Alguien tuvo el detalle de pasarnos esta panorámica de
Setenil tomada desde Las Cuevas del Sol. La luna cabalga por el firmamento
sobre un decorado de piedras y estrellas. A esas horas, seguramente,
golondrinas, aviones y vencejos acabaron su ensordecedora orgía de chillidos y
gorgoritos por los cielos y comienza la hora de los seres de la noche, las
ondas ultra sensoriales de los murciélagos y el croar eterno de los ranos
enamorados.
Una imagen que nos trae recuerdos y sabores. Son los sonidos de los albores del verano en Setenil; el
azul eléctrico de la imagen de un pueblo que se sume en la belleza de eternos
atardeceres y tibias noches de estío, recuerdos de adolescencia, amistades inquebrantables y primeros amores.
lunes, 8 de julio de 2013
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