domingo, 31 de enero de 2010

Una de zorros en Setenil

Setenil, como el resto de los pueblos vecinos de la Sierra, guarda una gran riqueza en literatura popular, que ha perdurado en el tiempo por la transmisión oral de padres a hijos.
Hace años, una profesora de la Universidad de Cádiz dio una conferencia en Setenil sobre el Romancero y la recopilación que había hecho años antes para su tesis doctoral en nuestro pueblo. Recuerdo que comentó que en Setenil existían romances que habían perdurado desde los años de la reconquista, y que como auténticos fósiles vivientes, había gentes que aún los recitaba de memoria. Comentaba esta Profesora, que eran las mujeres las que lo transmitían, incluso a modo de cancioncillas, y que los hombres pese a conocerlas por haberlas aprendido de sus madres, sólo la recitaban. Se trataba en su mayoría de personas bastante mayores.
José Domínguez era uno de estos hombres. Muchas poesías son de su invención, pero otras tienen una clara influencia en el romancero y en la literatura popular. En Setenil había más gente conocedora de este ancestral folclore popular y muchos fueron los estudiantes que andaron por aquí recopilando muestras del mismo.
Dejaremos el tema de los romances para otro día y vamos a fijarnos en el género de la fábula, es decir, cuentos que tienen a los animales como protagonistas, aunque con rasgos y capacidades muy humanas.
En el libro Cuentos Populares de la Sierra de Cádiz de Antonio del Río Cabrera y Melchor Pérez Bautista, publicado por la Diputación de Cádiz, tenemos varios ejemplos de esto.
Me llama la atención que de los cuatro o cinco cuentos que proceden de Setenil, al menos tres de ellos tienen como protagonistas al zorro, como representación de la sagacidad y la viveza. Entonces busqué algunos poemillas de José Domínguez con los mismos personajes. Vean el resultado;


Estando en mi choza un día
Gobernando mi zamarra
Ví un zorro venir
De los Frontones a la Mata.

Traía pasos muy lentos
Las ideas disfrazadas
Con mala leche a la vista
Se dirigió a la manada.

Que disfrazada de humilde
Paso a paso se acercaba
Y en un descuido de madre
Se lleva una cordera blanca.

Y al grito de la cordera
Tres turcos me la acorralan;
“Suelta, suelta mi cordera,
Que puede salirte cara.”

“Si tu tienes tres perros turcos
Y una loba endemoniada,
Yo tengo mis propios dientes
Que cortan como navajas.”

“Andar perrillos con ella,
Andar perrillos de fama
Que si matáis a la zorra
Más tranquilos de alimaña.”

Y que su pellejo sirva
Para hacer propaganda;
Que todo aquel de este mundo
El que mal anda mal acaba.

El Zorro. Setenil 15 de Julio de 1970
José Domínguez. El poeta que no pudo aprender a leer.

"Yo que nací en el campo
Y de los pueblos muy lejos
Y me persiguen los hombres
Porque les quito conejos.

Yo que no tengo tierras
Ni fábricas ni trabajo
Si así me hizo a mí, Dios
Decirme yo que le hago.

Si Dios hizo a los hombres
También a los animales,
Los hombres tienen sus leyes
Y la nuestra quién la sabe.

Por Dios pido a los hombres,
Que no persigan más,
Que me digan de qué como
Que no tenga que robar. "

Setenil 10 de Noviembre de 1982
José Domínguez. El poeta que no pudo aprender a leer.


Es curioso en estos dos poemas con doce años de diferencia, que mientras en el primero el zorro es una malvada alimaña, en el segundo es un ser digno de compasión.
Ambos poemillas son del libro de José Domínguez, pero en Cuentos Populares de la Sierra de Cádiz hay algunas fábulas suyas. Esta que a continuación transcribimos es de otro setenileño, y me pareció la más divertida:

Esto era una zorra que vivía en los Frontones y tenía cinco zorritos, y todas las noches les traía un testarazo de uvas a los zorritos. Y los zorritos locos de contentos.

- Mamá, ¿de donde trae usted esas uvas?

Dice:
- Comed u callad.
A la otra noche, otro viaje de uvas. Hasta que los zorritos se hacen grandes y dicen:

- Mama, pues esta noche vamos a ir con usted a la viña.

Dice.
- Hombre…esta noche no. Tengo yo que hablar con los dueños. Como la he comprado, para hacernos las escrituras y eso.

Pues la zorra se arranca y dice:
- ¡va! Pues esta noche vamos a ir.

Y se arrancan los animalitos todos, y cuando estaban dentro de la viña, los pilla el guarda. Se lía a tiros con ellos, y los zorritos se quedan agazapados por aquellas cepas.
Pero la zorra se quita de en medio, y se mete en su zorrera.
Y llegan los zorritos:
- Mama ¿pues no decía que la viña era de usted?
Dice:
- Hijo, pero todavía no habíamos hecho la escritura.

Narrado por José Becerra (Cf. Cuento Nº7)
Recogido en Venta de Leche. Setenil de las Bodegas. (Del Río y Pérez Bautista)
Cuentos Populares de Animales de la Sierra de Cádiz. Publicaciones de la Universidad de Cádiz. Diputación de Cádiz. 1998.

Para estos setenileños, criados y trabajados en los oficios del campo como rezan sus curriculum, la naturaleza formaba parte de sus vidas y estaban inexorablemente ligada a ella. Ponerle voz y vida a los animales debía de resultarles de lo más natural.
Ignoramos si esta zorrita ladrona de uvas y criada en Los Frontones de la que nos habla José Becerra, es la misma que le trató de robar la cordera blanca al bueno de José Domínguez en La Mata.



De Naturaleza

viernes, 29 de enero de 2010

El Carril desde La Coronilla


La verdad es que ignoro la fecha y la autoría de esta antigua foto de Setenil, que siempre había creído pertenecía al reportaje del fotógrafo rondeño Miguel Martín, y que a día de hoy no tengo nada claro. No creo que esta foto sea de los años veinte, más que nada por el camión que coge la curva del puente, aunque no podría asegurarlo.
La vista está tomada desde La Coronilla, por la veredita que llega hasta la Umbría, e impresiona ver El Carril y La Ventosilla con tan pocas viviendas. En la panorámica se distinguen los meandros del río, Las Cuevas de Román y Las Cuevas de la Sombra, con El Carmen y La Villa al fondo.
Curiosa foto. Si alguien sabe el año en que la pudieron hacer que nos lo haga saber.

jueves, 28 de enero de 2010

Francisco García "Perucho": Un torero de Setenil

De CARTELES

Es de corrido Francisco García "Perucho" el personaje setenileño más ilustre. Así aparece al menos en las páginas Web que hablan de Setenil, sin llegar a detenerse mucho más en la vida y milagros de este paisano nuestro dedicado a los toros, y cuyo verdadero mérito no resulta otro que ser uno de los primeros toreros de la historia en morir en la plaza. Cierto es también que Francisco García es uno de los primeros espadas de la historia de la tauromaquia, allá en la frontera de los Siglos XVIII y XIX, cuando Pedro Romero y Pepe-Hillo ponían las bases de lo que con los años se convertiría en la Fiesta Nacional.
Nos encontramos pues en los albores de la tauromaquia, en un momento quizás donde el toreo a pie, ejecutado por mozos de cortijos y mataderos, ya ha desbancado al aristocrático toreo a caballo, y los primeros maestros de la fiesta le dan el prestigio y la reputación que aún no tenía. Comienzan a definirse por aquellos entonces dos escuelas; La Rondeña, con un estilo sobrio y austero, y la Sevillana, más preciosista y espectacular.
Quizás, por proximidad, pertenecería nuestro Perucho a la primera escuela, La Rondeña, aunque lo cierto y verdad es que coincidió con la mayoría de las grandes figuras. Así, Rubén Amón imagina un hipotético cartel del siglo XVIII, en su artículo "Francisco el de los Toros", para La Revista de El Mundo:

"EL CARTEL DEL XVIII. Costillares, inventor del volapié, Pepe-Hillo, torero
pinturero y alegre, y Pedro Romero, que lidió más de 5.000 toros, fueron los
matadores de la época, pero además de ellos adquirieron cierto protagonismo un
hermano y un primo del propio Romero, Pedro y Juan, el malogrado Francisco
García, Perucho, el sevillano Francisco Garcés y dos espadas gaditanos unidos
por el apellido: Jerónimo José Cándido y José Cándido Expósito".

Para hacernos una idea de lo que era el toreo en aquellos entonces, resultan muy ilustrativas las serie de Francisco de Goya dedicadas a la Tauromaquia, donde se representan todas las suertes de la lidia, y que de la misma manera que otras series del genial aragonés, son capaces de impresionar al observador, pues representan todo el espectáculo, el dramatismo y la tragedia de la fiesta de los toros; Acto simbólico y teatral que encierra en sí mismo lo malo y lo bueno del alma de la condición humana.
Siven como digo estas láminas para entender esta tauramaquia del XVIII donde se desenvolvía Perucho, cuya vida, pese a lo notorio de su oficio, esconde más suposiciones que hechos constatados, siendo la circunstancia dramática de su muerte lo que hizo que su nombre perdurase en los anales del toreo. Así pues, aparece el diestro setenileño en el Cossío, auténtica enciclopedia del toreo, aunque será D. Juan J. Zaldívar en "Víctimas del Toreo", quién aporte algo de luz a la vida de Perucho, pese los pocos datos fidedignos que ha podido manejar.
Según este prestigioso aficionado del Puerto, Francisco García, debió nacer entre los años 1740 y 1745 en nuestra localidad, aunque lo corriente de su apellido y la ausencia del segundo hacen muy difícil su rastreo en los archivos parroquiales de Setenil.
Se sabe que fue un torero extremadamente valiente, aunque su falta de técnica hacía que estuviera unos peldaños por debajo de Pedro Romero o Pepe-Hillo, que no hay que olvidar son considerados como auténticos pilares de la tauromaquia. No se le conocen actuaciones en la Real Maestranza de Sevilla, y pocas corridas en Madrid, aunque no se le debe considerar como un torero localista que sólo torea en su zona de procedencia, ya que se le conocen actuaciones por Castilla y Levante. Así pues, Perucho adquiere cierta fama, que lo hace compartir cartel con las principales figuras del momento. El mismísimo Pedro Romero comenta en una carta; “El año que fue Perucho a Madrid de espada, fue a Valencia conmigo, y allí le maté al dicho un toro y en Orihuela le maté otro”. Según el autor portuense Zaldívar, pese a que Romero no cita el año de estas circunstancias, “podemos suplir esta omisión por constarnos que fue el de 1778, en que sirvieron las corridas de la Corte Juan Romero, de primera espada; Pedro, de segunda, y Perucho, de tercera; único año de que tenemos noticia que en esta Plaza torease el diestro gaditano”
Sea como fuere, lo que si queda claro, más por la tradición que por la presencia de documentos que lo aseguren, es que el 8 de Junio de 1801, en Granada, el toro Barbero de la Ganadería utrerana de Juan J. Bécquer, le da una cornada en la axila derecha causándole una terrible herida que le provoca la muerte tras veinte días de agonía.
Pese a la dificultad de encontrar documentos que atestigüen la noticia, en gran medida debido a la desaparición de los archivos antiguos de la Maestranza granadina, Zaldívar asegura la existencia de un grabado de la época con tres momentos de la cogida, lo cual puede considerarse una auténtica prueba de que la tradición es cierta.
Lamentablemente no he podido encontrar estos grabados, y estas láminas que colocamos en la entrada se refieren a la cogida y muerte de Pepe-Hillo, hecho que ocurrió un mes escaso antes de la cogida del diestro setenileño.
Hasta aquí lo poco que puedo contar de nuestro ilustre paisano Francisco García “Perucho”, un valiente torero de la época en que los grandes monstruos de la cosa cimentaban los pilares de la Fiesta Nacional, y de la que nuestro Perucho no hizo más que escribir con sangre y coraje parte de su historia.


De CARTELES

Para saber más:

¿Quién fue el primer lidiador víctima del toreo?La Gacetilla taurina; Don Juan José Zaldívar Oretega, Nº 56. 827 de noviembre de 2006)

Toros notables; 56.1Barbero. Don Juan José Zaldívar Ortega. Entrega nº 42 (12 de Febreo de 2007)

Víctimas del toreo. Toreros (Perucho) Don Juan José Zaldívar Ortega. Puero de Santa María. Julio 2009

Francisco García "Perucho". Wikipedia

Historia de las Ganaderías de lidia y Ganaderos. Escrito por Luis López Martínez. Ganadería Juan J. Béquer.

Historia de la Tauromaquia. Pepe-Hillo. Pedro Romero. Wikipedia

Arco iris en Setenil

De San Sebastian 2010

Cuando las nubes nos dan una tregua en este invierno tan húmedo que estamos pasando, podemos disfrutar de bellos arco iris que se dibujan en los cielos claros. Parece como si alguien hubiera pintado un arco en el firmamento con toda la paleta de colores, un arco que recorre todo nuestro término, como este arco iris que parece nacer en Los Escarpes del Trejo, pasa por la Molinilla,La Huerta de los Llanos, Las Casas Nuevas y El Nogalejo, para dejarse caer en el Higuerón. Un simple meteoro lleno de simbología mística y religiosa y que en la actualidad es un símbolo activista, aunque para la mayoría sólo sea algo realmente bello y efímero, que por unos segundos adorna nuestros cielos.

Para saber más:
Arco iris. Wikipedia.
De San Sebastian 2010

De San Sebastian 2010

miércoles, 27 de enero de 2010

Portada de la Iglesia de la Encarnación de Setenil


Entrada en la iglesia de la Encarnación de Setenil; Quizás un entierro, puede que una boda u otra celebración, lo más seguro que la misa de los domingos. Sólo se ven hombres, las mujeres muy probablemente lleven ya rato dentro mientras los varones apuran unos cigarros en El Balcón de la Villa. Unos andamios parecen apuntalar por fuera y por dentro la anacrónica portada, el horroroso parche que por esos años se acopló a nuestra preciosa iglesia, que asomándose por una esquina de la foto, se presenta noble, sobria y orgullosa, como un cúmulo de piedras que lo han visto todo.
Un Guardia contempla la escena ligeramente apartado del grupo, como constatando que todo transcurre con normalidad, según el guión preestablecido que se presupone en una localidad rural de la España de los XXV años de Paz.
Hay veces que una foto puede contar muchas historias.

lunes, 25 de enero de 2010

Día de San Sebastian; Patrón de Setenil

Con la celebración de la fiesta en honor a nuestro Patrón San Sebastian, se inaugura es Setenil la temporada de fiestas del año 2010, que ya pronto entran de corrido todos las fechas en rojo del calendario; Carnavales, Semana Santa, Romería etc.
De San Sebastian 2010

La verdad es que El día de San Sebastián se celebra cada año con más ganas, que hace casi un mes que dejamos atrás las navidades y ya tocaba. Nada mejor para animar a los setenileños que sacar un santo a la calle con banda de música incluida, y una verbena en Las Cuevas del Sol con DJ Gallo de maestro de ceremonias.
Los escasos visitantes que se atrevieron a desafiar la lluvia alucinaron con tan singular fiesta, que pocos sitios hay en el mundo tan buenos para hacer una verbena como en esta calle, donde ni la lluvia ni el sol molestan porque el tajo actúa de tejado. El próximo año trataré de darle publicidad, para que la gente de fuera se anime y nos acompañe, que seguro que pasarán un día estupendo.
Como novedades decir que la Banda de Setenil, además de dar un salto de calidad musicalmente hablando, ha inaugurado una escuadra de gastadores que le da un toque marcial a la agrupación. ¡Poco serios que van los muchachos! La verdad es que han ensayado casi todos los días del año, (yo incluso he compartido el Pabellón de deportes con ellos, que tiene mandanga jugar al baloncesto con una banda de música tocando a todo piñón). Enhorabuena a todos sus componentes.
De San Sebastian 2010

De San Sebastian 2010

De San Sebastian 2010

De San Sebastian 2010

De San Sebastian 2010

Por último decir, que se dio publicidad a la fiesta que el próximo día 7 se celebrará para la recaudación de fondos para los afectados por el terremoto de Haití. Cuando tenga claro los horarios, lugares y demás os lo hago saber, porque la colaboración en la organización es totalmente popular. No podemos faltar a esta cita, donde además de pasar un buen día ayudamos a una gente que lo está pasando realmente mal.
De San Sebastian 2010

De San Sebastian 2010

De San Sebastian 2010

De San Sebastian 2010

De San Sebastian 2010

jueves, 21 de enero de 2010

Setenil Rural: Un año de Blog

Pues si señor: !Hemos cumplido un año! Sería por estos días de mediados de Enero del año pasado cuando iniciamos esta experiencia de crear un blog y liarnos a contar cuanto se nos pasara por la cabeza, que algunas veces se queda uno con las patitas colgando cuando leo las entradas antiguas. Me acuerdo hoy de aquellos días en que mi amigo Juanma de la Rosa, el autor del Blog Montes de Málaga en Bici, sacrificaba su media hora de desayuno para explicarme los pormenores técnicos de esto. Sin él quizás hoy este Blog no existiría. Son muchas las personas que me han ayudado y han aportado historias, informaciones y material gráfico: Mi prima Lina, mi madre, que siempre está contándome cosas de su niñez, Juan Manuel, Juan Sánchez, también conocido como Setenil69, Reportero Oficial del Reino de Setenil y algunos otros. Vaya mi más sincero agradecimiento a todos ellos, aunque el reconocimiento especial es para Elo, que tantos problemas técnicos me ha solucionado y que tanta paciencia ha tenido conmigo cuando me quedaba algunas noches escribiendo de madrugada.
Agradezco también a aquellos que tenéis el hábito de entrar de vez en cuando por estas páginas para ver lo que se cuece, a los nueve seguidores, a los que escriben comentarios, y a todos los nuevos amigos, de Setenil o fuera, que hemos hecho este año, porque esto es quizás lo más bonito; La de gente que he conocido y las interesantes charlas, que por correo o en persona, hemos tenido. Así he descubierto que no soy el único fascinado por Setenil, y que somos muchos los interesados en conocer la historia, las costumbres, la naturaleza y cuantas cosas especiales hay en el pueblo.
Hay gente que me advertía cuando empecé hace un año, que el tema era muy limitado, que un pueblo tan pequeño como Setenil como único tema tenía poco recorrido y que pronto me quedaría sin cosas que contar. Hoy, un año después, pienso que no podía haber elegido un asunto mejor sobre el que escribir.
La verdad es que Setenil y sus gentes bien merece una media horita diaria de dedicación.
¡Gracias a todos!
De Yo y Elo

miércoles, 20 de enero de 2010

Setenil Mágico (II): La Clica

He tenido algunos problemillas con mi pequeña Canon, así que he tenido que desechar algunas fotos, de todas formas os paso un pequeño reportaje con algunos comentarios de la entrada anterior.



De la clica



De la clica


De la clica

En el interior podemos ver tajos siempre húmedos de cuyas paredes brotan extrañas formaciones que asemejan caprichosas figuras, con cuevas donde se forman estanques de agua cristalina por el goteo constante que mana de la roca, y que genera un peculiar musiqueo.
De la clica

Allí crecen nogales, chopos y mimbres que abrazados ferozmente por la hiedra hasta la copa, alcanzan alturas imposibles por su búsqueda constante de la luz. Con temperaturas muy suaves, mucha humedad y el olor a madera putrefacta, la sensación a la altura del arroyo puede ser densa y sofocante.
De la clica

De la clica

En uno de sus escarpados accesos, paralela a un camino de piedra y junto a un pino que quizás pueda rivalizar en altura con los del Tejarejo, encontramos una casa semiderruida. La visión de esta construcción no puede dar una mayor sensación de desasosiego, y la imaginación nos lleva a las mismísimas Cuevas de Zugarramurdi.
De la clica

De la clica

Me paré a fotografiar la casa, el camino y las cuadras aledañas, abrí una ventana y en una estancia sin techo, tallado en la misma piedra que hacía de pared, observé enmarcado un enigmático rostro sonriente.
La verdad es que nos llamó mucho la atención contemplar esa imagen en aquel lugar, aunque ignoramos su datación, su origen y su propio sentido, lo cual acrecienta el misterio del lugar.
De la clica

De la clica
De la clica
De la clica
De la clica
De la clica

Visitar La Clica es como viajar a un pasado en el que el mismo pueblo de Setenil, entendiéndolo como hábitat humano, era solo un esbozo, y reducidos grupos de pastores se refugiaban de las inclemencias del tiempo al abrigo de sus cuevas. Se imagina uno ese lugar húmedo y sombrío, cuajado de zarzas e hiedras y lleno de árboles como brazos de gigantes, que desde el mismo lecho del río extendían sus ramas hacia la superficie.

martes, 19 de enero de 2010

Setenil Mágico (I): La Clica











Aquellos que ya conocen La Clica, estarán de acuerdo conmigo en asegurar que se trata de uno de los lugares más singulares y enigmáticos de Setenil; Un pequeño mundo que nos recuerda a otras latitudes de la geografía ibérica, donde la orografía del terreno y el clima oceánico moldean unos paisajes de claras connotaciones mágicas. Nos referimos a esas imágenes que tenemos de la mitología celta o del folklore gallego y cantábrico en general.
Cuando pasas por El Alambique o La Huerta de los Llanos, nada hace suponer que esas ramas verdes que parecen salir de las tierras de labor, son en realidad la copa de unos árboles que vienen a nacer mucho más abajo, en un abrupto barranco horadado por el arroyo.
Cuando llego a La Clica me viene a la cabeza la imagen de una cosechadora gigante que rotura las tierras arrancando toda la arboleda, y que al pasar por esta depresión del terreno sólo llega a cortar la punta de los árboles. A nuestro alrededor, en esta parte de Setenil, sólo vemos olivos y tierras de secano, y encontrarnos con esa explosión de verdor es toda una sorpresa y un auténtico descubrimiento.
Quizás no haya visitado La Clica en su mejor momento: Las lluvias de los últimos días y las tremendas crecidas de arroyos han dejado un panorama desolador por casi todo el término y pueblos vecinos. Por todos lados podemos ver los efectos de los temporales y como es lógico el paisaje muestra aún las heridas en la tierra descarnada. Así, el arroyo que cae abruptamente a la cima, se ha salido de su cauce habitual arrancando gran cantidad de árboles que crecen en su interior.
Por otro lado, recuerdo que en anteriores visitas La Clica estaba cuidada por un hombre que habitaba una humilde casa; había trazas y senderos, árboles frutales e incluso pequeños bancales con huertecillos. Hoy el paraje está completamente abandonado, la casilla en estado ruinoso y los caminos intransitables, devorados por una maraña imposible de zarzas y otras especies de plantas trepadoras.
Mucho más bajo que el terreno circundante y rodeado de tajos y peñascos, La Clica es un auténtico microclima natural, donde la vegetación se hace dueña del paisaje; Allí crecen nogales, chopos y mimbres que abrazados ferozmente por la hiedra hasta la copa, alcanzan alturas imposibles por su búsqueda constante de la luz. Con temperaturas muy suaves, mucha humedad y el olor a madera putrefacta, la sensación a la altura del arroyo puede ser densa y sofocante.
En el interior podemos ver tajos siempre húmedos de cuyas paredes brotan extrañas formaciones que asemejan caprichosas figuras, con cuevas donde se forman estanques de agua cristalina por el goteo constante que mana de la roca, y que genera un peculiar musiqueo. En uno de sus escarpados accesos, paralela a un camino de piedra y junto a un pino que quizás pueda rivalizar en altura con los del Tejarejo, encontramos una casa semiderruida. La visión de esta construcción no puede dar una mayor sensación de desasosiego, y la imaginación nos lleva a las mismísimas Cuevas de Zugarramurdi.
Me paré a fotografiar la casa, el camino y las cuadras aledañas, abrí una ventana y en una estancia sin techo, tallada en la misma piedra que hacía de pared, observé enmarcado el enigmático rostro sonriente de un hombre.
La verdad es que nos llamó mucho la atención contemplar esa imagen en aquel lugar, aunque ignoramos su datación, su origen y su propio sentido, lo cual acrecienta el misterio del lugar.
Visitar La Clica es como viajar a un pasado en el que el mismo pueblo de Setenil, entendiéndolo como hábitat humano, era solo un esbozo, y reducidos grupos de pastores se refugiaban de las inclemencias del tiempo al abrigo de sus cuevas. Se imagina uno ese lugar húmedo y sombrío, cuajado de zarzas e hiedras y lleno de árboles como brazos de gigantes, que desde el mismo lecho del río extendían sus ramas hacia la superficie.
Pronto pasemos un reportaje fotográfico más ámplio de un paraje tan singular.

domingo, 17 de enero de 2010

CISB: El blog del Centro de Interpretación de Setenil

Se lleva fraguando desde hace unos meses, pero esto de CISB empieza a coger forma, y hoy por lo pronto podemos disfrutar del blog que se ha creado para el museo. He de admitir que aún no me ha dado tiempo a leer mucho, pero conociendo a sus autores podemos considerar que estamos de enhorabuena todos aquellos que deseamos aprender y conocer más sobre nuestro pueblo y su comarca.
Creo que todos hemos tenido ocasión de leer en alguna ocasión algo de Jesús López, arqueólogo especializado en arquitectura castral, y quizás la persona que mejor conoce la historia de Setenil. Pues bien, este hombre coordina los trabajos que se volcarán en sus páginas, con lo cual, desde este blog particular tendremos que remitir mucha información sobre temas de historia al CISB.
Desde esta entrada os remito un enlace directo, pero en breve colocaremos un enlace permanente.
Un saludo desde Setenil Rural a este interesante y necesario proyecto cultural, y a todos los que participan en él.

Enlaces:
CISB http://cisbsetenil.blogspot.com/
Centro de Interpretación de Setenil de las Bodegas. Setenil Rural

jueves, 14 de enero de 2010

José Domínguez: El Poeta que no pudo aprender a leer


Sería por el año de 1996 cuando a Don José Domínguez le publicaron su librillo de poemas. Pienso que nada le pudo hacer más ilusión porque el hombre le daba una promoción, que ni la Editorial Planeta con sus libros premiados; ¿Que llegaba un autobús de turistas? allí estaba el bueno de Don José ofreciendo sus libros al personal.
Fue de esta manera como me vendió un ejemplar en la puerta del bar Zamudio, creo recordar que fueron 500 pesetas de las de entonces y que se tubo que llegar a su casa a buscarlo porque ya los había vendido todos. Además, por añadidura, me recitó algún poema y como siempre me contó unas anécdotas. Tijeras, como se apodaba, era todo un personaje; Poeta, recopilador de romances y contador de historias, además, no hay estudioso del folklore popular de Setenil que no le haya sacado algo de su repertorio.
No hay que ser muy ducho en literatura para reconocer que los poemas de José son de una escasa calidad técnica y que la reiteración de algunos temas sobre la actualidad de ese momento los hace demasiado simples. Parecía como si el hombre los escribiera después de ver el telediario. En su defensa se podría alegar que demasiado que hacía rimas, ya que José no sabía leer ni escribir. Para mi esto no es ningún mérito, ya que aunque alguien tenga un defecto y sea capaz de superarlo, sólo admiramos la capacidad de afrontar la adversidad pero no hay porqué admirar un resultado mediocre. Pero amigos, aquí viene lo bueno, en una maraña de rimas dedicadas a la política, la guerra, la paz y otros temas de actualidad, Don José inserta poemas que son capaces de conmovernos y emocionarnos al mismo tiempo; Es cuando habla de la vida, la muerte, el amor, la naturaleza, los temas inherentes a la condición humana. Es sorprendente como aborda esos temas tan transcendentales con una mirada casi infantil e inocente.
Por otro lado, una lectura de este sencillo poemario nos deja un buen sabor de boca, pues en el fondo de una sociedad dominada por el dinero y los prejuicios, Tijeras irradia optimismo y una gran fe en la condición humana. Es el testamento de un hombre con una sed ancestral de paz y justicia.
Tijeras se expresa de esta manera en un poemilla dedicado a un huerto que tiene en un tajo:
“Sacando piedras como loco
Porque otra cosa no había
Me pasé muchos años,
Muchos meses, muchos días.
Trayendo tierra de otra parte
Porque poca tierra tenía,
Hoy tengo un huertecillo
Que de verlo da alegría.
¡Pero cuanto he trabajado!
Y con la fe que lo hacía.
Montar un huerto en un tajo,
Donde esperanzas no había”

La Ilusión José Domínguez (Setenil 29/05/85)

¿Se puede contar de forma más bonita y humilde el amor que una persona siente por un pedacillo de tierra? Quizás inconscientemente José nos hace una síntesis de la vida; dura y difícil, pero que con constancia y trabajo puedes sacarle algo bueno, incluso donde no hay esperanzas.

“Heme en un huerto que tengo
Me he pasao media vida
Sembrando y viendo nacer
El sustento de cada día.
En frente una carretera
Espejo del movimiento…”


(La vida podría ser de otra manera. José Domínguez. Setenil. 10/03/82)

Tijeras tiene plantado su huerto sobre un tajo cerca de un riachuelo, a cuyo extremo hay una carretera comarcal, bulliciosa para un hombre de campo. Allí, descansando con la soleta en las manos, el hortelano ve los coches, las gentes pasar y reflexiona sobre las cosas de la vida. Pienso que esos poemas de política y actualidad los sacaba frente al televisor, pero los otros, los poemas sobre las cosas verdaderas de la vida los sacaba labrando su pedregoso huerto:

“¿Te acuerdas cuando vivías
Muy cerquita del pueblo?
Pasaba yo, noche y día
¿Cuantas veces?, no me acuerdo.
En tu puerta te ponías
Con tu vestido el más nuevo
A mí la sangre me hervía
Por no encontrar el remedio.
Que otro hombre te quería
Que valido por sus medios
Tú le correspondías
Un amor que yo no entiendo.
Que de sufrir te veía
Por que sufrías por dentro
Siendo a mí a quien querías,
Nos íbamos consumiendo.
Vivir toda una vida un amor sin remedio
Por una sociedad podrida
Que la divide el convenio”.


José Domínguez (Setenil 27/08/60)

Creo que hay un poema en este librillo para cada situación de la vida y me gustaría insertar alguno de vez en cuando, ya que de otro modo puede que nunca lleguemos a conocer la obra de José. El libro es bastante difícil de encontrar aunque quizás puede que lo tengas en tu casa. Leerlo significa adentrarte en la propia vida de un setenileño singular, al que como tantos otros, le tocó vivir los años más duros de la historia reciente de España; Sus anhelos, sus frustraciones, sus penas y alegrías, quedan reflejadas en sus poemas. Un auténtico testimonio de vida.
En una de nuestras muchas charlas, le pregunté a Don José si no le importaba que le apodaran Tijeras, a lo que el buen hombre me contesto, con esa manera suya que parecía que estaba recitando; “Como habría de importarme que me llamaras Tijeras, cuando esto, el apodo, fue lo único que heredé de mi padre, y lo llevo con mucho orgullo”.
Dejamos por hoy al amigo Tijeras con otro de sus sencillos poemas:
“Le he dado vida a una piedra
Que todo el mundo pisaba
Y cuando la hice tierra
El mismo pueblo la amaba”


La Vida. José Domínguez (Setenil 08/09/86)
Fuente: El Poeta que no pudo aprender a leer. José Domínguez. Setenil de las Bodegas

miércoles, 13 de enero de 2010

Setenil en la Sillería del Coro de La Catedral de Toledo

Hace unos años, después de un largo viaje en coche por España, llegamos a Toledo casi al final de nuestro periplo, cansados ya de carretera, hoteles, malas y buenas comidas y saturados quizás como estábamos de ver tantos monumentos, no disfrutamos de la Ciudad Imperial como es debido. Nos quedaron desde luego muchas cosas que ver, unas por desconocimiento y otras por puro cansancio, siendo la Sillería del Coro de la Catedral de estas últimas.
El caso es que me quedé sin ver esta Silla donde se refleja la entrega de llaves por los moros de Setenil al Rey Fernando el Católico, en presencia del Cardenal Mendoza y una serie de personajes de ambos bandos. La silla en cuestión es obra de maese Rodrigo, fabricada entorno al 1495 en madera de nogal y de estilo gótico, y la idea era conmemorar los principales hechos de la Guerra de Granada, y la conquista del Reino Nazarí por Los Reyes Católicos.
Y pese a que su importancia documental es relativa, ya que no aporta ningún dato histórico de interés, lo que verdaderamente importa es su propio valor artístico y servir como testimonio de un hecho importantísimo para la historia de Setenil, que también lo fue en su momento para los intereses políticos del Reino.
Pues nada, que estuvimos en Toledo y no vimos ni La Catedral, ni la Sillería, ni al moro dándole las llaves a Don Fernando, eso si, conocimos una tasquita donde ponían unos vinitos y unos pimientos de piquillo que quitaban el sentío.
Os paso unos enlaces donde nos aportan más datos sobre este bajo relieve, y un dibujo donde se pueden apreciar mejor los detalles:

De la Sillería Baja en el Coro de la Catedral de Toledo, donde se representa la rendición de la Villa de Setenil en el Reino de Granada. Semanario Pintoresco Español. 2 de Septiembre de 1855. Biblioteca Cervantes Virtual.
Colección Casiano Alguacil: Arquitectura -Edificos Religiosos-Catedral - Interior-Coro - Exmo. Ayuntamiento de Toledo.
La Conquista de Setenil por Los Reyes Católicos. Setenil Rural
¡A Tapear! De Tapas Por Toledo.

domingo, 10 de enero de 2010

Frío intenso en Setenil


Esto si que parece un invierno como los de antes, eso es al menos lo que dicen nuestros mayores, que aún recuerdan los crudos inviernos de su juventud. Ha llovido y sigue lloviendo como no se veía desde hace tiempo, y las bajas temperaturas están llegando. Esta mañana estábamos a -2º y los chuzos hacen bonitas figuras en tajos y tejados, y aunque ha caído aguanieve no ha cuajado, como ha ocurrido en otros lugares de la Sierra e incluso en ¡Sevilla Capital!
¿Veremos este año nieve en Setenil? Hoy por lo pronto disfrutemos de estas fotos de chuzos en la Calle Cantarería que nos manda Setenil69.
De Chuzos cantarería

De Chuzos cantarería

De Chuzos cantarería

De Chuzos cantarería

De Chuzos cantarería

De Chuzos cantarería

De Chuzos cantarería

sábado, 9 de enero de 2010

Veladas y estampas típicas en bares y tascas de Setenil


Sabiendo que se estaba asistiendo a algo irrepetible, con un tomavistas se les cogió allá por el 1986, cuando llevaban más de quince años como pareja artística de tronío y solera. Bartolo, como salido de una película de Curro Jiménez, y Jurado, alto y cojo, formaban una pareja única e improvisada que tenía su peculiar tablao en el bar el Puente.
Jurado siempre me recordó a Don Quijote; Alto y con un enorme bastón, que a modo de lanza no dudaba en usar y levantar hasta el cielo cuando el bueno de Bartolo lo sacaba de sus casillas. Bartolo llevaba unas cuidadas patillas y un pelo ceñido al cráneo. Camisa clara y estrecha y pantalón oscuro de rayas finas. Trabajador del campo, para que decir más.
El espectáculo comenzaba cuando alguien le pedía a Jurado que recitara alguna poesía:
- "María Manuela ¿me escuchas?"
Solía comenzar la más famosa de sus odas.
Entonces Bartolo le respondía por Farina, con genio y gracia y acompañando con los nudillos sobre el mostrador.
Hasta aquí la cosa normal. El clásico número del pique de dos artistas.
Luego, al término de cualquier poesía, Bartolo se reía y le sacaba punta a la rima de su oponente, y el hasta entonces comedido Jurado entraba al saco, iniciándose entre ellos una batalla dialéctica de gran calidad artística que hacía disfrutar de lo lindo al personal. La sangre nunca llegaba al río, pero si es cierto que Bartolo tuvo que salir alguna vez huyendo del bastón de Jurado.
Bartolo era un tío estupendo. Su presencia siempre me resultó familiar y no recuerdo en los días de mi vida una persona más campechana y noble que él. Era un tío flamenco y peculiar, alegre, amigo de todos y bruto como ninguno, aunque con una finísima cabeza para los números. Sus frases, muchos años después de su muerte, forman parte de muchas coletillas populares y nadie en Setenil pregunta quién fue la persona que hablaba de esa manera.
Jurado era de otro estilo. Más viejo y serio, sentío y cabal con un toque de doliente fantasía. Igualito que el hidalgo manchego, inventó un peculiar mundo de refranes, dichos e historias propias y ajenas que a fuerza de ser escuchadas por diferentes generaciones todos los setenileños tomamos como propias.
Nadie puede olvidar que un día, a un perro que le salió ladrándole al encuentro, le metió la mano por la boca y agarrándole el rabo le dio la vuelta del revés.
No menos peculiar resulta la historia del día que paseando por el campo se le cruzó un conejo. Jurado le lanzó una vara de membrillo que llevaba y lo atravesó, pero no pudo matarlo. Al año siguiente, paseando por el mismo lugar, le pasó junto a los pies un conejo con una rama de membrillo del que brotaban hermosas hojas verdes y un par de frutas amarillas.
Contaba también, que arto como estaba que los gorriones le comieran las brevas de una higuera que tenía en el campo, le untó las ramas con pegamento cola. Cuando llegó la bandada de pájaros todos se quedaron pegados y al levantar el vuelo arrancaron la higuera de cuajo.
- "Y si no lo creen, suban ustedes al campo y verán el agujero".
Jurado era así; Serio y sentencioso, capaz de demostrarte la verdad de su historia, buscando en el personal que lo escuchaba una señal de asentimiento. Digno sucesor de Quevedo, ni el mismísimo De La Serna pensó en imágenes más surrealistas para sus Greguerías.
La pareja se disolvió cuando fueron muriendo, cada uno en su momento y manera y sin muchos alardes.
Posibles fuentes literarias de los artistas:
Greguerías. Ramón Gómez de la Serna.
María Manuela; ¿Me escuchas? Rafael de León (Poeta Andaluz)
Rafael Farina. Wikipedia.

Hasta aquí llegó el agua en la Calle Jabonerías


Una de las cosas que más se temen en Setenil durante una riada es que se obstruya el ojo de un puente, porque el agua, con la tremenda fuerza que lleva, buscará una salida por la parte que le resulte más fácil, y esta no es otra que la calle del río. Esto fue lo que ocurrió la pasada Navidad en la Calle Jabonerías, cuando esos troncos que vemos se incrustaron en los aros del puente y el río saltó a la calle, entrando en alguna de las casas que se ven en la foto.
La imagen no deja lugar a dudas del nivel que llegaron a alcanzar las aguas en esta altura del pueblo.
Otra foto de Setenil69 que como buen reportero se paso el día de la riada recogiendo instantáneas como esta.

viernes, 8 de enero de 2010

Cuevas del sol; dos fotos y un misterio


No me gusta hacer dos entradas en un mismo día, pero la verdad es que esta puede ser una continuación de la anterior, y desde luego nace como consecuencia de la primera.

Colgando la primera fotografía de Las Cuevas del Sol, me ha dado por compararla con otra que casi todo el mundo tiene en su casa, y que si no me equivoco pertenece al reportaje que el fotógrafo rondeño Don Miguel Martín realizara en Setenil por los años ¿¿¿20??? (reconozco que nunca he tenido claro el año en que se realizaron estas fotografías).
El caso es que, si tenemos claro que la foto de José Campúa es de Octubre de 1905, según consta en la Revista Nuevo Mundo, y podemos datar la foto de Miguel Martín con unos diez años más aproximadamente, podemos realizar el curioso ejercicio de buscar las diferencias que separan estos años entre ambas instantáneas.
La foto de José Campúa se caracteriza por la albarrada y un río más o menos en buen estado (se ve que ya entonces las autoridades realizaban obras de acondicionamiento del lecho), con corrales incluso en el mismo cauce.
En la foto de Miguel Martín apreciamos un muro derruido, no se ven corrales y el cauce en un lamentable estado. Sería lógico pensar (y siempre teniendo en cuenta que las dataciones fueran correctas), que entre ambas fotos aconteció una o varias riadas que dejaron la calle en peores condiciones de las que estaba, o quizás, en esos años de diferencia, se produjera una situación de desidia o abandono por las autoridades.
Otro detalle a tener en cuenta es la altura del tajo, que mientras en la foto de 1905 presenta una altura lógica que no difiere en mucho de la actual, en la foto del grupo presenta mucha menos altura, máxime si como parece, están tomadas sobre la misma posición. Quizás, y estos sea lo más seguro, se trate de un efecto óptico, aunque de veras muy curioso (hagan la prueba).
Quizás el grupo escolar (o a lo mejor turistas), se quiere fotografiar en un lugar ya conocido porque salió en una revista de tirada nacional en 1905, devastado en esos momentos por una riada. Mucha conjetura me parece ya esto, pero yo la suelto.
Reconozco que me veo incapacitado para constatar el año de esta foto, es más, no tengo muy claro que sea del mismo reportaje de Miguel Martín, pero si entre las dos se llevan unos diez años, las diferencias son claras y evidentes. Si alguien puede ofrecer más información estaríamos encantados de publicarla y salir de dudas.
Por último me gustaría hacer un comentario sobre Don Miguel Martín, afamado fotógrafo rondeño ya fallecido, y que por si alguien no lo sabe, casado en su momento con una señorita de Setenil. Este fotógrafo se hizo famoso por sus fotografías de toreros, duquesas y artistas, así como por realizar reportajes gráficos de gran valor documental, donde destaca, por lo que a nosotros respecta, la colección de cerca de veinte láminas sobre Setenil. Conocemos además a Miguel Martín por retratar a generaciones y generaciones de setenileños en las más variadas celebraciones y situaciones (¿será verdad que existen esas misteriosas fotos de difuntos de las que algunos dicen haber visto copias?) Estas dos esferas, la pública y la privada, hacen que forme parte con letras mayúsculas de la historia viva de Setenil.
El caso es que aunque casi todo el mundo tiene copias en sus casas de esta colección, un sobrino setenileño del fotógrafo ha heredado toda la colección de negativos.
Sería pues interesante conseguir una recopilación de este archivo gráfico de Setenil, que además de adentrarse en los paisajes de un pueblo enigmático y sorprendente, nos presenta a unas gentes, paisanas nuestras, que curiosas se dejan retratar con la mayor naturalidad.
No me enrollo más y les invito a que se paren un momento a disfrutar y comparar estas dos fotos antiguas de la Calle Cuevas del Sol en Setenil.