Román son su máxima expresión.