sábado, 28 de abril de 2012
Setenil es de Cine (I): Esplendor en la hierba
Hoy ha amanecido nublado, han caído algunos aguaceros y se nota la humedad en el ambiente; Caracoles y cabrillas, tan esquivos en este año tan seco, salen de sus umbrías para comer y quizás reproducirse. Aislados en majuelos, arroyos, matas, setos o lindes de piedra, estos moluscos forman parte de una tribu de supervivientes a los pesticidas y herbicidas con los que nos empeñamos en emponzoñar el campo.
Esplendor en la hierba, plateadas estelas en la tierra y los árboles, voraces visitantes en la huerta y estrellas invitadas en nuestra gastronomía, personajes desde luego imprescindibles de una lluviosa mañana de primavera.
Etiquetas:
Naturaleza
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me alegra mucho que por fin la lluvia haya llegado a esa. El sol y la lluvia, la unión que hace el milagro de la vida y qué poca importancia le damos. Saludos Rafael. Y... A por tagarninas.
ResponderEliminarHola Pacorbe
ResponderEliminarLa verdad es que resulta una alegría ver la lluvia, aunque no se trate de mucha cantidad. pero ya sabes que esta tierra es agradecida y parece que el campo se pone verde por momentos.
¡tagardinas! este año no he subido a Cabaña, y mira que cogí el año pasado un buen saco, pero la verdad es que no apetece patearte esas sierras tan secas. bueno, a ver lo que pasa con estas aguas.
un fuerte abrazo y espero que cualquier día podamos compartir una excursión en busca de espárragos, setas o tagardinas.
A buscar, o a coger una buena tagardina...
ResponderEliminar