Como en las tablas de un escenario, estas imagenes lo tienen todo; la pose casi teatral de los protagonistas, su superposición respecto a la cámara y los espectadores, el campanario y la fachada de la vetusta iglesia recortados en el cielo nítido, las peñas y los tejados, como un decorado de fondo.
Frente a la naturalidad de la foto de grupo de la entrada anterior, esta instantánea resulta de lo más artificiosa al posar los protagonistas de perfil, marciales e hieráticos como en una postal de Sáenz de Tejada, cantando a esa España que en aquel lejano 1942 aún sufría los espantos de la guerra.
martes, 12 de marzo de 2013
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