martes, 15 de mayo de 2012

Setenil, tan lejos, tan cerca


Tengo un conocido al que como a tantos otros setenileños le gustan los carnavales. Evidentemente me refiero a los Carnavales de Cádiz, porque nunca me ha dicho nada de los de Tenerife o esos concursos de drags queen ni nada por el estilo. A él lo que le gustan son las chirigotas y las comparsas, los pasodobles y cuplés, el tipo, la gracia de un buen cuarteto o el ritmo de un alegre popurrí.
Este conocido mío se llega todos los febreros a la Tacita de Plata, cuando puede, evidentemente, cuando los gaditanos se han ido a Chiclana a comer pescaito frito y dejan la ciudad a la gente de fuera.
Después de carnavales viene alguna comparsa a Setenil para dar una actuación en La Plaza. Con mis propios oídos he llegado a escuchar alguna coplilla donde he creído notar cierto tufillo irónico hacia los pueblos de su provincia, y ojo, la gente partiéndose las manos aplaudiendo: ¡que arte picha! ¡Que gracia hay en Cádiz!
Mi amigo va por el mundo y cuando le preguntan su lugar de procedencia dice que es de Cádiz; ¿De Cádiz dices que eres? Y van, le sacan la guitarra del armario y se la ofrecen para que se cante una coplilla. Es entonces cuando espeta eso tan socorrido de que es de Cádiz, pero de Cádiz pa dentro, que es lo mismo que decir que en Setenil no tenemos gracia ni para hacerle los coros al lalala de la Masiel.
Hay un viejo refrán que dice que en Setenil ni artista ni artesano... y aunque la cosa desde luego parece que viene cambiando, estamos a años luz de ser un pueblo flamenco y rumboso. De hecho, mi amigo, ese al que tanto le gustan los Carnavales de Cádiz, lleva regular lo de cantar en público, aunque alguna vez se arrancara repicando con los nudillos en el mostrador al ritmo del tres por cuatro, eso sí, muy bajito. Lo del ADN, ya saben.
El asunto del arte se lo dejamos a nuestros vecinos de Alcalá del Valle o incluso de Arriate, que aún siendo de la provincia de Málaga, le dan a la percusión y al viento mucho mejor que nosotros, como demuestra la cantidad de grupos y agrupaciones musicales que tienen. Así pues, somos gaditanos, pero unos gaditanos un poco sosillos, ¿no creen?
El caso es que la capital nos queda algo lejos, tanto, que se tarda menos en llegar de Cádiz a Tánger que de Cádiz a Setenil, eso al menos se desprende de este artículo de la revista Andalucía Solidaria, Cádiz y Marruecos, la importancia de la proximidad, donde se detallan las bases por las que el norte de Marruecos ha sido tradicionalmente una de las zonas prioritarias de actuación de la Diputación de Cádiz: “la valoración que ha hecho siempre la Diputación de Cádiz es considerar a efectos de sensibilización o educación para el desarrollo, el norte de Marruecos como una parte de la provincia de Cádiz. Está más cerca de la Capital que muchos de los pueblos de la provincia, por lo que a nivel de territorio es un análisis acertado. Se tarda menos en ir de Cádiz a Tánger que en llegar a pueblos de la sierra como Setenil o Alcalá del Valle”. Así, Setenil está mucho más cerca de Málaga, de cuya provincia llegó a formar parte, o incluso de Sevilla, a la que vicisitudes históricas relacionadas con la conquista parecían habernos unido en un principio. Pero no, pertenecemos a la provincia de Cádiz, no sabemos muy bien porqué, pero somos tan gaditanos como lo gente de Trebujena o la misma Tacita de Plata. La cuestión estaría ahora si en estos tiempos de crisis, cambiamos de capital, la ponemos un poco más cerca o esperamos que el norte de Marruecos, ese que está más cerca de Cádiz que esta misma de los pueblos de su sierra, nos convierta a nosotros en objetivo prioritario de sus acciones solidarias. ¿Qué opinan los pescadores de Algeciras, Barbate o la misma Cádiz del asunto? ¿Enviará el Reino Alauí ayudas a la provincia de Cádiz para paliar los efectos de la crisis?  Todo se andará.
Mi amigo, que es oficial ¡de primera! (en paro, claro), por lo pronto ha echado un curriculum para una empresa que trabaja en Tánger. Dicen que desde Estepona o Algeciras son visibles las nubes de polvo que levantan las obras en Marruecos. Nuestros vecinos del sur han aprendido de nosotros que ahí precisamente está el progreso: en devastar su costa para levantar bloques de hormigón, en talar sus bosques de litoral y destrozar sus hasta ahora playas vírgenes para construir puertos deportivos, urbanizaciones de lujo, aeropuertos... ya saben, el progreso, la construcción, los concejales de urbanismo... todo eso que ha nosotros nos ha hecho un país tan rico y tan próspero.
La otra opción que tiene este conocido mío es emigrar a Suiza como ya hicieron sus padres y tantos andaluces están haciendo ahora, pero esta idea no le convence mucho que ese país está muy lejos, hace mucho frío y dicen que la gente es muy desaborida. Le convence más lo de Marruecos. Mi amigo aprendió algo de francés en el colegio y eso viste mucho en el curriculum, aunque le han dicho que en Tánger todas las personas mayores hablan español de cuando el Protectorado, que ya ha llovido. Además, con la tele por satélite estará como en casa pues todos los domingos podrá ver a su Madrid del alma, y con un poco de suerte, cuando llegue febrero, si viene el viento de poniente podrán oír en la obra los tenues rumores de un pasodoble o un cuplé, por si el Canal Sur no se ve en Marruecos.
Luego, cuando esté trabajando en Tánger y como la cosa está que cruje en el resto de la provincia de Cádiz, sus compañeros de la costa podrán ir y venir todos los días de su casa al trabajo, como están tan cerca, pero él no creo que pueda. De todas formas a mi amigo, aunque es gaditano, no le gusta mucho el agua y en el barco se marea porque Setenil ya se sabe, que es Cádiz, pero Cádiz pa dentro.
"¡Ay! vaporsito de Cádiz cuando en ti navego, cuando en ti navego..."
¡Salud amigos!
Fuente: Andalucía Solidaria, Cádiz y Marruecos, la importancia de la proximidad. Diputación de Cádiz. 26 de Marzo de 2012.

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