lunes, 25 de marzo de 2013

Caridad del Guadalquivir, por Sebastian Domínguez Racero


Este año, en el Boletín de los Negros,  mi buen amigo Sebastián ha publicado un pequeño artículo en el que expresa su admiración por la pieza musical “Caridad del Guadalquivir” y nos da una explicación de su origen.
Los costaleros de la Virgen esperando
para salir a la calle
Dice Sebastián que la primera vez que la escuchó iba en el coche de camino al trabajo y ya entonces le cogió un pellizco de esos que te ponen los pelos de puntas.
Tengo la suerte de ser amigo de Sebastián desde siempre, pero además llevamos muchos años portando a La Soledad en la tarde del Viernes Santo. Como bien decía Pepe en la revista del año pasado, hemos  soportado alguna de las banditas más flojas que han pisado Setenil pero, desde hace unos años, llevamos bandas muy buenas que tocan las mejores marchas del repertorio cofrade.
Ha sido entonces, primero con Soria 9 y luego con otras de esas bandas cuando simplemente hemos empezado a disfrutar llevando a nuestra Virgen al compás de “Caridad del Guadalquivir”. Imagino que a ti como a mí, Sebastián, escuchar los sones de esta partitura dando la curva de Gonzalo el del pan para dejar La Cantarería y meternos en la Calle Ronda simplemente “nos pone”. Nos coge un pellizco en el corazón que nos dura hasta mediados de agosto y nos hace que año tras año volvamos a San Benito en busca de nuestro palo.
El viernes no podré estar con ustedes amigos, pero seguro que cuando estéis dando esa curvita me acordaré de vosotros.
"Siempre que se crea una obra de arte, existe una historia detrás por la cual fue creada, y al ser admirada pasa de ser del autor a serlo del pueblo. Lo mismo pasa con la música cofrade, en concreto con la pieza musical Caridad del Guadalquivir"
Sebastian Domínguez Racero
Un abrazo a ti Sebastián y a todos vosotros
 
Sebastián con su pequeña Rocio

La imagen y la memoria

Somos una especie de costumbres, necesitamos la rutina, lo cotidiano y sólo buscamos salirnos del tiesto cuando la monotonía de la vida diaria nos atenaza y nos ahoga. En este sentido, la Semana Santa viene a sacarnos de la inercia en la que anclamos nuestra vida diaria tras los excesos de la navidad.
Así, con la primera luna llena de la primavera dejamos atrás la oscuridad de los meses de invierno e iniciamos un nuevo ciclo festivo, donde se celebra la luz y se exaltan los sentidos. Paradójicamente, no deja de ser esto una liturgia, una costumbre estacional, no en vano, la Semana Santa es la fiesta por excelencia de las ceremonias y los ritos .
Yo, personalmente, todos los años cumplo con un precepto casi obligado; El Viernes Santo, por la mañana, me visto de chaqueta y corbata y me dirijo a San Benito para participar en la procesión de Padre Jesús, sacando junto con otros veinticuatro compañeros, a la virgen que lo acompaña. En la mayoría de las ocasiones no me apetece hacerlo, que son muchos años haciéndolo y la espalda no es la de cuando era un chaval. Los nervios me atenazan como cuando salí la primera vez, y sólo hasta que no enderezamos el trono por la calle Alta no me relajo.
Sin embargo, sacar la Virgen de la Soledad del viernes me produce muchas satisfacciones. Una de ellas es la espera en San Benito a que nos llegue el turno para salir, allí donde precisamente más nervioso me pongo. Es dentro de la ermita donde tengo mi momento personal, uno de esos instantes únicos e irrepetibles en el curso del año.
Sale Padre Jesús a la calle. El gentío abarrota la plaza pero el silencio es impactante y sobrecogedor. Atrás, en el interior, quedamos serios y atentos al espectáculo que se desarrolla en la calles de Setenil. En algún momento muchos de nosotros hubiéramos querido portar el trono de Padre Jesús, pero ya no. Ahora, yo al menos, me conformo con verlo salir desde un sitio tan privilegiado. En ese instante pienso en muchas cosas; ¿qué hago allí? ¿Porqué vuelvo todos los años? ¿Qué razón hace que veinticuatro hombres permanezcamos en silencio? Estoy seguro de que hay tantas razones como tantos somos. Fe, tradición, compañerismo, compromiso, no sé, quizás sea un compendio de todas, al menos en mi caso.
En alguna ocasión alguien, ajeno al ritual y la ceremonia que supone todo esto, interpretó en el hecho de sacar las imágenes a la calle cierta falta de coherencia, como una especie de acto incongruente e incompatible con nuestra actitud a lo largo del año y la verdad es que en frío, fuera del contexto propio de la fiesta, una réplica parecía bastante difícil. Aquello que podría haber servido en tiempos pasados, cuando la religión influenciaba todos los aspectos de la vida, puede que no tuviera valor en la actualidad ahora que la racionalidad lo invade todo y el mero hecho de creer supone un conflicto personal, una batalla en lo más profundo de nuestro ser. Así pues, ¿que razones podría argumentar? Fue entonces cuando recordé una cita que leí hace algún tiempo: "Las miradas no se pierden, quedan adheridas al paisaje y nos unen convirtiéndonos en un puñado de cerezas con alma. Una metáfora de la conexión entre los hombres que, a través del tiempo hemos puesto nuestros ojos sobre las mismas cosas" Entonces me planteé la idea de que yo, al ver salir a Padre Jesús a la calle desde ese rincón de la ermita de San Benito, estaba viendo aquello que tantos hombres, quizás mis padres y mis abuelos, habían visto años, décadas atrás, y que lo que yo veía, con toda seguridad, lo verían otras personas posteriormente, quizás nuestros hijos y nietos. Una metáfora de la conexión entre los hombres en definitiva.
La Semana Santa, con todo su ritual de fiesta y celebración, con toda su parafernalia de imágenes y sensaciones, viene a resultar un rito arcaizado tanto en su forma como en su contenido, perdurable y semejante a como se hacía tiempo atrás. El hecho de ver, oír, sentir aquello que otros hombres sintieron antes de nosotros nos debe hacer pensar que quizás todo tenga un sentido, una razón de ser cuya explicación hayamos perdido en el camino.
Somos como un puñado de cerezas con alma. Si nos despojamos de nuestros recuerdos, nuestra vinculación con el pasado y nuestro enlace con el futuro, ese símbolo de la conexión entre los semejantes que nos precedieron en el mundo, nosotros mismos y aquellos que nos sustituirán cuando ya no estemos en él, quizás nos estemos desprendiendo de una porción de lo que nos hace hombres.

[Rafael Vargas Villalón. Setenil. Enero 2012]
Publicado en el Boletín Oficial de la Revista Los Negros de 2012

Nota; Las dos primeras imágenes son especiales para mí porque en ellas aparecen mi padre y mi abuelo
¡Salud amigos!

La noche más bella

Lamentablemente no pude vivir esa noche inolvidable, pero escuché a la gente que me contó lo que pasó, vi sus ojos y me emocioné con ellos.
Se necesitan algunos siglos de enconada rivalidad entre Negros y Blancos para que esto tenga significado, quizás ser setenileño para entender estas imágenes, muchas Semanas Santas para comprender el significado de los momentos mágicos que se sucedieron a lo largo de esta solemne procesión.
Sin duda alguna, la noche más bella. 

jueves, 21 de marzo de 2013

Vía Crucis Magno en Setenil de las Bodegas

Todo es histórico en este Vía Crucis Magno previsto para la tarde- noche de mañana, todo lo hace solemne y único; ¡Padre Jesus Nazareno y el Cristo de la Vera Cruz procesionando juntos por las calles de Setenil!
Sólo la lluvia puede estropear una celebración de este calibre.
¡Salud amigos!

lunes, 18 de marzo de 2013

Los sucesos relacionados con el Sábado Santo en Setenil

A mediados de los años ochenta, La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de Nuestra Señora de la Soledad de Setenil, popularmente conocida como Los Negros, vivió un periodo de turbulencias sin parangón en su historia desde los tiempos de la Guerra Civil y que casi estuvo a punto de acabar con sus cerca de trescientos años de historia.
La Semana Santa de Setenil, analizada desde un punto de vista antropológico, resulta uno de los elementos más definitorios del ser y sentir setenileño como hemos visto en este blog en más de una ocasión. Resulta curioso comprobar como después de los meses del largo invierno serrano, la localidad se lanza exultante y jubilosa a celebrar al inicio de la primavera su fiesta grande por antonomasia, una semana de pasión a todos los niveles que en cierto modo desentona con el carácter tranquilo y poco dado a las exaltaciones de nuestra gente.
Así pues, analizando algunos documentos de la época y tirando sobre todo de la narración de los hechos por el Diario de Cádiz, podemos hacernos una idea de lo que supuso para la localidad los sucesos relacionados con la salida procesional del Sábado Santo y las disputas de la hermandad con el Obispado de Jerez, sucesos que echaron a cientos de setenileños a la calle y que llegaron a eclipsar por completo a las mismísimas elecciones municipales que se celebraban por aquellas fechas.
El inicio del asunto se remonta al Decreto emitido el ocho de septiembre de 1983 por el Obispo de Jerez, Don Rafael Bellido Caro, donde se encomienda a las Hermandades y Cofradías de la Diócesis, “que el Sábado Santo fuera día de meditación y reflexión a la espera de la Resurrección”.
Esta orden afectaba de lleno a la Hermandad de Los Negros que desde 1958 procesionan en la noche del Sábado Santo a la venerada imagen de Nuestra Señora de la Soledad.
En un principio, en las Semanas Santas posteriores al decreto, Los Negros siguieron con sus horarios tradicionales haciendo caso omiso a la orden, por lo que el Obispado emite el 15 de Abril de 1985 un segundo decreto donde entre otras cosas se dispone que “ya que los templos, imágenes y demás enseres son propiedad de la Parroquia, a nadie se le permitirá, ni personal ni colectivamente, sus uso para ningún fin”. Así mismo se expresa taxativamente que “toda manifestación religiosa que se celebre en las calles de Setenil…se realizará bajo la responsabilidad única del Párroco…”
Era Párroco de Setenil en aquellos momentos un joven y prometedor cura que se llamaba Diego Valle, hombre afable y querido por la localidad pero que en aquellos momentos debía cumplir con la labor encomendada por sus superiores jerárquicos de Jerez. El asunto del Sábado Santo había tenido repercusiones en otras localidades de la provincia, siendo llamativo el caso de Olvera donde se había dado una total refundación de las hermandades, demostrando de facto la autoridad del obispado sobre las hermandades de su diócesis.
Es en estos momentos, concretamente en la Semana santa de 1986, cuando salta la chispa, y es ahí donde entran en juego mis recuerdos de joven penitente. Los Negros, quizás alarmados por las repercusiones que su indisciplina podría acarrear, cumplen a regañadientes la orden del Obispo, lo cual suponía adelantar la procesión de La Soledad a la noche del Viernes Santo.
Imaginen la situación que se presentaba a partir de ese momento, sacar dos procesiones el mismo día, ya que Los Negros salen con su titular el viernes por la mañana, esperar además a que Los Blancos terminen de procesionar El Santo Entierro y acto seguido organizar una segunda procesión con La Soledad que, como si se tratase de la mismísima Cenicienta, debe recogerse antes de las doce de la noche para cumplir con el Decreto del señor Obispo para que los fieles se encomendaran el Sábado Santo a la “meditación y reflexión”.
Como digo, mi memoria de joven penitente entra en acción. Me acuerdo del nerviosismo de los hermanos por ver si se salía el sábado, como siempre, o si se hacía caso al decreto. Me acuerdo de la presión para que Los Blancos se recogieran antes de su hora habitual para que la imagen de La Soledad pudiera hacer su recorrido completo y no le cogiera la medianoche en mitad del camino, recuerdo reuniones informales, el desorden y las carreras de penitentes haciendo sonar sus campanas para convocar a los hermanos para la procesión.
Finalmente se sale el Viernes Santo, bien entrada la noche sin posibilidad de cumplir el tope horario de las doce y con el cansancio que suponía preparar dos procesiones en el mismo día; desconcierto, arreglo improvisado de tronos, concertación de bandas de música etc. Así pues, en aquella noche oscura y única, La Soledad hizo su recorrido el Viernes Santo en un pueblo semivacío y con gran cantidad de puertas cerradas en su recorrido, que bien por cansancio o por no querer dar pábulo a un incumplimiento del decreto del Obispado, hicieron de aquella una de las noches más tristes no sólo para la Hermandad de Los Negros sino para la Semana Santa de Setenil en general.
En aquella aciaga noche prendió la mecha de la insurrección, imagen que como decimos dista mucho de la pauta general de los setenileños. Los hermanos negros, heridos quizás en su dignidad, dolidos por la afrenta que para ellos suponía procesionar con su venerada imagen por un Setenil semivacío, se confabulan para ignorar la orden del señor Obispo y sacar en la próxima y sucesivas Semanas Santas a su Señora de La Soledad en la noche del Sábado Santo, como venía siendo habitual desde 1958.
Triunfaba en ese momento el ala más vehemente en la dirección de Los Negros, hermandad que desde principios de los ochenta andaba en pleno proceso de transición, que como si un símil del proceso que el propio país había emprendido una década antes, iniciaba una regeneración de sus estructuras y personas tras el fallecimiento del que hasta ese momento había sido no sólo su Hermano Mayor, sino su norte y su guía durante décadas.

Detalle del Decreto del Sr Obispo
Detalle del Decreto del Sr Obispo
Portada de la manisfetación
Como decimos, en la Semanas Santa de 1987, tras el desastre de lo que había sido la Semana Santa del 86 donde “todo salió mal”, Los Negros deciden volver a sacar a La Soledad el Sábado Santo lo cual ocasiona la proclamación de un tercer decreto el 18 de mayo que es el que presentamos en esta entrada y que, bajo el membrete de” Rafael Bellido caro, por la gracia de Dios y de la sede Apostólica, Obispo de Jerez”, establece entre otros puntos el cierre al culto de la ermita de San Benito, sede de la hermandad y la práctica disolución de la misma, de sus órganos de gobierno y sus estatutos.
Es en estos momentos cuando se suceden los acontecimientos de los que se hace eco el Diario de Cádiz el sábado 30 de mayo de 1987 que relata los hechos desde su inicio hasta el acuerdo definitivo. Se produce una auténtica rebelión vecinal, una manifestación de cientos de personas a que se dirigió a la Iglesia de la Encarnación donde el Párroco celebraba misa para pedirle explicaciones.
Así pues y ante el cariz que tomaban los acontecimientos, el jueves 28 de mayo de 1987, diez días después de la publicación del decreto, Don Diego, acompañado de los Párrocos de Alcalá y Algodonales, recibe a los vecinos organizados en una nueva manifestación con el fin de dialogar. La cosa se tensa, el grupo rodea al Párroco al que gritan una y otra vez para que abra sin condiciones la ermita de San Benito, que las imágenes son del pueblo.
Es entonces cuando se produce la mediación de Don Antonio, antiguo Párroco de Setenil que consigue calmar los ánimos para llegar de esta manera a un acuerdo.

D. Diego se dirige a los manifestantes
bajo la imagen de Ntro. Padre Jesús
Don Diego habla a la multitud allí congregada; “he escuchado vuestra propuesta, todos iremos a San Benito, rezaremos un Padre Nuestro y todos nos iremos a casa”, y así se hizo, los hermanos cofrades que aquel día se congregaban en las puertas de la ermita rezaron delante de su titular y la iglesia quedaba abierta de nuevo al culto. Termina la crónica de Rafael Navas de esta manera; “El Párroco Diego Valle, al terminar la oración, bajo la mirada de la imagen de Padre Jesús, pronunció las últimas palabras de la noche; Jesús ha sido testigo de todo esto. Allá con vuestras conciencias”.
Don Diego cumplió su palabra. La ermita de San Benito en efecto permaneció abierta al culto durante todo el año, pero siempre bajo su estricta vigilancia. De esta manera, al llegar la Semana Santa de 1988 se produjo un hecho insólito. La Hermandad de Los Negros, ya en este momento disuelta por el obispado, decidió volver a procesionar el Sábado Santo por lo que tras la procesión del Viernes Santo y por no tener las llaves de la ermita, organiza un turno de guardia para que la iglesia no se cierre en ningún momento.
Participaron en aquellas guardias gran cantidad de hermanos, chicos y mayores, hombres y mujeres, produciéndose los hechos más insólitos. No era yo más que un adolescente cuando aquello pero recuerdo que al amanecer, a nuestro querido Paco Molinillo no se ocurre otra cosa que tocar las campanas de la iglesia para convocar a los hermanos para manifestar su alegría porque la ermita continuaba abierta, es decir, el mismísimo Sábado Santo, el día decretado por el obispo para “la meditación y reflexión a la espera de la Resurrección” y cuando quedaban prohibidas todas las manifestaciones religiosas, se tocaban las campanas en la ermita.
Desde aquel momento hasta hoy día Los Negros han sacado la imagen de Nuestra Señora de La Soledad por las calles de Setenil en la noche del Sábado Santo, lo cual provocó que se mantuviera en el tiempo la suspensión de sus estatutos y su exclusión como cofradía religiosa, situación que no ha impedido que durante más de veinte años actuara como tal y procesionara normalmente todas las Semanas Santas hasta ahora, pero desde luego, aquellos sucesos de mediados de los años ochenta marcaron el devenir de la hermandad y le dieron una impronta de rebeldía y particularidad que en cierto modo ha impedido una auténtica transición y una evolución a cofradía tradicional dentro siempre de un contexto enquistado de excepcionalidad .
Nuestra Señora de la Soledad en la noche del Sábado Santo
Así mismo, resultan dignos de estudio unos hechos que suponen un auténtico pulso entre un brazo de la iglesia Católica y una hermandad que representa a gran parte de un pueblo, una disensión entre un ente jerarquizado, bien organizado y profundamente tradicional y un grupo de personas a los que en la mayoría de las ocasiones sólo une el amor a sus santos titulares y su apego a unas tradiciones en cuya base reside su sentir setenileño.
Fuente:
 Diario de Cádiz. 30 de Mayo de 1987.
Decreto del Obispado de Jerez de 18 de Mayo de 1987

jueves, 14 de marzo de 2013

El indignado

Camina Paco por Las Escuevas decidido y enérgico, con brío, sin importarle el tremendo aguacero que ya a esas horas de la mañana barre Setenil. Ando yo en mis quehaceres diarios cuando me percato de que se dirige hacia mí. No tengo escapatoria, toneladas de roca cortan mi retirada, soy presa segura.
Efectivamente, Paco se me encara manoteando:
¡Este pueblo está lleno de catetos! gente que no se entera de qué va la vida, que hablan sin saber y lo que dicen son tonterías, borregos que se dejan llevar por lo que otros les imponen,  incultos que no ha leído en su vida, muñecos en manos de los poderosos.
Parece que Paco viene hoy más colérico que de costumbre, pero…hay cierto método en su locura, un aire de indignado que se sale de la palabrería habitual. Esgrime mi interlocutor un papel en la mano sucio y amarillento; ¿un documento confidencial? ¿una prueba inculpatoria? ¿un antiguo papel salvado de alguna quema inquisitorial? La cosa se pone interesante.
Paco me lo refriega por la cara y sigue: Dice la gente que las papas han salido malas este año por culpa de la simiente, y digo yo ¿la simiente por qué? Si todos los lotes han vendido de Holanda, que tengo yo aquí el papel del saco en la mano.
Y yo lo veo claramente Holland, Holland, Holland…¡coño Paco que me voy a tragar la etiqueta!
Finalmente  Paco sentencia;
La simiente es la misma, pero la tierra no. Hay gente que no ha preparado la puebla, que no la ha abonado, que no ha cuidado los lomos, que no la ha tratado, y luego pasa lo que pasa, que unas papas se pudren y otras no, y ahora ¿de quién es la culpa? ¿de la simiente? Lo que pasa es que la gente no lee, que son unos incultos, y así no se puede andar por la vida.
Y tal como llegara, Paco se va, haciendo aspavientos  y manoteando la etiqueta de la cimiente de las papas en el aire, ¡incultos! ¡iletrados! ¡borregos! vocifera, y yo me quedo perplejo pensando que el personal anda fatal con esto de la crisis, y me aplico en mi faena que ya voy tarde y escucho a Juan el de la Residencia cantando por la calle.

El cementerio de árboles

Dibujo sobre una agenda hecho con boligrafo Bic
Grabado de Moreno Capdevila
Grabado de Moreno Capdevila
A un lado de ese viejo camino que conduce a una antigua ciudad, una casa vieja devorada por el tiempo. Como las magníficas villas que antaño se levantaban entorno a Acinipo, este cortijo se alza en la ladera de la Mesa; muros vetustos de un pasado laborioso y señorial. Los algarrobos secos del patio delatan lo que nos vamos a encontrar, ruina, escombros, podredumbre.
La puerta entreabierta nos invita a pasar, nada que no imaginemos. El agua baja por los muros, las tejas besan los suelos de loza donde crece la hierba. Una cocina, habitaciones, un salón, cuadros, muebles desechos, una mesa desolada y sobre la mesa un libro. Parece que alguien lo hubiera dejado allí a propósito, como si deseara que alguien entrara para leerlo. “Inventario de cenizas”. En la portada un ángel, quizás un demonio, un cuerpo humano que torna a árbol o un árbol que se vuelve humano, seco, enjuto, retorcido, como los algarrobos del patio exterior. Definitivamente abro las páginas y leo;




“Al caer de los ángeles,
a la hora Que Dios recoge sus miradas cárdenas
y un mármol gris extiende sobre el mundo
sus silenciosas alas,
se congregan los árboles supérstites
para velar sus muertos.

Con pasos de crepúsculo descienden
desde lo alto del más alto cerro,
quietos, innumerables, Como ríos exánimes
los troncos muertos. Olímpicos, extáticos, humildes.
Atónitos, rebeldes, resignados. Mirándose los pies o el ido cielo.
Plácidos unos.
Otros retorcidos
como la imagen del remordimiento.
Otros más largos que su misma muerte
como si hubieran sido sorprendidos a la mitad del vuelo…

He aquí mi cementerio.
Como el hombre de cal
edifica con cal sus monumentos,
así mis muertos de madera
construyen de madera sus sepulcros
y les graban adentro del follaje
epitafios de viento.

He aquí mi cementerio de árboles.
Nuestros pasos de huesos deleznables
no los despertarán, porque para ellos
no son sino crujidos de silencio.
Nuestros ojos hirvientes de gusanos
no turbarán su seño; nos conocen
desde antes que naciéramos.
Saben desde hace inmemoriales siglos
que solamente somos
la sal, la pudrición de su alimento”.

Palabras de un poeta loco que canta canciones desesperadas… cierro el libro y salgo de aquellas estancias desoladas, los algarrobos secos me siguen con sus ojos de carcoma. Extraños fantasmas me acompañaron en aquella visita, etéreos moradores que aún sueñan con mares de trigo heridos por el arado y bueyes ungidos como ancestrales galeras.
Fuente: Inventario de cenizas. Octavio Novaro. Grabados de Moreno Capdevila. México 1964
Para saber más: Octavio Novaro. Instituto Nacional de bellas artes de México.



martes, 12 de marzo de 2013

La iglesia de fondo (II)

Como en las tablas de un escenario, estas imagenes lo tienen todo; la pose casi teatral de los protagonistas, su superposición respecto a la cámara y los espectadores, el campanario y la fachada de la vetusta iglesia recortados en el cielo nítido, las peñas y los tejados, como un decorado de fondo.
Frente a la naturalidad de la foto de grupo de la entrada anterior, esta instantánea resulta de lo más artificiosa al posar los protagonistas de perfil, marciales e hieráticos como en una postal de Sáenz de Tejada, cantando a esa España que en aquel lejano 1942 aún sufría los espantos de la guerra.

lunes, 11 de marzo de 2013

Aquella nevada del 54

¡Menuda nevada debió ser aquella que todavía la recuerdan nuestros mayores!
Este grupo posa en la Villa (¿?) riendo y haciendo bromas con la calle llena de nieve y la verdad sea dicha, tan poco abrigados que da escalofríos de verlos...¡miren a esos zagales en pantaloncillos cortos¡
En la base de la foto se ve la inscripción 2  54, es decir, podría tratarse de febrero de 1954, mes que coincide con esta última nevada con la que nos encontramos el pasado día de Andalucía.
Sería interesante hacer una cronológica de las nevadas que han caído en Setenil, al menos del último siglo y ver si se trata de un fenómeno periódico o no sigue ningún patrón estadístico.
Yo personalmente me inclino por que esta nevada, las que pueden venir todavía y esta sucesión de lluvias casi constantes durante todo el invierno tienen mucha relación con la corriente del niño, cuyos efectos se hacen sentir de esta manera en la península cada quince años aproximadamente y que están haciendo de este un invierno extremadamente lluvioso con puntas de frío muy acentuadas, un invierno como los de antes.
Tiraremos del refranero para concluir que aunque "nunca llueve a gusto de todos", "año de nieve año de bienes" ¡ojalá!
¡salud amigos!

La Iglesia de fondo (I)

Me pasa mi amigo Rafael Domínguez esta foto donde un grupo de niñas, entre ellas su abuela, posan para la cámara con el impresionante fondo de la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.
Muy posiblemente la imagen esté tomada en la trasera de la Iglesia del Carmen, justo donde años después se levantó el monumento al Sagrado Corazón, y que en aquellos años de posguerra aún era el campo, como bien nos recuerda esa cancioncilla que dice
"Setenil está en un hoyo,
su iglesia en un barraco
San Sebastian y El Carmen
a la salida del campo".
Junto a las niñas posa, toda vestida de negro, una señora que bien podría ser la profesora o incluso la catequista. Podría ser la clase de niñas donde estaba nuestra conocida Antoñita Sánchez, ¿quién sabe? muy posiblemente la foto sea algo posterior, quizás de finales de los treinta o principios de los cuarenta, pero tampoco sería muy descabellado imaginarlo.
Agredezco a Rafa que me haya pasado esta preciosa foto de su magnífica colección privada para compartirla con todos nosotros.

lunes, 4 de marzo de 2013

Éxito de Imagina Setenil


Escombros y una de las farolas del paseo en el cauce del río
 El lanzamiento de Imagina Setenil ha resultado ser un auténtico éxito, no sólo por el número de visitantes y grupos de amigos, sino por los contenidos y las aportaciones de unos y otros, que han logrando el objetivo de convertir este “periódico virtual” en un espacio para el debate en Setenil, una auténtica plaza pública.
Son muchos los temas que hay pendientes de tratar y debatir, asuntos que en algunos casos han quedado relegados a simples conversaciones de barra de bar o al olvido en la mayoría de las ocasiones.
El mundo está cambiando a toda pastilla y la democracia no puede quedar relegada a convocar a los ciudadanos a las urnas cada cuatro años. Ahora, gracias a la posibilidad que nos da la tecnología, en cuestión de minutos miles de personas pueden saber lo que acontece en tu localidad o lo que pasa en el rincón más recóndito del planeta, una manera muy útil desde luego de fiscalizar la labor de nuestros representantes políticos.
Son muchos los temas que tenemos pendientes de debatir y conocer en Setenil. En estos momentos se está llevando a cabo la restauración de la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, quizás la joya del patrimonio artístico de Setenil. Que el arquitecto encargado de las obras explique su trabajo al público en general es un excelente ejercicio de claridad y transparencia, independientemente de que estemos de acuerdo o no. En ningún momento hemos de olvidar que La iglesia de Setenil forma parte de la memoria personal de todos y cada uno de nosotros, por lo cual es necesario un mayor ejercicio de divulgación de cuanto acontezca en su rehabilitación y las razones técnicas que así lo determinen.
Quedan pendientes como digo otros asuntos; Una explicación sobre la quema de papeles en el edificio del antiguo sindicato, la restauración de la Torre de homenaje, edificio aún cerrado al público en general incluso después de haber finalizado las obras, la degradación del cauce del río a su paso por la localidad, sobre todo a la altura de la calle Cabrerizas, hasta no hace mucho una de las zonas más bonitas de Setenil y que en la actualidad, merced sobre todo al desastre urbanístico perpetrado con el camino de albero en el mismísimo lecho del río, se ha convertido en una auténtica escombrera de hormigón y farolas derruidas. El tema de la limpieza en general, que se hace lacerante en zonas de mucho tránsito de turistas, ¡la depuradora! Un auténtico atentado a la vista y al olfato el de esa construcción que nunca ha llegado a funcionar. La rehabilitación de la ruta interurbana de Los Escarpes del Río Trejo, que después de terminar el plan de puesta en valor para el disfrute del público en general no conserva ningún tramo que se pueda considerar transitable. ¿Por qué razón, antes de la obra se podía andar por esa ruta y actualmente es imposible? Actividades culturales y de promoción turística, el museo, cerrado a cal y canto... en fin.
La situación de crisis actual no parece nada halagüeña y Setenil no es una excepción. Somos un pueblo que año tras año pierde censo y como ya se comenta, corremos el riesgo de convertirnos en una pedanía de Alcalá del Valle; “Tosca, Alcalá manda”, como han escrito en un panel informativo de tráfico a la altura de la Huerta de Los Llanos.
El turismo parece ser una buena opción de futuro pues pocos pueblos tienen las condiciones que tiene Setenil, pero desde luego no podemos dormirnos en los laureles. Hay que actuar mucho y bien, como hemos visto. Quizás no podamos lograr que se lleven a cabo estas y otras actuaciones, pero desde luego ahora podemos hacer público aquello que por acción u omisión no sea de recibo y somos algo más valientes para decirles a nuestros representantes que se pongan las pilas.
¡Salud amigos!

viernes, 1 de marzo de 2013

Imagina Setenil

 Hola amigos, este 28 de Febrero día de Andalucía nos ha traído dos buenos regalos; la nieve, que ha dejado paisajes de ensueño en nuestra tierra, y la publicación de IMAGINA SETENIL, una página que ha resultado ser un secreto a voces pero que todos esperábamos con mucha ilusión.
Coordinado por nuestro amigo Pedro Andrades, Imagina Setenil pretende ser un espacio para el debate y la creación en Setenil, una plaza pública donde hablar de aquellos asuntos que nos competen a todos los setenileños, sin miedos ni cortapisas, así como una herramienta para la difusión del conocimiento de nuestro pueblo.
Pese a ser una iniciativa totalmente particular, Imagina Setenil nace con una clara vocación de servicio público, en la que además se espera la colaboración de todos.
Sin duda alguna, una buena noticia para Setenil y toda su gente, que falta nos hace. Un saludo fraternal desde Setenil Rural.
¡Salud amigos!
Enlace: Imagina Setenil